Vigilia Fotografía del archivo general de Internet |
LOS RUIDOS DE LA NOCHE
Soporto mal la lentitud de la
noche. Demasiados ruidos. El radiador respira asmático, el grifo percute, la
persiana sube o baja en un trampolín exento de reposo, la cortina baila y se
agita como si perdiera pie y una luna crecida intenta persuadirme de que las
farolas son innecesarias. Con tantos intrusos en el umbral de mi vigilia es difícil
adivinar quién escondió un amanecer desprevenido, que no llega nunca.
(De Cuentos diminutos)
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