" Siempre que puedo, procuro
desasirme de los compromisos sociales. Tengo un sentido avaro de mi tiempo y
encuentro, además, una rara felicidad en consumir mis horas en el deshabitado
arrecife de mi buhardilla, sometido al oleaje de mis cuadernos blancos, plumas
estilográficas, rotuladores y libros, muchos libros con abrumadora mayoría del
género poesía.
Pero presentar Un poema una voz, una voz un poema,la
antología de Olifante coordinada por Elena Peralta no es un
compromiso sino una obligación gustosa. Soy el primer sorprendido del cuidado
de una edición dual que aglutina texto escrito y recitado oral, con un formato
integrado en el catálogo de Olifante ediciones y un CD complementario con la
voz de Elena Peralta y la música y recitado de Cesc Fortuni i Fabré.
Es un lugar común que el único
antólogo acreditado es el tiempo y que las demás compilaciones no son sino
propuestas que comparten aciertos y errores, en mayor medida, o dicho de otro
modo que remite a un itinerario de lecturas. El prólogo del libro corre a
cargo de un poeta con una extensa obra a sus espaldas: José
Corredor-Matheos. Nacido en 1929 en Alcázar de San Juan, Ciudad
Real, pero con asentamiento temprano en
el ámbito lingüístico catalán donde realizó trabajos en la editorial
Espasa-Calpe. Historiador, crítico de arte y ensayista, se ubica por edad a
la Generación del 50; en su estética desdeña el realismo para centrarse en una
poesía clásica, con tendencia al hermetismo y a la abstracción cercana a la de
autores como Antonio Gamoneda o Ángel Crespo. Corredor –Matheos incide en la
diversidad de registros y en la convivencia de estéticas que es la síntesis de Un poema una voz, una voz un poema.
Cada antología integra al menos
un nombre de referencia y en esta la clave principal es Joan Margarit. De todos
es conocida mi devoción por Margarit, expuesta en la edición crítica de Arquitecturas de la memoria y en los
distintos artículos que he dedicado a su poesía. Joan Margarit es el nombre
propio más celebrado del catalán y uno de los poetas hispanos más importantes
del momento.
Otro poeta de la selección de
gran prestigio popular es Luis Alberto de Cuenca, novísimo de primera hora que
poco a poco se decanta hacia una poesía más figurativa y urbana en la que ha
logrado sus mejores frutos con entregas como La caja de plata o con títulos emblemáticos como Por fuertes y fronteras y La
vida en llamas. De la estética de Luis Alberto de Cuenca se nutre una
abundante epigonía que entremezcla en sus libros clasicismo y modernidad,
erudición y cultura visual del tebeo y del cómic.
También justifican su inclusión
la calidad de los libros de Aureliano Cañadas, Ángel Guinda, Enrique Gracia
Trinidad y Domingo F. Faílde.
Son apuestas de la editora voces
nuevas que pugnan por hallar un sitio propio. Es el caso de Marian Raméntol,
nacida en Barcelona en 1966, directora de la revista La Náusea, traductora y defensora de una estética que huye de la
racionalidad del poema para adentrase en una yuxtaposición de imágenes surrealistas
y en versos alógicos. El brillo del poema se
asocia a la caótica cartografía del sueño, a la incoherencia del discurso.
Dolors Alberola (Sueca, Valencia, 1952) tiene un dilatado sendero creador
jalonado con varios premios y representado en antologías como las coordinadas
por Manuel Francisco Reina y Luzmaria Jiménez Faro. Su ideario lírico ha
evolucionado hacia una línea más reflexiva y despojada en la que es compatible
la incidencia de lo colectivo y los desajustes de la realidad. La responsable de esta selección de poetas contemporáneos es Elena
Peralta, una poeta de vocación temprana, pero con un itinerario muy corto,
aunque fue una madrugadora lectora de clásicos como Bécquer,
Sor Juana Inés de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Quevedo, Blas de Otero,
Neruda, Machado, Lope de Vega, Góngora, o Garcilaso…Pero sólo escribe desde hace seis años. Dice Elena: “ El año 2003 empecé a
tener problemas de visión y cuando ya apenas podía ver, se despertó de nuevo en
mi la idea de escribir poesía, un día me invitaron a ir al Café Gijón, finales
del 2005 y creí que yo podría ser una buena rapsoda, me empeñé en ello, empecé
a leer poemas de otros tertulianos, y aquí estoy… intentando escribir los míos
propios. Siempre que pueda diré que he
llorado leyendo y escuchando “Joana” de Joan Margarit. Y si hoy, hay algo de
técnica o ritmo en mi poesía se lo debo a Enrique Gracia Trinidad, que ha sido
mi maestro en algunos talleres". La poesía es para Elena una
necesidad y una forma de fabricar una realidad más habitable.
Un poema una voz, una voz un poema es una cata de la poesía actual,
con algunos sabores indiscutibles y con condimentos variados, en la que prima
más la intuición que el didactismo bibliográfico.
Pd.- Texto escrito para la presentación de Una voz un poema, un poema una voz (Olifante, Zaragoza, 2012) en la cafetería TRÉBOL del Centro Cívico Covibar, en un acto entrañable, organizado por la librería EL RINCÓN DE LA LECTURA.
Propuesta muy interesante. Me la apunto para mi mochila de próximas lecturas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Ismael, disculpa la extensión del texto en estos tiempos en los que tanto cuesta dedicar unos minutos a los demás. Que tengas un buen fin de semana. Abrazos.
EliminarQué envidia me das, me encantaría poder acudir a tertulias tan
ResponderEliminarenriquecedoras, aquí en mi pueblo estamos tan huérfanos de este
tipo de eventos que lucen por su propia inexistencia.
Un abrazote muy grande y que lo disfrutéis, ya nos darás más
reseñas de vuestros devaneos poéticos.
Podemos hacer una cosa, Paco, te cambio el pueblo una temporada. Rivas, y ahora en serio, ha crecido mucho y es casi una ciudad de cien mil habitantes en la que la literatura también tiene casa propia. Con mucho esfuerzo, con mucha ilusión, con mucho cansancio, con el apoyo inestimable de amigos como tú...
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