Creo que el otoño convierte a la claridad del paisaje en luz de posición. me encantan estas acuarelas naturales, así que envidio ese otoño asturiano que tendrás delante de tus ojos. Un abrazo entrañable, querida amiga.
El otoño es hermoso, hoy he podido disfrutarlo en la Sierra de Huelva en todo su esplendor. Viene tu haiku impregnado de su savia y el horizonte se tiñe de ensoñación. Un abrazo, José Luis.
Un saludo, poeta, tú que tanto sabes de cromatismos y sensaciones verás en el otoño la estación predilecta para los sentidos. Es un tiempo también para la reflexión, siempre hecho de dudas y matices, siempre intacto. Un abrazo.
Sí, me lo han dicho, y aquí ando buscando un punto de fuga para que el barranco no se caiga en si mismo, por si se rompe algo y hay que llevarlo al médico. Abrazos, chisme, con el portátil de la risa cerquita.
Punto de fuga! Me encanta!
ResponderEliminarCreo que el otoño convierte a la claridad del paisaje en luz de posición. me encantan estas acuarelas naturales, así que envidio ese otoño asturiano que tendrás delante de tus ojos. Un abrazo entrañable, querida amiga.
EliminarEl otoño es hermoso, hoy he podido disfrutarlo en la Sierra de Huelva en todo su esplendor. Viene tu haiku impregnado de su savia y el horizonte se tiñe de ensoñación. Un abrazo, José Luis.
ResponderEliminarUn saludo, poeta, tú que tanto sabes de cromatismos y sensaciones verás en el otoño la estación predilecta para los sentidos. Es un tiempo también para la reflexión, siempre hecho de dudas y matices, siempre intacto. Un abrazo.
EliminarMe encanta tu haiku de hoy porque hoy es más otoño que nunca y el punto de fuga está lleno de tristezas. Las mías.
ResponderEliminarEl paisaje y el ánimo son cambiantes, Tracy, y sus ciclos van y vienen como desconocidos por ciudades de paso. Un gran abrazo.
Eliminar¿nunca te han dicho que si rebasas el horizonte te caes por un barranco?... mejor lejos...
ResponderEliminarSí, me lo han dicho, y aquí ando buscando un punto de fuga para que el barranco no se caiga en si mismo, por si se rompe algo y hay que llevarlo al médico. Abrazos, chisme, con el portátil de la risa cerquita.
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