jueves, 11 de marzo de 2021

EL REGRESO DE ADÁN

En el páramo

 

EL REGRESO DE ADÁN


Solo hoy me vuelvo a encontrar

ARTHUR RIMABAUD

 
  Ante el insistente empuje de la melancolía, Adán, una mañana retorno al paraíso. En soledad gozosa, se adentró en aquella geografía de la memoria, con la fuerza feliz de quien busca el lugar propio. No tardó en advertir que recorría un territorio de desposesión. Aquel sitio tenía un mundo dentro que solo cobijaba abandono.
   Persistente, en el centro del páramo, se alzaba todavía el árbol del bien y del mal; Adán miró con lentitud aquel entrelazado de tronco y ramas y se hizo efectiva la rigidez sin vida de un tronco calcinado y rijoso.
   No aguantó más. Bajó los ojos y convocó el olvido, como si el paraíso no hubiese existido nunca. Cuando se precipito hacia la salida, sus pasos tropezaron con el ala inerte de algún ángel, el metal de una espada herrumbrosa y una camisa oscura de serpiente.

(De Cuentos diminutos)


2 comentarios:

  1. El paraíso como la felicidad son instantes. Disfruto con tus cuentos diminutos siempre. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias por tu generosa lectura, querida María José; tienes razón en la naturaleza del paraíso, es solo un espacio interior. Gran abrazo y siempre un placer tu cercanía y tu sosiego. Feliz día.

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