Umbrales Alejandro Lanús Ediciones Ramas (Segunda Edición) Rosario, Argentina, 2014 |
INVITACIÓN AL SER
En el nebuloso argumento que aglutina el aforismo como género trasversal,
las facetas del ser buscan asentamientos propios. En ellos depositan
sensaciones, traumas, emociones, sueños, frustraciones y escepticismo. El
material difunde un balance: el resultado final de un provechoso aprendizaje.
Así se define la pasión por enlazar, en los estratos del tiempo, itinerarios
interiores y la irregular cartografía de la realidad. De esta memoria
reconstruida nacen los esquejes pensativos de Umbrales, libro de Alejandro Lanús (Buenos Aires, 1971) editado por
primera vez en 2009 y reeditado en 2014. La nueva propuesta retorna con hermosa
fotografía de cubierta de Ann Keel, ilustraciones de Matías Mahia y algunas
sustituciones en los contenidos textuales.
La inclinación aforística de Alejandro Lanús es antigua, como su cobijo
en el magisterio de Antonio Porchia. Ha dado pie a un singular recorrido
biográfico y al rol activo del escritor en las redes sociales. Los enlaces
binarios multiplican enlaces receptivos con un género antes minoritario y
clandestino y hoy repleto de practicantes a una y otra orilla del castellano.
Una concisa nota prologal clarifica una etiqueta convertida en clave
semántica: “Pensé en Umbrales como
título porque ellos nos permiten avanzar o retroceder a gusto, potenciando o
aniquilando así todo pensamiento fértil o estéril. Un umbral es un espacio que nos posibilita estar en el medio de una
idea, parado sobre una línea, listo para avanzar o presto para huir
definitivamente “.
La gestación prolongada de los aforismos enlaza estados de ánimo
diversos y proyecta un abanico reflexivo muy amplio, con el filo incisivo del
poema: “Imagino cosas / que no existen en este mundo, / pero que existen para
este mundo. / No comprendo: / ¿Por qué lo que existe / para este mundo no
existe / en este mundo?“ Resalta desde el inicio la disposición del texto, no
con el renglón seguido de la prosa sino distribuido en fragmentos versales que
convierten el aforismo en enunciado poético. Alejandro Lanús los denomina
“astillas de poesía”. En esas esquirlas no solo está presente el sesgo
meditativo del pensamiento sino una cadencia musical y armónica: “A veces, a
tientas / soy infinito”, un signo que refuerza la indefinición genérica de los
fragmentos, su invitación al ser entre la filosofía y la lírica.
El lenguaje no es un instrumento retórico fosilizado; la frescura de sus
recursos convierte la dicción en un espacio en continua muda, que oculta un
sustrato inefable. Acaso esa veta oculta sea su verdadera voz. Con ella, el
aforismo da curso a un pensar libre que sondea en lo oscuro y desconfía de
lo evidente, que comparte esencia con la poesía al adentrarse en el misterio. Lo constatan textos como estos: “Tocar lo insondable y no
regresar”, “Todo está dentro de uno, / hasta el espacio más remoto”, “Si
dejáramos de mirar hacia fuera, / hallaríamos lo infinito”. “Una grieta me
regresó al vacío inicial”, aforismos cuya subjetividad establece una mano tendida hacia el pensamiento oriental.
Ya se ha dicho; la geografía verbal de Alejandro Lanús está tejida de voluntad poética. A través de su voz se perfila un quehacer exploratorio que
disemina en el acontecer nuevas interrogaciones. El sujeto aposenta sus pasos en
los umbrales de la incertidumbre; empeña su conciencia en un largo
vuelo, a tono con el aire.
Amo leer Umbrales, es como estar en el paraiso pero dentro de un libro, es fascinate
ResponderEliminarLo es querida Romi, y estoy muy agradecido a Alejandro lanús por su envío; no es nada fácil enviar a España libros argentinos; así que comparto tu apreciación crítica. Los destellos aforísticos de "Umbrales" son luces que abren la noche, un camino firme de emoción y poesía. Muy agradecido por tu comentario, Romi, y feliz día.
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