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Pasos a dos Madrid, Plaza de Colón, abril, 2024 Fotografía de Cris Aparicio
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EN TORNO AL HAIKU
El haiku teje en silencio, sin dogmas; cuando la poética se
aleja de la emoción se refugia en el laboratorio.
Quien siente una arbitraria mutilación del paisaje cuando
cierra los ojos, no mira hacia dentro.
Leo a San Juan de la Cruz. Percibo en el volar del haiku las
cinco condiciones del pájaro solitario: va a lo más alto, no sufre compañía,
pone el pico al aire, no tiene determinado color y canta suavemente.
La humilde sobriedad del esquema verbal contrasta con su
riqueza perceptiva y su capacidad para crear geografías imaginarias.
El tacto de las palabras recuerda la presión indecisa que
muestra la mano de un niño cuando sale a la calle. Entre agarrar y soltar.
Cada silencio es un potente generador de sentido.
La percepción poética es una forma de conocimiento. En la
lenta conquista del aprendizaje meditación, lectura, sosiego y piel.
(Anotaciones del libro A punto de ver, Polibea, 2019)
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