sábado, 31 de diciembre de 2011

ADELA/ ADELE

   Adela es el nombre propio que más veces he pronunciado en mi existencia. Sus cinco letras resumen todas las autopistas, caminos secundarios y socavones de los itinerarios sentimentales que transité desde aquellos días de estudiante en Ávila  hasta el sosiego invernal de hoy. Ese sustantivo es el diccionario más práctico para entender la poblada biblioteca de mis emociones porque conexiona el ahora con el pasado y con el porvenir. Los pormenores de la existencia en Rivas tienen sus raíces en la memoria común y abren ventanas compartidas sobre las superficies del mañana.
   Adele es una voz que da continuidad a mi optimismo; una canción que aleja el catastrofismo que pone sus nubarrones sobre la realidad diaria porque fomenta sensaciones básicas y duraderas y tiene una insólita capacidad para regenerar el ánimo. El tema "Someone like you" pertenece al disco 21. Todos lo sabéis. En su letra, unas frases que quiero repetir para todos:  "Deberías saber cómo vuela el tiempo / solamente ayer / fue el momento de nuestras vidas.. (...) Errores y remordimientos son fruto del recuerdo... (...) Nacimos y crecimos en una nube veraniega / enmarcada por la sorpresa (...) No deseo más que lo mejor para ti también ". Feliz año.

jueves, 29 de diciembre de 2011

EREMITAS DIGITALES

   Acostumbrados al paso lento de la edición tradicional que llevaba el manuscrito hasta la imprenta, el blog sorprende por su disposición e inmediatez para acoger cada uno de los escritos seleccionados, sean estos asuntos personales o impresiones lectoras. Las entradas se suceden con apremio y  la escritura no conoce descanso; nada queda del latido acompasado que, con morosidad, analizaba las pautas de un momento histórico o los estados de ánimo de una identidad concreta. Hay que aceptar un axioma de partida: lo que se publica no se somete al mutismo de la distancia para que acreciente sabores y cualidades. El blog exige una caligrafía de urgencia, que no se extravíe en digresiones; marca un itinerario sin rotondas con la promesa de una receptividad colectiva, tangible y medida con exactitud por el contador de visitas que además nos deja un rastro diferenciado de lectores habituales y esporádicos.
   Como en cualquier manifestación escrita, la función última del blog es caminar juntos sobre la geografía del lenguaje, superar ese nuevo formato de aquella vieja torre de marfil, de aquel exilio en lo individual, meditando la quiebra de ilusiones vitales y el aplazado viaje a tantos paraísos perdidos. La pantalla encendida del ordenador nos convierte ahora en tercos eremitas digitales.

  POSDATA:

Se cumple el primer año de vida de este blog. Ha sido un itinerario ilusionante que me ha sorprendido por el apoyo de tantos amigos. Quiero dar las gracias a los que hicieron posible que PUENTES DE PAPEL se pusiera en marcha:
. A José Javier González, por la fotografía de cabecera y por otras imágenes que han acompañado a mis entradas y a mis libros.
. A Elena Muñoz, por dar nombre al blog y abordar todo el trabajo técnico, poniendo remedio a mi perplejidad y mi ignorancia digital.
. A Javier Cabañero, por las mejoras de diseño y por las sugerencias de formato.
. A los seguidores, que han unido su fotografía paciente a mis días de escritura.
. A los comentarios que han dejado su lucidez en el cierre de mis textos.
. A las 25520 visitas ajenas y propias, que me han dedicado un poco de su tiempo.
Gracias a todos. Seguimos en pie.                                                   

martes, 27 de diciembre de 2011

DESCONOCIDO

                                                       José Luis Morante. Foto de Thyzzar.

Leve recuerdo de aquel desconocido

Fue su lecho una noche
aquel rincón de fronda
donde acuden las sombras en tumulto.
Y su dormir tenía
el sello del futuro en cada gesto.
Al alba despertó;
se restregó los ojos ateridos
y caminó solícito al mañana.
Cómplice de su dicha alcé la mano,
y no supe seguirlo sino de pensamiento:
-Pues la jornada es dura
y no habrá nadie esperando tu vuelta,
lleva siempre, contigo,
una abundante provisión de fe.

      ( Del libro Rotonda con estatuas, 1990)

sábado, 24 de diciembre de 2011

ENTREVISTA A JOSÉ LUIS MORANTE EN "SAIGÓN"

SAIGÓN 17
Director: MANUEL GUERRERO CABRERA
Cubierta: MANUEL GARCÍA LUQUE
Lucena-Cabra (Córdoba, 2011)

1.- ¿ Cuál es su relación con Lucena?
Desde comienzos de los años noventa, he seguido con interés el trabajo literario de la joven poesía cordobesa por mi responsabilidad al frente de una revista literaria. Así entré en contacto con Lucena y con la poesía de Lara Cantizani.
2.-¿Cómo sale PALABRAS ADENTRO en Cuatro Estaciones?
Los responsables de la colección me pidieron un poemario inédito. Yo trabajaba unlibro y no tenía material suficiente y opté por enviar diferentes entrevistas que había realizado en prensa. Esos diálogos con personalidades de la escena literaria fueron bien acogidos y se me propuso preparar un volumen anexo a la colección Cuatro estaciones.La edición, magnífica, hecha con el mimo que caracteriza ese proyecto, me dio la oportunidad de presentar el libro en Lucena y comenzar una relación muy intensa que todavía prosigue.
3.- Los críticos suelen englobar a los poetas en etiquetas. ¿Cuál es la suya?
Las etiquetas esquematizan, pero son útiles para ofrecer panorámicas amplias. Creo que mi poesía se acoge a una tradición realista que hace de la reflexión y del intimismo los parámetros esenciales en los que un sujeto poético, supuestamente autobiográfico, comparte vivencias e indagaciones. El lector juega un papel activo y por tanto prefiero que entre él y yo existan puentes francos, espacios comunicativos.
4.- Sus poemarios han conseguido premios importantes. ¿Qué opinión tiene de los premios en general?
Son ayudas que permiten publicar inéditos, garantizan una cierta repercusión en los medios y contribuyen a distribuir mejor. De los que he recibido, me hizo especial ilusión el Premio Luis Cernuda porque antes lo habían conseguido autores que siento muy próximos, o el San Juan de la Cruz; soy abulense y aquel premio se editó en Rialp, una colección esencial en mi vocación poética. Obviamente de los premios hablan mal los que no ganan y se consideran a sí mismos merecedores incuestionables. Ahora bien, la participación es un acto voluntario, si alguien tiene mala opinión es absurdo que remita sus inéditos a un certamen en el que no cree.
5.- Además de hacer poesía, ha practicado otros géneros –ensayo, entrevistas, diario…–  ¿en cuál se siente más cómodo?
Cada género tiene sus compensaciones personales, más o menos gratificantes: el diario te da la posibilidad de retener vivencias que acabarían borrándose; la crítica enseña a leer y a seleccionar los maestros que cimentan la propia forma de entender el hecho literario; los aforismos comparten enseñanzas de la edad y las entrevistas permitieron el diálogo con nombres propios que antes había mitificado y que después adquirieron una dimensión más humana, una estatura de normalidad.
6.- Usted trabaja como profesor de instituto. ¿Llega la poesía a los jóvenes? ¿Son buenos lectores?
No llega mucho; los jóvenes tienen muchas ideas tópicas sobre la poesía y prefieren los lenguajes iconográficos. Hay que buscar citas motivadoras: campañas institucionales, encuentros con autores, lecturas recomendadas… pero los frutos son a largo plazo.
7.- Centrémonos en Mapa de ruta. Se trata de una antología que recoge veinte años de creación lírica. ¿Cómo resumiría este recorrido?
Cada itinerario, a pesar de la aparente uniformidad, verifica una evolución interna; el inicio era más simbolista, después se adopta un tono más irónico y burlón en Enemigo leal; más tarde se enfoca un proceso biográfico con subtemas como la infancia, el despertar sentimental, el conflicto con el yo histórico o el desamor. Me gustan los libros unitarios, cohesionados en torno a un núcleo argumental y hay obsesiones que reaparecen periódicamente.
8.- En ese recorrido descubro una poesía cada vez más intensa y de mayor reflexión, según avanza la lectura. ¿Los aforismos de Mejores días son una manera más de exponer su poética o uno de los destinos de este recorrido poético?
Tal vez sí; en algún sitio he comentado mi querencia natural por el cierre aforístico en el poema; la madurez propicia un pensamiento más reflexivo y, sin duda, se pierde la ingenuidad inicial a la hora de enfocar los alrededores del yo poemático.
9.- Causas y efectos, Un país lejano, Largo recorrido y La noche en blanco son los poemarios más recientes y los que tienen con mayor presencia en la antología. También son los que agrupan los mejores poemas. ¿Se gusta más en lo último que ha publicado o hay alguna razón especial por haber dado mayor representación a sus últimas obras frente a las primeras?
El tiempo es el mejor antólogo y es quien dicta qué poemas o qué libros soportan mejor la erosión y el óxido. Siento más cercanos los libros más recientes y es verdad que en la primera salida el escritor camina a tientas, sin saber muy bien hacia dónde dirigir los pasos de su escritura. Pero los libros cuando se publican se independizan, nos miran con autonomía y reivindican un espacio propio en los estantes. Cada título aporta un enfoque y todos juntos dibujan el retrato del autor.
10.- Particularmente me gusta mucho el poema «Ante una biografía». Me llamó la atención que hablara de Da Vinci como alguien que asumió la intrascendencia ante la belleza de su obra. Parafraseando su poema, ¿qué lleva usted como parte de sí mismo? Concretamente, ¿lleva algún poema siempre con usted?
El poeta no existe si no escribe poesía. En los días laborables soy el ciudadano común que desempeña los trabajos de lo cotidiano; es el poema quien otorga otra identidad. Eso es lo que sugiere la composición que usted menciona. Cada autor selecciona unas cuantas piezas en las lecturas porque nota que son ellas las que mejor conectan con la sensibilidad del lector; no suelo llevar mis libros encima, en cambio siempre llevo junto a mí un viejo cuaderno en que anoto versos, intuiciones y proyectos que en muchas ocasiones no se concretan.

jueves, 22 de diciembre de 2011

MARÍA JESÚS FUENTES: PROFESORES.

Secundarios
María Jesús Fuentes
Caleidoscopio, Jirones de Azul
Sevilla, 2011

   Uno de los parámetros más precisos para calcular la crisis de la sociedad actual es la situación del sistema educativo y la consideración pública  que merecen los docentes, como depositarios de valores a trasmitir y formadores de las generaciones más jóvenes. María Jesús Fuentes, Licenciada en Filología Hispánica, enseñante en ejercicio, poeta con cuatro entregas en el mercado y directora de la revista cultural Mester de Vandalía, aborda en su primera novela, Secundarios, el transcurrir diario en un centro de enseñanza. Es un lugar arquetípico; dibuja en la ficción, de forma directa, con abundancia de diálogos y con un lenguaje próximo a la oralidad, los pormenores del desempeño profesional de un grupo humano y sus relaciones interpersonales.
   El arranque de este proyecto narrativo dibuja un poblado friso de personajes que integran la plantilla educativa y las líneas de fuerza que conexiona. Antiguos y nuevos encuentros crean cauces en los que se van dibujando los comportamientos humanos más frecuentes: la indiferencia, el comentario especulativo, los recelos, el amor, el deseo… son respuestas afectivas que hacen del instituto un microcosmos especular del entorno cívico donde se ubica.
   El segundo apartado elige como protagonista al alumnado. En casi todas las clases habita el que fomenta la quema y el desaliento docente; en la mayor parte de la jornada escolar se producen hechos vandálicos. El horario formativo se subordina a un tiempo de vigilancia para mantener el orden; la disciplina se asienta como tarea prioritaria porque escasean la madurez intelectual y en cambio abundan los ejemplos de delincuencia precoz, con actitudes en las que nunca existe una corriente de afecto y confianza hacia los que se ocupan de su formación.
   La tercera parte focaliza los acontecimientos más relevantes y los efectos que generan al dificultar el orden natural del aprendizaje. Son hechos que obligan a moverse de continuo en cualquier dirección y, al mismo tiempo, indagan en las respuestas individuales que van marcando el discurrir diario.
   Pesimista en la interpretación moral del mapa educativo y didáctica en su recorrido meticuloso por un escenario de conflictos, la novela Secundarios aparece como una crítica sin matices de una realidad enferma en la que se ha perdido el respeto y se ha convertido la profesión docente en un oficio de riesgo. Si educar es invertir en el futuro conviene poner los medios y reconsiderar posturas. Hay que crear nuevos itinerarios para que los profesores vuelvan a las aulas con ilusión y optimismo y encuentren en el desempeño de su tarea una labor gratificante. Educar es esencial e imprescindible para que sigan vivos  el humanismo y la cultura del esfuerzo y la superación. Una sociedad educada y culta es una sociedad más libre, más tolerante, más justa.

lunes, 19 de diciembre de 2011

IÑAKI URIARTE: RETRATO DE AUTOR.

Diarios (1999-2003)
Iñaki Uriarte
Pepitas de calabaza, Logroño 2010

   En las páginas iniciales de Diarios  hallamos este párrafo: “…los buenos libros tratan siempre de lo mismo, de unas pocas cosas que no sólo son las más importantes, sino que son las cosas que nos pasan todos los días “. Son ideas que describen con sencillez precisa la cualidad fundamental de este retrato de autor, un yo biográfico del que la solapa interior de cubierta apenas informa: “Iñaki Uriarte nació en Nueva York (1946), es de San Sebastián y vive en Bilbao”. La semblanza sugiere un absoluto rechazo de cualquier púlpito narcisista y un tono de normalidad exento de dogmas y certezas absolutas para recoger las huellas imprecisas del devenir diario. Pero al adentrarnos en este recorrido introspectivo, una anotación traza una demoledora fe de vida: “He estado en la cárcel, he hecho una huelga de hambre, he sufrido un divorcio, he asistido a un moribundo. Una vez fabriqué una bomba. Negocié con drogas. Me dejó una mujer, dejé a otra. Un día se incendió mi casa, me han robado, he padecido una inundación y una sequía, me he estrellado en un coche.” Tal acumulación de pormenores da otra dimensión a la existencia tranquila y sedentaria; al menos sugiere que cualquier vida, incluso la más anodina en apariencia, es un trayecto lleno de recodos y meandros, por mucho que ejerza como rentista que nunca ofició en un trabajo laboral estable, veranee en un concurrido Benidorm, junto a un turismo gregario que le depara una notable felicidad, y viva la trinchera nacionalista y antinacionalista del país vasco con un escepticismo sabio y equidistante: la estupidez es patrimonio de todos los que dinamitan las raíces de la convivencia.
   La naturaleza del diario incide en la yuxtaposición de temas heterogéneos y en el carácter fragmentario de una escritura que abarca un tramo temporal de cuatro años. Conviven los estados anímicos del sujeto protagonista, las experiencias vivenciales, los aportes culturales y los puntos de vista que definen una sensibilidad ante los estímulos del entorno. Así se va gestando un discurso moral que se interrumpe a sí mismo, vuelve sobre sus pasos e insiste en variaciones, como si las páginas del diario imitaran los mecanismos de la conversación.
   Una de las impresiones que más perduran es la mirada hacia la tradición cultural; las numerosas citas definen a un habitual transeúnte de las bibliotecas que tiene unos pocos precedentes literarios a los que no está dispuesto a renunciar. Un magisterio es Jorge Luis Borges del que no faltan juicios críticos y atinadas reflexiones personales. Por ejemplo, se sugiere que el escritor practica en sus narraciones y poemas una reivindicación poética de la traición, lo que corrobora con abundantes ejemplos. También se cita con frecuencia al moralista Montaigne.
   Con Diarios Iñaki Uriarte ganó el Premio Tigre Juan, un buen refrendo crítico, pero el mejor reclamo de estas páginas autobiográficas es la calidad, la contundencia y concisión de lo escrito, un puñado de textos fechados que construye el itinerario vivencial de un escritor sin bibliografía que merece un largo recorrido por la literatura. 

viernes, 16 de diciembre de 2011

FERMÍN HERRERO: EL OLOR DE LA TIERRA

Tempero
Fermín Herrero
Hiperión, Madrid, 2011

   Hay términos de uso restringido cuya semántica propicia la evocación y lo elegíaco. Es el caso de “Tempero” que en el diccionario precisa con definición ejemplar: “sazón que adquiere la tierra para las sementeras y labores”. Detrás de esa palabra cohabitan la estampa minimalista de José Jiménez Lozano, el ruralismo narrativo de Miguel Delibes o el tiempo sosegado y meditativo de Antonio Machado. Fermín Herrero (Ausero de la Sierra, Soria, 1963) es uno de los escasos nombres de la lírica intersecular que sigue inmerso en esa tradición del paisaje castellano, ya núcleo argumental de entregas anteriores.
   En Tempero hallamos un libro orgánico que reitera algunas claves formalistas, como el poema breve y los títulos al término de la composición para que los versos nos lleven de forma natural a la definición y no condicionen de modo previo la lectura.
   El profesor José Luis Herrero, de la UNED de Soria, ha investigado la presencia de sorianismos en el diccionario de la Real Academia y ha completado un fichero léxico de la provincia que puede ser de gran utilidad al curioso lector que se acerque a las composiciones de Tempero y encuentre términos cuya etimología remite al alto llano numantino, la comarca de Tierras Altas, un espacio geográfico ubicado en el nordeste de Soria que ha sufrido un intenso éxodo rural. El severo despoblamiento ha puesto fecha de caducidad a una cultura campesina milenaria que hallaba en la práctica agrícola y en la ganadería de trashumancia sus habituales modos de vida.
   El poema busca el olor de la tierra, la carga sensorial de un paisaje que ha perdido cualquier alabanza de aldea para sumirse en un estado de letargo que propicia una contemplación demorada: “La tarde que se alarga. Nieva. La duración / en mí, que me desprendo y al cabo doy / en todo. Y solo. Aquí o allá / es lo mismo, inmediato. Ahora puedo / ver, alguien me pronuncia, el tiempo / me retiene más suyo que nunca, menos / transcurso, a salvo ya de su condena…”   Ese fenómeno atmosférico, la “Húrgura”, que genera la borrasca de nieve y viento rompe el trascurso monótono del día para incidir en la condición de ser en medio de los ciclos naturales.
  El campo da una sensación de estatismo, un devenir que alienta la quietud y el despojamiento y que halla en la imagen de un cerro pelado el reflejo de la propia esencia de vivir; se van agotando los afanes y las pretensiones, los elementos del paisaje muestran una común actitud de calma  que acrecienta la soledad del que contempla o ese desamparo que lleva a buscar el abrazo del otro para librarse del escalofrío.
   La poesía de Fermín Herrero tiene el tono justo de la confidencia; no levanta una voz que apenas cambia con el tiempo, otea el horizonte y se encoge de hombros, convencido de que la naturaleza tiene un destino marcado, una cadencia que invita a reflexionar sobre los signos de lo  mudable y a guarecerse  a cielo abierto, detrás del pensamiento.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

UN ENCLAVE HISTÓRICO: POTSDAM


Apuntes al paso ( y II) :

   Madrugamos para la visita de Potsdam, uno de los lugares históricos de la periferia berlinesa. El trayecto se inicia en el puente que sirvió de escenario a una de las secuencias más conocidas de El tercer hombre, la película que protagonizaran Joseph Cotten, Alida Valli y Orson Welles. Muy cerca, un lago calmo y una frondosa llanura en la que conviven tilos, fresnos y pinos con el praderío. Allí se construyó una casa de campo en la que se ubicó la Conferencia de Potsdam que fijó el nuevo orden mundial tras el nazismo y anticipaba la guerra fría.

    El barrio holandés de Potsdam está repleto de celebraciones festivas que compartimos. Más tarde nos desplazamos a la zona monumental y a Sans Soucci, palacio ilustrado que sirvió de retiro a Federico El Grande, cuya tumba, una humilde lápida, es un terco ejemplo de sencillez. Las patatas naturales dispersas en ella acrecientan la idea del monarca preocupado por el bienestar de sus súbditos.

   La mayor oferta cultural de Berlín se concentra en la isla de los museos; aglutina edificios inspirados en la etapa clásica de Grecia y Roma. Elegimos el Museo de Pérgamo, el más afamado. No decepciona: la reproducción del Altar de Pérgamo, los frisos, las columnas ciclópeas y las salas dedicadas a Babilonia, Ur y Caldea dejan en mi retina la dimensión exacta de muchas imágenes de mis libros de texto. Allí está, por ejemplo, el Código de Hamurabi, esa constitución primitiva inscrita sobre una piedra milenaria.

  Lenta mañana de domingo en el barrio turco de Berlín. Cierran casi todos los establecimientos. En un bar semidesierto, un abuelo ayuda a un niño inquieto a realizar sus deberes escolares. La estampa inspira ternura. Como en todos los sitios, la senectud contagia sabiduría, afecto y paciencia. En tranvía viajamos hacia un antiguo barrio comunista, ahora es una zona remodelada y cuajada de ofertas para el turismo. El Berlín socialista es una reliquia de la periferia.
   Últimas horas callejeando en las cercanías de Alexanderplatz. Acopio de recuerdos y la certeza de que estos apuntes al paso me dejan vivencias y pormenores que ya son patrimonio de mis recuerdos más gratos.

domingo, 11 de diciembre de 2011

DÍAS EN BERLÍN (I)



APUNTES AL PASO :

. La cartografía urbana de Berlín tiene dimensiones teatrales y un punto cero donde todo comienza: La Puerta de Brandeburgo. Desde allí, un jardín de senderos que se bifurcan hacia el Reichstag, hacia el monumento en memoria de los judíos asesinados en Europa, hacia las embajadas de los vencedores o hacia el Hotel Adlon...

. Una ciudad en ruinas y una guerra; una historia de vencedores y vencidos con un paisaje después de la batalla y con abrumadores daños colaterales.

. El monumento a los judíos asesinados es un memorial extraño. Suelo ondulado, quietud, cemento, simetría y más de 2700 cubos de hormigón que recuerdan la más tenebrosa barbarie cometida en Europa. Por debajo un Centro de información y la sensación de que todos somos culpables,  también la buena gente, la que tiene las manos limpias y mira hacia otro lado. Es difícil salir de allí sin dejarse arrastrar por la melancolía.

. El incendio del Reichstag propició el ascenso imparable de los nazis y una política de manos libres. "Primero vinieron a por los comunistas..." Nadie lo ha dicho mejor que aquel poema de Bertolt Brech que aprendí de memoria y que tantas veces escribí en la pizarra de mis clases, aunque ahora lo cite mal y no tenga a mano la poesía completa de Brecht para copiarlo entero.
   Norman Foster remodeló la cúpula y puso en sus materiales cristal y transparencia, para que los políticos vieran al pueblo (dicen).

. En el bulevar Unter den Linden, otra vez los tilos.

. De noche la ciudad cobra una insólita animación callejera con mercadillos de gastronomía local, excelente cerveza y vino caliente con olor a anís. Buscamos entradas para un concierto de la Filarmónica. Un poco de suerte, como con esta climatología hospitalaria de frío otoñal y cielo limpio.

. Después, la ciudad duerme.

lunes, 5 de diciembre de 2011

LA PUERTA DEL TIEMPO


LA PUERTA DEL TIEMPO

Con pulso firme el hombre
decide abrir la puerta de su tiempo.
Desde el umbral contempla,
con dolor y nostalgia, la niñez:
paredes transparentes
que un lamentable olvido acumulado
dejó casi vacías.
Hoy sostienen acaso un traje rojo,
sombra y polen de los bosques cercanos,
una esfera, tebeos...
Mira su adolescencia: dogmas rotos,
esperanzas estériles,
ventanas obturadas de verde y denso musgo.
Vislumbra las entrañas
de otras habitaciones que ilumina
una vela gastada en días grises.

Se da cuenta -lo atestigua su rostro
enarbolando una sonrisa triste-
que su tiempo le cabe
en el cuenco cerrado de la mano.
Y aceptando su sino,
declinó en los postigos la falleba,
basculó en el dintel la puerta carcomida,
encadenó la verja despintada
y penetró con gozo en el jardín umbrío,
a conversar sin tregua
entre la espesa fronda con la muerte.

      (De Rotonda con estatuas, 1990 )

jueves, 1 de diciembre de 2011

                                                       (José Luis Morante.
                                                        Fotografía de Sergio Guadalajara)

Lo autobiográfico debe guardar equilibrio en el análisis de los sentimientos; que la tristeza no haga más pequeño el sitio de la felicidad.

Cuando estoy solo soy más sociable.

Alardea de una austeridad llena de necesidades.

La música del viento improvisa agitación en la hojarasca.

Conozco el tardío desenlace de una fuga interior.

Cumple un trienio más en el lamentable oficio de la difamación.

Escenografía inventada. Hechos imaginarios. Protagonistas reales.

Como una guardia pretoriana, un círculo de libros lo defiende.

         (Del libro Mejores días, De la luna libros, Mérida, 2009)