Dedicó laboriosos días a la
creación de un espejo artesanal de doble cara. Buscaba una superficie dual en la que se
reflejara el rostro de quien se mira y la visión completa de la espalda, ese
conjunto de trazos desconocidos que están ahí y conforman una suposición. Creía que la imagen es y no es,
que yuxtapone lo evidente y lo probable, la claridad y la tiniebla, lo expuesto
y lo invisible. Una luz escoltada por la sombra.
Pocos saben de Velázquez tanto como tú, querida Ana María, por tanto, aprendo de ese misterio que habita la densidad callada del espejo. Que pases un hermoso tiempo vacacional.
Eso mismo debió hacer Velázquez! Y vaya si lo consiguió.
ResponderEliminarPocos saben de Velázquez tanto como tú, querida Ana María, por tanto, aprendo de ese misterio que habita la densidad callada del espejo. Que pases un hermoso tiempo vacacional.
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