martes, 1 de noviembre de 2011

ENCUENTRO

                                           (Crepúsculo en Navadijos.
                                          Fotografía de Rubén Sánchez Santana)

Encuentro

Aquel día gozaba de la lluvia
bajo la espesa fronda de un parque solitario
y tropecé conmigo.
Miré mi rostro
con curiosa sorpresa;
me hallé un poco más viejo, más cansado,
abrumado quizás
por un escepticismo prominente y asiduo
y una antigua tristeza,
palpable, aunque recóndita.
Sentados en un banco prodigamos
leves toses, murmullos,
dilatados silencios y miradas furtivas.
El tiempo parecía detenido,
hasta que una acuarela de ceniza
ensombreció el crepúsculo.
En tanto se alejaba,
una temprana rosa depositó en su sitio
efímeros instantes de belleza
que, de común acuerdo, ambos no vimos.
Respiré hondo;
todos sabéis qué indecible fragancia
emana de la tierra cuando llueve.

1 comentario:

  1. Precioso poema , interesante búsqueda de si , es que de eso se hace la poesía
    Un abrazo desde Argentina

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