sábado, 31 de agosto de 2013

MANÍAS PARTICULARES.

atardecer en Lake Worth (Florida)

Manías particulares

.  Disculpa romántica. Cuando se emborracha se siente un gondolero.

. Todavía en el armario mis trajes de otoño: adusto, obsesivo y sedentario.

. Puntualidad modélica; deshace maletas a mitad de trayecto.

. El incesante agobio de la queja continua. Una pandemia.

. Pesimismo moribundo, con incurables problemas respiratorios.

. Temo el regreso. Me intriga su habilidad para hacer de cada encuentro la exacta medida del tiempo perdido.

. Equivalencias. El liberalismo y el sistema argumental de un crecepelo.

jueves, 29 de agosto de 2013

ARIADNA G. GARCÍA. ÁRTICO.

La guerra de invierno
Ariadna G. García
Hiperión, Madrid, 2013
Premio Internacional de poesía "Miguel Hernández"
 ÁRTICO
 
   En el plazo temporal de tres lustros, Ariadna G. García (Madrid, 1977) ha forjado un quehacer creador asentado y diverso, que convierte a su autora en una de las propuestas de primera línea en el horizonte literario actual. Su trayecto comienza en 1997 con la entrega Construyéndome en ti, y tiene continuidad en los poemarios Napalm (2001), Apátrida (2005) y La Guerra de Invierno, todos avalados por premios relevantes.
   El libro´que aquí comentamos, La Guerra de invierno es una indagación en el devenir existencial que toma el viaje –un asunto clásico en continua renovación- como impulso poético. Los poemas completan una senda cognitiva por el mapa de Finlandia con un cuidado engranaje formal. El cuaderno de impresiones se organiza en tres fases, con pórtico y epílogo. En el aeropuerto de Helsinki arranca y concluye un tránsito en el tiempo, aglutina descubrimientos y plenitud sentimental, meditación y percepciones denotativas de los signos al paso. El viaje propone a quien lo protagoniza una enriquecedora geografía que deja en la memoria sus huellas dactilares. Así sucede en escenarios como  Helsinki o Turku, segunda parada, donde la cálida respiración de las emociones asiste a los renovados ciclos naturales de un entorno extremo. De los textos emana un pacto convivencial con el ambiente, circunstancia que comparten todas las secciones.
   El tramo inicial del poemario muestra un pulso conversacional e intimista; el yo se asoma a la amanecida del asombro, despereza su soledad y destensa su atención en un recorrido epifánico. Varía el enfoque en el segundo apartado, donde “La exploración” abre un nuevo registro en la escritura; el sujeto lírico, cercano y directo, cede la palabra a un narrador testigo que relata pormenores de un hito histórico. El intimismo muda en épica para recordar  las gestas viajeras del explorador finés Adolf Erik Nordenskiold, quien fue el primero en romper las barreras de hielo del sureste de Groenlandia y completó la ruta del Mar del Norte. En el mismo registro, que hibrida poema en prosa y relato breve, se sitúa el conjunto poemático “La Guerra de invierno” que aborda secuencias con nombres propios de la Segunda Guerra Mundial, cuando Finlandia, entre 1939 y 1940, lucha por su independencia frente al belicismo expansivo de la Unión Soviética.  Los poemas acogidos en el bloque de cierre retoman el tono personal de la primera parte, incluso en los haikus, para completar ruta. Otra vez lo subjetivo se convierte en elemento hegemónico; retorna el yo personaje con sus seguridades y dudas, con los pliegues de la incertidumbre y las vicisitudes emocionales.
   Con esa filosofía del viaje como propuesta para conocer al otro y a uno mismo, Ariadna G. García convierte el espacio finés  en lugar de encuentro y territorio simbólico en que se perciben los rastros de la experiencia colectiva y la conciencia cotidiana del yo individual. Un pautado desplazamiento que constata paisajes interiores y el rostro ártico de la realidad con la calidez de una excelente poeta.

miércoles, 28 de agosto de 2013

EN EL "COFFEE" (ST AUGUSTINE)

Casco antiguo, St Augustine (Florida, US)  

 En el coffee
 

. Si llegas a tiempo estaré aquí, esperando. 


. En el trópico la sombra es tenue. Duerme la noche con ojos entreabiertos.

. El jardín está plagado de susurros. Como un oído insomne.

. Sobre el césped, los pies descalzos del solitario filtran la vida comunal de los insectos.

. Cumplí cincuenta y siete años. Una edad llena de comienzos.


lunes, 26 de agosto de 2013

REENCUENTROS.

La Torcada, Rivas (Madrid)
 
Desde Atlanta, un vuelo interminable, que coincide con la fecha de mi cumpleaños, nos deja en Barajas, a las nueve de la mañana. Media hora más tarde estamos en Rivas. La casa recuperada y con ella las sensaciones habituales; el andén de regreso a la tierra firme de lo conocido. Las vivencias de las últimas semanas en Florida pasarán a integrarse en esa geografía idealizada que forman los recuerdos. Sé -todos lo sabemos- que el espacio cercano tiene a menudo la apariencia de un trayecto secundario, con baches y circulación restringida. Del mismo modo, el tiempo continental, austero y machadiano, carece del atractivo que generan los días largos y húmedos del trópico.
Abro la puerta. Vacío el buzón.  Abro de nuevo el blog. Miro un calendario de días contados, camino de septiembre. Llega un ahora repleto de cosas pequeñas que, entrometido, busca el primer plano.