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A solas Fotografía de Adela Sánchez Santana |
ELOGIO DEL HAIKU
Debo mis primeras lecturas de
haikus, esos tréboles verbales que unen humildad y transparencia, al siempre recordado poeta lucentino Manuel Lara Cantizani. Con él aprendí a caminar por
esta forma poética de aparente sencillez y severa pauta métrica, cuyo origen se
remonta hacia el siglo XVI, aunque es previsible que existieran precedentes en
el cauce oral de la literatura japonesa. Con Fernando Rodríguez Izquierdo, el
estudioso más perseverante, hice sondeos continuos entre la contingencia temporal de la
estrofa y su evolución en las voces de Matsuo Bashoo, Yosa Busson y Kobayashi Issa. Otro poeta, Josep Maria Rodríguez me escribió una afectuosa
misiva para pedirme algunos haikus de mi autoría para una antología de
contemporáneos; no puede corresponder a su empeño por falta de material de
calidad en aquel momento, pero su petición soliviantó el taller de escritura y,
un par de años después, el editor Francisco Peralto en su imprenta malagueña,
me dejó en las manos Nubes, una
completa compilación de haikus. Aquel cuaderno de viaje al espacio poético nipón, fue pórtico para compilar en 2018 cien haikus en el libro A punto de ver que, con maravilloso afecto, el editor y ensayista Juan José Martín Ramos publicó en el catálogo de Polibea editorial.
El blog “Puentes de papel”,
activo desde el treinta de diciembre de 2010, ha reanimado mi práctica del
esquema versal, a la vez que ido acumulando lecturas clásicas y de
contemporáneos, estudios ensayísticos y antologías, pues de todos es conocida
la copiosa colección de haikus que han producido las últimas hornadas.
Mi inclinación afectiva hacia
esta forma lírica se cimenta en su brevedad. Asegura una intensidad gozosa, con la pupila abierta para cobijar argumentos, más allá de su supuesta
condición de lírica estacional, por su carencia de artificio retórico y por la
condición de chispazo inmediato.
Así que es previsible que estas
líneas que elogian la estrofa no sean más que un síntoma temprano de otro libro
de haikus. Esperemos.
Nubes fue el inicio de la edición de haikus, deseos de una segunda hornada. Un cálido abrazo, poeta
ResponderEliminarAsí es querida amiga y creo recordar que aquella edición tenía una portada similar a tu libro. Un honor siempre esa complicidad literaria y personal, querida poeta. Ganas de volver a Sevilla y repetir abrazos.
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