sábado, 30 de abril de 2011

RICARDO VIRTANEN: EL PULSO DEL HAIKU

                                
Sol de hogueras
Ricardo Virtanen
Renacimiento, Sevilla, 2010

   Hace tiempo que el haiku logró aclimatarse a la tradición literaria autóctona. La forma poética tiene practicantes con criterios estéticos divergentes lo que origina que la severa pauta silábica –dos pentasílabos y un heptasílabo central-  prodigue matices y busque ensanchar los efectos literarios. Desde el inicio de su labor creadora Ricardo Virtanen (Madrid,  1964), poeta, ensayista, antólogo y músico, usa este esquema métrico; incluye cuarenta y ocho haikus en La sed provocadora y otros catorce en Notas a pie de página. En Sol de hogueras, título editado con su característico buen gusto por Renacimiento, se emplea como única estrofa.
    El haiku remite a precisión lingüística y al uso de las palabras justas, sin concesiones al tanteo digresivo. Sin embargo, esta economía debe permitir que aflore el sentido estético y que los mínimos argumentos sean accesibles al lector;  además su levedad debe fomentar una impresión duradera.  Escrito en un paréntesis temporal relativamente corto, entre 2006 y 2007, Sol de hogueras compila un amplio muestrario distribuido en cuatro apartados. El de arranque, “De natura” integra una cita de Issa Kobayashi, autor canónico de la escuela impresionista, con tendencia a dibujar el entorno con mínimo trazo. La escritura percibe; lo vivido genera memoria: “La hierba joven / brota sobre una tumba / desconocida”; pero esa sensación forma parte de un trascurrir, es una huella más de lo fugaz: “Mientras espero, / la corriente del río / se lleva el día”.
   “De animalibus”, segunda sección, puebla la calma del paisaje con una fauna dispersa que se define como apunte móvil de belleza. Despertar vitalista; alondras, saltamontes, ánades, peces, sapos, libélulas, mariposas, moscas y gorriones liberan la sensibilidad; la voz poemática se integra en un rumor sonoro y colectivo. La subjetividad aprende silencio para escuchar los ecos de un diálogo sensorial y liberador; lo externo adquiere un sentido armónico.
  Un contexto vivencial mudable es el núcleo argumental del apartado “De Persona”; el cambio y transcurso son rasgos definitorios de una identidad frágil en el continuo ciclo de amanecidas y ocasos. Los recuerdos pautan la evocación, ese puente que nos une al pasado: “mi dedo escribe / sobre el cristal mojado / sombras de plata”.
   Cierra el poemario “de profundis”, un trecho que pauta el discurso del pensamiento. Si los haikus anteriores, en su variedad, nos acercaban un horizonte próximo y abierto, “De profundis” sondea el interior del yo para advertir fisuras, para poner la conciencia ante el espejo de la temporalidad en la busca de sentido y transcendencia.
   El pautado avance de Sol de hogueras nos deja la impresión de un libro orgánico, muy estructurado, cuyo itinerario alternativo concilia la introspección y el conocimiento de la realidad externa. Versos que propician una emoción directa. Poesía de  estaciones,  frágil sensibilidad que comunica un estado de ánimo.

                                                                           

viernes, 29 de abril de 2011

CELOS

                                            (José Luis Morante,
                                     foto de Javier Cabañero)
Celos


Esa extraña manía
de tomar la lectura al abordaje
y de sentirme ajeno
al cotidiano afán
de cualquier disciplina
en el curso doméstico
provoca síntomas
de crisis general.
Contigo agua corriente
- lo escribió Juan Ramón-;
toma nota
de la clave de acceso a mi correo,
espía ese rincón donde todo comienza
y si persisten dudas
no desdeñes ninguna solución:
contrata a un detective
por si acaso tu vida
merece otra existencia.

     (Mapa de ruta, pág. 121)

miércoles, 27 de abril de 2011

LUIS BAGUÉ QUÍLEZ: TRAVESÍAS

                                    
Página en construcción
Luis Bagué Quílez
Visor, Madrid, 2011
XXV Premio Unicaja de Poesía

   El aserto Página en construcción puede entenderse como una reformulación finisecular de aquella idea de Juan Ramón Jiménez sobre “la obra en marcha”. Nada está concluido, nada se somete a la quietud, el discurso histórico tiene carácter procesal; vivimos inmersos en los territorios de una realidad mudable cuyo desgaste natural exige a cada sujeto el desempeño de un papel activo; el espectador integra su sensibilidad en lo contemplado. Por otra parte, los nuevos formatos digitales han aclimatado su propia semántica: e-mail, bandeja de entrada, página web, blog o página en construcción son términos y expresiones habituales del usuario informático. Literalmente, “página en construcción” enuncia un dominio no operativo y sirve a Luis Bagué Quílez (Palafrugell, Girona, 1978) para titular la cuarta entrega lírica de una reconocida trayectoria que se diversifica entre la práctica poética y el quehacer crítico.
   Desde su inicio la estética de Luis Bagué Quílez opta por los postulados realistas, por un verso narrativo de estructuras abiertas que refleja las interrogaciones de un contexto fracturado por percepciones subjetivas que testifican un continuo proceso de regeneración y acabamiento, de tonalidades y registros, de comienzo y término.
   De esta representación de lo real como escenario de claroscuros emana un sujeto expresivo que se nutre de lo vivencial y asocia el texto a vínculos culturales; de ahí que el segundo apartado del libro se denomine “metarrelatos” una categoría conceptual plenamente asociada a la postmodernidad; el poema busca palabras nuevas para formular argumentos existenciales casi siempre asociados al relativismo y a la ausencia de dogmas inmutables. La incertidumbre es el motor de búsqueda.
   Los enunciados que definen las secciones de Página en construcción subrayan características formales próximas a la prosa; se define así un tipo de escritura que indaga en la relación entre lenguaje y sociedad y opta por el discurso narrativo; el poema legitima el desarrollo argumental con variables como el poema confesional, el apunte descriptivo o cronístico  y el monólogo dramático.
   Página en construcción focaliza dilemas propios del calendario del presente: espacio y tiempo se dilatan, se diluye el sentido de pertenencia, el viaje traza continuas líneas divisorias y una identidad transitoria concede al futuro una epidermis especulativa. Y en esta confluencia de cuestiones se define el perfil de un yo poemático en tránsito, el paso de alguien que recorre un laberinto de palabras y sueños.    

                                                                                                                                                                                                                                                         

lunes, 25 de abril de 2011

PALABRAS PARA UNA DESPEDIDA



Quedan de nuestra historia mínimos indicios: un silencio tenaz y el corazón reseco.


El  engaño emplea sutiles maniobras. Sugiere compartir predios, cosechas y aguardar las amanecidas del calendario. Simples materiales para construir espejismos.


Tu silencio, un silencio que agranda el rebullir del avispero.

En ese viaje también acaban trayecto los asientos vacíos

He borrado cada uno de los mensajes de ida y vuelta. Las palabras se hicieron letra muerta.

Afectos carcomidos.

Hay que sumar distancia a la distancia. No hay retorno.

viernes, 22 de abril de 2011

MARTA AGUDO: UNA CONCIENCIA INTERROGANTE


28010
Marta Agudo
Calambur, Madrid, 2011

   El efecto visual de esta llamativa cubierta de Jesús  Torné es sugerente e inmediato. También  el título, 28010, tiene una fuerte carga simbólica; acota un código postal madrileño, un cúmulo de calles en los alrededores de la plaza de Olavide que configura el espacio existencial donde se ubica el domicilio particular. La casa propia es centro, luz y abrigo; el ámbito de reposo y concordia que refuerza lo individual. Tras esas coordenadas habitables, en las afueras, discurre el acontecer de la vida común; se gesta el núcleo relacional del devenir.
   El entramado discursivo de 28010 diseña una estructura cerrada y homogénea; esta segunda entrega de la escritora está formada por cuatro secciones, cada una de las cuales agrupa once textos breves que condensan imágenes y sensaciones.
   Desde el arranque de “Fonética”, primer tramo de 28010, Marta Agudo (Madrid, 1971)  opta por la capacidad expresiva y cognitiva del poema en prosa, a partir de un discurso personalizado: “Me llamo Marta. Me llaman Marta…”. La autonominación sugiere un fuerte componente biográfico, los hitos del  viaje vivencial de un yo desdoblado, un registro subjetivo de experiencias directas a base de secuencias enumerativas. Pero la palabra sortea lo contingente, la anécdota se diluye y sólo escuchamos la fluida cadencia de un monólogo en torno a la identidad que busca una expresión singularizada: “Habré de callarme para recomenzar, frotarme las manos para que desaparezcan las huellas dactilares y, en la explanada abierta de la palma, poder sembrar las vocales de un lenguaje propio”.
   En el segundo apartado, “Sintaxis” se cobija la reflexión sobre el vínculo social. La herencia recibida condiciona el tránsito diario, ese estado de tensión continua que aglutina entidades para formar una realidad de individualidades entretejidas. De esa combinatoria de elementos sociales emanan percepciones afectivas diferenciadas, ritmos vitales dispares que crean soledad y desconcierto.
   “Geografía” nomina el espacio; las coordenadas de un mapa personal donde el sujeto percibe presencias y ausencias en el callejero cotidiano. El trazado urbano funciona como un laberinto en el que el yo supera su endogamia y aprende a orientarse.
   En el cierre, “Secuencias” es el devenir temporal un continuo rumor de fondo en el que se desdibuja el presente y el legado de la memoria: “Soy una mujer y avanzo por una calle de niebla, y si resisto es sólo por constancia, por la certidumbre de lo dislocado…”. Todo es tránsito, las certezas, los otros, el contorno mudable de los encuentros que multiplica similitudes y diferencias, los sonidos que nombran.
   Complejo en su sentido, el quehacer poético de Marta Agudo opta por el formato reducido. La densa brevedad de los fragmentos que integran 28010  muestra la potencia evocativa del lenguaje, el íntimo deambular de una conciencia interrogante.
 
                                                                                           

jueves, 21 de abril de 2011

FORTALEZA



Fortaleza

He perdido el anhelo difuso de ser otro.
Mi soledad encarna
la vulnerable piel de alguna fruta.
Llego al umbral de los acantilados
y en la roqueda erijo
-con temores y dudas, con heridas-
seguridad precaria.
Alzo una fortaleza
para que no me alcancen
reiterados presagios.
En la torre central guardo vigilias.
Espero tu llegada.
En mí tendrás cobijo.

        (Mapa de ruta, pág. 110)

martes, 19 de abril de 2011

JOSÉ MARÍA CUMBREÑO: UN CAMINO HACIA EL SUR.

La parte por el todo. (Antología poética 1998-2011)
José María Cumbreño
La Isla de Siltolá, Sevilla, 2011

   La preceptiva literaria denomina sinécdoque a la figura que nombra la parte por el todo. Tan meticulosa definición sirve a José María Cumbreño (Cáceres, 1972) para agrupar una amplia muestra de su itinerario poético, un camino hacia el sur de las palabras, desde 1998 a 2011.  Las citas liminares aglutinan diversidad, apenas condicionan la libertad del lector para sumergirse en una escritura que inicia Las ciudades de la llanura. Nos hallamos ante una lírica de escasa confesionalidad, proclive a la paradoja y al tono aforístico. Se alternan textos largos y breves, compartiendo un discurso enunciativo y lógico, inspirado en referencias culturales. Sodoma, la bíblica ciudad destruida por la ira divina, es el escenario paradigmático que concede al lugar una existencia onírica, fuera del tiempo. Varias composiciones adoptan el formato de un monólogo dramático, entre ellas resaltan “La estatua de sal” y “Condiciones para encender una hoguera”.
   La siguiente entrega, Árbol sin sombra, aporta seis textos de semántica unitaria. Los versos aparecen como fragmentos desgajados que refuerzan la pausa meditativa, el sosiego sensorial ante el paisaje. Cada poema se hace con estrofas autónomas, con reflejos semánticos sin ilación causal.
   De los espacios cerrados opta por el poema en prosa; la voz sugiere acotaciones teatrales. Véase “Decorado”. La existencia es un juego escénico en el que cada identidad  interpreta un papel. El decorado acoge una secuencia enlazada en una trama. El núcleo central del libro funciona como un muestrario semántico en el que cada término se asocia a una definición implicativa, al aporte inédito. Otros textos emplean la enumeración caótica hiperrealista y el efecto humorístico; así sucede en “Cosas que me sacan de quicio”, una hilarante conjugación del femenino singular.
  Un título que recuerda el universo narrativo de Julio Cortázar, Estrategias y métodos para la composición de rompecabezas aglutina versos en los que el sujeto recurre a la paradoja y a la reflexión. El poema homónimo que da título a esta antología es muy breve: “Todas las casas se construyen con presencias y ausencias. / El ladrillo que se pone será un muro. / El ladrillo que no sé pone será una puerta”. 
    Cada escritura define una cartografía de senderos que se bifurcan en pasos y obsesiones. En Diccionario de dudas volvemos a hallar el poema en prosa que funciona como definición de un aserto sustantivo (La muerte o su símbolo: la guadaña y la muerte), de un verbo o de cualquier término gramatical. Leemos en la extrema condensación de  “Maestro”: “El maestro debe tener menos certezas que sus alumnos”.
  La conciencia evocadora de una personalidad identificada sirve de pretexto para la Breve biografía apócrifa de Walt Disney. Se opta por una formulación discursiva, hecha de mínimos textos autónomos.
   Quienes gusten de la retórica bibliográfica percibirán dos datos de interés en los últimos títulos: Límites y progresiones amanece en la Colección Narrativa, de Baile del Sol, y Retórica para zurdos sale de imprenta en la Colección Ensayos Literarios de la Editora regional de Extremadura; de este modo se evidencia una estética que obliga a los géneros literarios a una confabulación para alzar una casa común, de habitaciones homologadas. Es el lector quien establece tipologías, quien sugiere si es un poema en prosa, o un aforismo, un relato hiperbreve o un apunte.
   Cierra el volumen Genealogías que hace suyo un principio iconográfico: la yuxtaposición de imágenes crea una sensación de movimiento; del mismo modo, el poema se convierte en un texto omnívoro que aglutina, actos, pensamientos, mensajes externos, sensaciones. El personaje verbal tiene rostro especular; un alter ego derivado del pacto autobiográfico que lleva una existencia verificable.
Se clausura con una composición metaliteraria: “Una misma palabra puede significar una cosa y la contraria. /  Igual que un mismo color unas veces representa la pureza y otras, / la muerte. / De hecho, las palabras pueden significar cualquier cosa. / Cualquier cosa. / Excepto la verdad. “
   El decurso creador de José María Cumbreño concilia géneros, amalgama lirismo y pensamiento en un claro propósito de captar sentidos múltiples mediante formas abiertas. Diversa y singular, en la antología La parte por el todo subyace una cohesión armónica y las señas de identidad de un escritor que bucea con ánimo exploratorio, que se acerca a la práctica poética de antecedentes como Antonio Gamoneda y José Ángel Valente. Una voz que impone una codificación reconocible, una vía más para el poema del siglo XXI.


lunes, 18 de abril de 2011

EL PULSO HUMANO DE DIONISIO RIDRUEJO


    Entre 1945 y 1947, Dionisio Ridruejo escribió páginas autobiográficas que más tarde titularía Diario de una tregua. Antes habían aparecido en la prensa diaria. Constituyen, según el autor “un libro pasivo y especular, donde la acción humana es tan escasa y la historia pasa de largo”. Es perceptible en los textos el afán de quedar en los márgenes y el desinterés por construir un retrato al gusto social; quien habla aparece como una identidad evadida en la lejanía.
   Esa predilección por lo áspero y desnudo tiene claras analogías con el paisaje estático del páramo castellano que preserva su misterio ante los ojos de quien lo contempla. Las anotaciones se suceden con monótona uniformidad, como si tuvieran una tendencia natural a la estabilidad y al gusto laborioso por el detalle, por la aceptación azoriniana de lo sensorial.
   Así el diario se va justificando a sí mismo, como el epílogo de una juventud reconstruida que sondea en la madurez la replegada  intensidad de la memoria.
   Son los años de la autarquía y de la consolidación forzosa del nacionalsindicalismo y la dictadura franquista. El país sobrevive, medroso y encogido, pero en estas páginas no hay sitio para la crítica o el asentimiento. Sólo se vislumbra un mundo rural, machadiano. La historia colectiva habla con un eco inadvertido; gotea el devenir diario de un hombre solo, el braceo cansado de un náufrago sin islas.  

domingo, 17 de abril de 2011

E-MAIL A DUBLÍN


E-mail a Dublín

                   ( Para Adela, mientras toma una guinness
                   a la salud de Joyce, en un pub de Temple Bar)

Sin ti las dos agujas
se deslizan discretas,
igual que ese noctámbulo que deja
una parada fuera de servicio.

Me levanto temprano
y pongo agua caliente
en la piel del insomnio.
En tu ausencia
converso con mis libros;
la casa es la costumbre del silencio
y la página escrita.

Cierro el ordenador
al final de la tarde
y en los telediarios
titulares en fila
semejan prisioneros
de un pesimismo atroz.
Gente fuera de encuadre
al borde del camino.

Una gran telaraña
recubre el vecindario,
más tu recuerdo ejerce
efectos disuasorios.
El orden subvertido
no me afecta;
soy un tipo con suerte,
con una razón única
para seguir en pie.
Los dogmas se evaporan
pero fui previsor;
mi patrimonio
se mantiene intacto.

No necesito más.
Te tengo a ti.

sábado, 16 de abril de 2011

LOUISE GLÜCK: EL PACTO AUTOBIOGRÁFICO

Ararat
Louise Glück
Traducción de Abraham Gragera
Pre-Textos, Valencia.

   Como un ejercicio de introspección intimista se define Ararat, una entrega de la poeta y ensayista norteamericana Louise Glück, aparecida en Pre-Textos con formato bilingüe y versión al castellano de Abraham Gragera.
    Las composiciones se afanan por recuperar la autenticidad, por captar el aire natural de la vida inmediata entre la inmovilidad y el cambio; una biografía verista que enmarca el decurso temporal del presente en el entorno familiar.
   Se habla en voz baja de variables afectivas que proporciona la propia experiencia de la realidad: la relación entre padres e hijos, los días de la niñez y el aprendizaje; los desajustes de la convivencia… Una galería de estampas que dibuja el discurrir de una subjetividad que pocas veces se libra de una tenaz angustia crepuscular porque la inmovilidad de la rutina activa en la conciencia de cada sujeto reacciones inesperadas. Esa imagen coherente de los roles familiares establecidos se desmorona porque coarta y limita el ser individual.
   Los versos se formulan en un lenguaje sutil y clarificador, directo y matizado, que amplifica el caudal emotivo del poema: "En parejas así / donde el acuerdo consiste / en hacer cosas juntos, / siempre la parte activa / es la que hace concesiones, la que da. / No se puede visitar museos / con alguien que se niega / a abrir los ojos."
   Ararat constituye un alegato metaliterario contra la ampulosidad y el rebuscado manierismo. En él la sencillez se convierte en marca referencial.

viernes, 15 de abril de 2011

ENCUENTRO


                                       (José Luis Morante, fotógrafo: Javier Cabañero)

Encuentro

Aquel día gozaba de la lluvia
bajo la fronda espesa de un parque solitario
y tropecé conmigo.
Miré mi rostro
con curiosa sorpresa:
me hallé un poco más viejo, más cansado,
abrumado quizás
por un escepticismo prominente y asiduo
y una antigua tristeza,
palpable, aunque recóndita.
Sentados en un banco prodigamos
leves toses, murmullos,
y miradas furtivas.
El tiempo parecía detenido,
hasta que una acuarela de ceniza
ensombreció el crepúsculo.
En tanto se alejaba,
una temprana rosa depositó en su sitio
efímeros instantes de belleza
que, de común acuerdo, ambos no vimos.
respiré hondo;
todos sabéis qué indecible fragancia
emana de la tierra cuando llueve.

(Mapa de ruta, pág. 37)

jueves, 14 de abril de 2011

14 de ABRIL


                                            Estos días azules y este sol de la infancia

                                                    ANTONIO MACHADO

martes, 12 de abril de 2011

REMEDIOS CASEROS




Cuando debo escribir una reseña y no sé qué decir porque he gastado mi artillería de oficio, releo la crítica recreativa de Saúl Yurkievich. Los ensayos contenidos en Del arte verbal, que hace unos años editara Círculo de Lectores con su elegancia habitual, revitalizan la sensibilidad y enseñan a modelar materiales para  que transmitan la máxima riqueza de sentido.

Cuando quiero involucrarme en una causa -a ser posible una causa perdida de la que ignoro planteamiento y nudo pero cuyo desenlace ya conozco- leo de nuevo, poema sobre poema, a Ángel González; compruebo con ironía que ayer fue lunes toda la mañana y no cambió la tarde.

Cuando estoy cansado de leer, te lo he dicho en silencio tantas veces que sus sonidos forman  mi vocabulario elemental,  y no sé cómo seguir en pie, empleo un remedio casero que yo mismo inventé: "pienso en ti casi siempre; las otras veces pienso en ti"




lunes, 11 de abril de 2011

OBJETOS



Objetos

Están hechos de reiteración y cercanía,
de un esplendor sencillo, de una nimia ternura.
Nos son imprescindibles al paso de los años.
Permanecen morosos, perennes, vegetales.
Diseñan una decoración reparadora
que en cada sitio ofrenda serviciales regazos.
No discuten razones, fracasos, esperanzas.
Compartimos con ellos esas gotas de júbilo
que dan a lo vivido momentos memorables.
Dialogan con palabras de sonidos armónicos,
suenan a persuasivas, a dulces cantinelas.
Sus materiales unen pretérito y presente;
saltan hacia adelante, más allá de los riesgos,
como fuertes cornisas que soportan los brazos.
Si alguna vez nos faltan, sentimos la impostura
de ese desconocido que vive por nosotros.

                           (Mapa de ruta, pág. 108)

viernes, 8 de abril de 2011

Edición de ROPA DE CALLE. Luis García Montero. Antología poética 1980-2008

Ediciones Cátedra presenta la antología Ropa de calle, una amplia muestra poética de Luis García Montero, a lo largo de más de veinticinco años de creación
Ediciones Cátedra recoge en Ropa de calle. Antología poética (1980-2008) una amplia muestra de la poesía de Luis García Montero (Granada, 1958) desde su entrega inicial Y ahora ya eres dueño del puente de Brooklyn (1980) hasta Vista cansada (2008).

En esta edición crítica el preparador José Luis Morante recopila una amplia selección, donde se puede apreciar la fuerte trabazón entre intimidad, cultura y pensamiento y el avance natural de una obra que hace de la poesía un ejercicio de conocimiento.

Existe en la conciencia creadora de Luis García Montero una significativa propensión a hacer de la normalidad un rasgo distintivo. El protagonista verbal se viste con ropa de calle. La premisa toma cuerpo en su amplio discurso teórico y en las sucesivas poéticas que acogen sus entregas. Como indica José Luis Morante “el poeta no es un sujeto escindido sino portavoz de una ciudadanía con la que comparte rasgos cívicos”.

Con un profundo sentido orgánico, esta voz personal tiene su raíz en una nutrida herencia que enlaza el romanticismo, Antonio Machado, el espíritu vanguardista del 27 y la nómina casi completa de la generación mediosecular. Según el propio García Montero “las palabras están en movimiento (…). El escritor reordena el pasado con un cambio de perspectiva”.


Luis García Montero (autor)
José Luis Morante (preparador)
296 páginas
10,00 euros
Abril 2011

Para más información:
Elisa Vidal Riezu
Editorial Cátedra
Grupo Anaya
C/ Juan Ignacio Luca de Tena,15
28027 Madrid

jueves, 7 de abril de 2011

DÍAS DE HOSPITAL




DÍAS DE HOSPITAL

           (A Elena y Paco, para compartir
           un tiempo de silencio)


La frágil armazón de los cuerpos vencidos.


Esa calma del turno de noche que no alteran las velas que se apagan.

Revisiones periódicas que oscilan entre mal y peor.

En la sala de espera las visitas miran el horizonte en la pared.

Nadie parece darse cuenta que en la habitación 206 las horas gotean.

Voy mejor, voy mejor, voy mejor, voy mejor…Y mi cuerpo sin enterarse.

Aquí, donde el silencio tiene su propio idioma.

Como si la actividad alejara a la muerte, las papeleras están llenas de guantes usados.

Es tarde. Se desvanecen las palabras pendientes.

miércoles, 6 de abril de 2011

POSTAL NOCTURNA



Postal nocturna

Cuando fuerzan los cierres
de estancos y farmacias
y las alarmas gimen
ante la sombra enhiesta del semáforo,
cuando un sol de neón fulge en la calle
con claridad enferma,
Katty Juárez,
ex-alumna novicia y cinco detenciones,
nombrada por consenso
amatoria maestra de bachilleres tímidos,
al cierzo de los años
encallado bajel de las esquinas,
los veintidós cumplidos,
besos de acíbar y en los labios grana,
enciende un cigarrillo, empuña el bolso
y se lanza al trabajo a pecho descubierto,
con el aire flamante de mariscal de campo,
de quien contempla el mundo
subida en un tacón.

      (Mapa de ruta, pág. 39 )

sábado, 2 de abril de 2011

POLISEMIA DE UN TÍTULO: COMPLETAMENTE VIERNES


   De todas las estaciones que recorre la travesía versal de Luis García Montero  el volumen Completamente viernes, editado por Tusquets en febrero de 1998, es el título que permite, por su condensación semántica, las más sugerentes interpretaciones:

. G.K. Chesterton tituló su novela más conocida en 1908 El hombre que fue Jueves. Por tanto podría ser un aserto derivado de aquella ficción cuya trama es conocida por muchos lectores. Un posible préstamo literario.

. Almudena Grandes, a quien está dedicado el poemario, publicó en 1991 la novela Te llamaré Viernes; desde 1994 es la compañera sentimental del poeta que al denominar su libro remarca el guiño de complicidad afectiva.

.  Ángel González es uno de los puntos de arraigo, una sostenida afinidad literaria. El asturiano de la generación del 50 ha escrito composiciones como “Ayer” con un tono muy semejante en algunos versos al empleado por García Montero en este poemario.

. La etimología de Viernes deriva de Veneris, genitivo latino de Venus (diosa del amor). El sentimiento amoroso define el cauce argumental de esta entrega.

. Por último, en el léxico cotidiano el viernes alienta una fervorosa voluntad festiva, como umbral del fin de semana.

  Una semántica muy amplia para un poemario referencial cuyo título se debe a una sugerencia de Claudio Rodríguez que consideraba al poema homónimo la composición clave de esta entrega.