miércoles, 15 de octubre de 2025

ÉL NO ESTÁ AQUÍ

La buena compañía
Fotografía
de
Javier Cabañero Valencia

 

ÉL NO ESTÁ AQUÍ

 

   Él no está aquí. Está su soledad, perdida en el bosque de los años, como un espejo al fondo, donde nadie se mira por falta de luz tibia. Están las erosiones y el cansancio que anticipan la escondida quietud de la raíz. Está el dudoso oficio de sostener la fronda de ilusiones tardías y está el sabor salobre del pasado, ese lugar lejano que hoy parece una escenografía inventada. Pero él no está aquí.


(De Cuentos diminutos)



martes, 14 de octubre de 2025

PEPI BOBIS REINOSO: ÚLTIMA POESÍA

Pepi Bobis Reinoso
(Ciudad Real, 1952)
Poeta y actriz

PEPI BOBIS REINOSO: ÜLTIMA POESÍA

 
Ventanas
Pepi Bobis Reinoso
Ediciones en Huida
Colección Extravaganza / Poesía
Sevilla, 2024
 
Brooklyn
Pepi Bobis Reinoso
Edición privada no venal
Sevilla, 2025
 
 
   Manchega de nacimiento, pero sevillana desde hace muchos años, Pepi Bobis Reinoso (Ciudad Real, 1952) alumbra una vocación poética cuyo paso inicial es el libro El jardín de los instantes (2017). Poco a poco, coge ritmo un discurrir pautado, donde ven la luz las entregas: Nido de mirlos (2019), Bajo el árbol prohibido (2021), Ventanas (2024) y Brooklyn (2025). Todos los títulos alumbran un protagonista lírico poético cercano y comunicativo, dispuesto a mostrar las contingencias de lo confesional, desde un lenguaje limpio y sin laberintos herméticos. Las palabras observan la realidad, no esconden sus incertidumbres, sospechan que lo cotidiano es un entorno abierto en el que se cobijan los fantasmas ateridos del tiempo, junto a simples ficciones verosímiles.
  En los poemas de Ventanas las palabras se asomaban al tránsito existencial buscando claridad vital, esa oquedad estremecida que conforma la esencia de los días. El tiempo se nutre de sueños apagados y decepciones, de un gusto amargo que se posa en el paladar y del empeño inacabable de encontrar una razón para vivir, más allá de erosiones y pérdidas: “Acaso pueda entender / por qué rebosa un balde / con solo mirar desde el borde / brutal de la esperanza”.
   Los poemas sedimentan una clara sensación de orfandad, la certeza de que lo humano tiene un epitelio de fragilidad vulnerable. Cada pisada abre un camino transitorio y oscuro que nunca anticipa el anden hospitalario en el que abrir casa donde poder descansar. El territorio existencial “es una ventana / abierta a la incertidumbre / una pupila dilatada, / una frente herida / un pasillo de oscuridades”. Toca respirar hondo y borrar los contornos del ser enajenado; aprender serenidad y buscar en la transparencia del cristal hilos de esperanza. Aunque la aguja de la brújula nunca señale el norte, hay que ser Ícaro y preservar intacto el sueño de volar.
   Brookyn recuerda en su cubierta la emblemática silueta del puente, uno de los elementos icónicos más celebrados de la ciudad de Nueva York, que ha servido de excusa argumental y escenario a numerosos poetas españoles. A ellos se suma Pepi Bobis Reinoso en su empeño lírico de “hacerse a la mar sin conocer las corrientes y el barro de fondo”, ignorando el riesgo y dando fuerza al afán por descubrir. Con la esperanza de abrir los ojos y mirar más lejos. El poema en prosa se convierte en molde expresivo de una palabra meditativa que acoge en su interior emotivas sensaciones del entorno. La escritora alumbra una variopinta fauna plena de simbolismo: mariposas, murciélagos, águilas conforman los trazos de un paisaje onírico en el que el hablante verbal contrasta el patrimonio sensorial del entorno. Los sueños salvan del tedio de esos días imprecisos en los que se evidencia la cercana presencia del vacío, “una deflagración de interiores que opaca cualquier tormenta”. El yo se contempla a sí mismo envuelto en una oscuridad indefinida que confunde contornos y transforma los sueños en grises esqueletos.
   La trama, en ocasiones, sugiere el decir despojado de un diario íntimo que intenta guardar el ligero temblor de los días. Recuerda en su estructura el mirar ensimismado del poeta que busca en las palabras su propia identidad. Sin ruido, con el paso sosegado de quien espera el alba. Alguien que sabe que la fuerza semántica de Brooklyn es a la vez libro y puente, cerradura y ventana. Ciudad interior. Una conciencia subjetiva y concreta, que se asoma al tiempo para marcar sus pasos. Geografía que confunde la realidad posible y las nubes de paso de los sueños.


José Luis Morante



 
 

lunes, 13 de octubre de 2025

CONJETURAS Y LÍMITES


 

CONJETURAS Y LÍMITES
 
Los límites del lenguaje
son los límites de mi mundo
 
WITTGENSTEIN
 
   Con la rutinaria pauta de los años, fue haciendo del silencio un principio de simetría. Pulió opiniones, como caliza blanda. Formó ángulos para albergar matices de lo íntimo. Asumió conjeturas y ejercitó, sin cansancio ni merma, la prudencia verbal.
  Observa la realidad y los espejos como simples ficciones del pudor. Y jamás habla si no es en presencia de sus diccionarios.


(Cuentos diminutos)





domingo, 12 de octubre de 2025

LOS HECHOS CONSUMADOS

Olor a lluvia
de internet
Freepick

 

LOS HECHOS CONSUMADOS
 
Gracias a mi torpeza,
al cómplice silencio de los días lluviosos
y a los buenos oficios de enemigos comunes,
has conseguido un odio a la medida;
apenas se vislumbra.
Surgen imperceptibles
las miradas oscuras, asesinas,
en las cosas que amo;
el sonido quebrado de una cuerda vocal
ofertándome aliento;
el brillo delator de tu pupila
en mis desolaciones.
 
Nada que objetar: eres libre y eliges.
Sabes muy bien qué ganas o qué pierdes.


    (Del libro Enemigo leal, )





 

 

sábado, 11 de octubre de 2025

DISTORSIONES

Andar por casa
fotografía de
Remordimiento S. L.

 

EL CAOS COMO REFUGIO


Emboscada en las páginas autobiográficas del diario íntimo, la impostura es tan habitual que debería ser obligatorio presentar la denominación de origen.

Cerrada en el gris de las relaciones personales, la incertidumbre afectiva.

La ruptura es un nuevo comienzo; jamás debería distorsionar la sensación de final feliz.

En los ensayos teóricos universitarios el vocabulario de fuste y el cargamento de citas recuerdan el palmetazo del maestro sobre el pupitre para reclamar atención al bullicio infantil.

Letras descarriadas, para nadie, con la obligación de mantener el secreto ideal de lo ilegible.

(Fruta madura)





 

viernes, 10 de octubre de 2025

CRÍTICA CON GUANTES DE BOXEO

El mentón vulnerable

 


CRÍTICA CON GUANTES DE BOXEO
 
   No entiendo la obsesión de algunos lectores por exigir a la crítica que tenga la contundencia de los guantes de boxeo; no entiendo la aversión por el juicio reflexivo y cordial. Parece que el hecho de eludir descalificaciones es solo un exceso de amiguismo, un muestrario de subordinación, una invitación a la mentira. Según ellos, solo son veraces las reseñas que crean efectos secundarios. Aquellas que golpean con dureza la piel formal, las vísceras argumentales o los riñones ortográficos…
  Hay que ser un crítico de pelea, de los que disparan el puño del teclado y aguardan el desplome en un rincón del cuadrilátero, bajo la toalla mojada de la suficiencia. Así que para el futuro debo ser menos pacífico y aceptar el reto de buscar los puntos vulnerables.      



jueves, 9 de octubre de 2025

LOS DÍAS IMPROBABLES





ANOTACIONES DEL DIARIO


 Como en aquella inolvidable película sobre la distopía de los Panero, hay que perseverar en el desencanto.

Nosotros los de entonces ya no somos los mismos. Las opiniones son fósiles que guardan con prudencia sus escombros. Quedan a resguardo, fortificadas, con una permanente actitud defensiva. Si se muestran generan efectos perturbadores.

Supongo que los que cambian de ideas y actitudes a cada instante cobijan una identidad múltiple.

Las erratas son borrones de oscuridad y sombra, pero también de celebración de la ocurrencia. Son capaces de sustituir "emergente" por "serpiente".

Ningún itinerario es tan completo como el viaje existencial. Yuxtapone con solvente naturalidad los tres andenes: paraíso, purgatorio e infierno.

Los profesionales de la medicina reiteran una conducta chocante. En la cita informativa se dirigen con insistente atención al acompañante, excluyendo de su mirada al paciente, como si quisieran librarse de su responsabilidad, como si ya no existiera. 

En esos días improbables donde lo cotidiano es un punto de lectura excluido de mi atención. Todo resulta ajeno, sobre todo yo mismo.  


(Anotaciones sobre el pesimismo)