(Fotografía de Toni Gutiérrez)
Pertenezco a una generación que hizo del tebeo puerta natural hacia la lectura. Mis días infantiles hallaron amena compañía con las aventuras de Roberto Alcázar y Pedrín, los músculos del tuerto Goliath, el valor enamorado del Capitán Trueno y el estruendo de Hazañas Bélicas. Fueron días en blanco y negro que me llevaron a otras geografías, diseñadas por Julio Verne, Salgari o Stevenson. Aquella literatura aventurera, con lindes muy definidas entre buenos y malos, que hablaba del valor y la solidaridad nunca dejó de pertenecerme y constituye un ciclo lector que añoro con melancólica ternura.
Por eso leo Prisioneros de Zenda con los ojos abiertos de una sensibilidad compartida y con la certeza de que el libro pertenece a aquellos días. El volumen está firmado por el escritor Fernando Marías y por el ilustrador Javier Olivares. Los dos han completado hasta la fecha un quehacer creador reconocido, de indudable calidad. Repaso algunos datos biográficos: Fernando Marías nació en Bilbao en 1958 y comienza su carrera literaria como guionista de cine. En 1990 escribe su ópera prima, La luz prodigiosa, a la que siguen títulos como El niño de los coroneles, Todo el amor y casi toda la muerte o Invasor, cuyo estreno cinematográfico es inminente. Además ha colaborado en distintas antologías de relatos y en libros infantiles y juveniles.
Javier Olivares (Madrid, 1964) es autor de cómics, se prodiga en las principales cabeceras de prensa con sus ilustraciones y es responsable de numerosas ilustraciones de títulos clásicos, infantiles y juveniles. También ha trabajado como diseñador de cortos animados.
A los dos los une su afición cinéfila y su predilección por los libros de aventuras que se visualizan. Ese es el detonante que aglutina el trabajo común en Prisioneros de Zenda. Es sabido que Richard Thorpe dirigió en 1952 la película “El prisionero de Zenda”, basada en la novela homónima del escritor inglés, del siglo XIX, Anthony Hope, un libro de aventuras que logró un gran éxito popular y que impulsó un territorio imaginario, Ruritania, capaz de ser escenario de cualquier aventura.
Cuatro son los relatos que aglutina Prisioneros de Zenda, con un prólogo apócrifo y con textos que protagonizan piratas, zombis, bandoleros y el hombre de las nieves. Arquetipos de malos que dan culto al valor y al coraje, como aquellos protagonistas primerizos de Jorge Luis Borges. Pero no son malos al uso, que cumplen su papel con estricta fidelidad. Cada protagonista tiene gestos que delatan un conflicto interior. Son malos que luchan contra sí mismos, que hablan de culpa y remordimiento y que merecen redención.
Fernando Marías y Javier Olivares trazan nuevos itinerarios para estos malos de corazón romántico, escriben y dibujan biografías con precisas instrucciones para alejarse de la maldad o para que los acompañemos en su nuevo viaje. Los dos nos dirán dónde se sitúa ahora Ruritania.
Presentación en la sala Miguel Hernández
Rivas-Vaciamadrid
con Fernando Marías, Javier Olivares y Manuel Hernández
Grandes, Fernando Marías y Javier Olivares. Un placer estar en esta presentación. Y el libro, todo un lujo de edición. Habrá que estar pendientes de próximas publicaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Querido Ricardo, me alegra muchísimo que el acto te haya gustado. Era complejo que un día de puente el encuentro con los dos autores de PRISIONEROS DE ZENDA saliese bien. Gracias al apoyo de gente como tú, Fernando y Javier se fueron contentos y con ganas de volver a Rivas.
EliminarYa cuento los minutos que me quedan para empezar la lectura de tu diario.
Abrazos
si queréis más fotos del libro, aquí hay (:
ResponderEliminarhttp://tiposmagicos.blogspot.com.es/2012/06/prisioneros-de-zenda.html
Uno de los aciertos de la presentación fue el hecho de disfrutar de las ilustraciones en su formato original. La edición requería un esfuerzo adicional por parte de Javier Olivares para que las imágenes contaran la historia por sí mismas. Y lo ha conseguido plenamente.
EliminarConocer el trabajo de Javier en su blog anima a recuperar nuestra vieja predilección por el tebeo y la historieta gráfica. Abrazos.
Una presentación que, sin duda, no voy a olvidar. En ocasiones actos pequeños,te cambian ciertas perspectivas de las cosas o, como en mi caso, te recuerdan momentos mágicos que estaban olvidados y que eran un fetiche en tu escritura: ese encuentro en Villa Diodati representa un hito en mis anhelos del pasado. Maravilloso acto para el Fernando exterior, que todos conocen; intenso y muy melancólico para la Sombra de saudade que el Fernando interior lleva dentro.
ResponderEliminarEstupendo el olor de la tinta. Gracias por el regalo. Otra cosa que debo y hace grande a José Luis Morante.
Querido amigo, ante todo mi más cordial enhorabuena por la edición de tu poemario, cuya presentación convocará a muchos seguidores de la buena poesia.
EliminarTambién tu afinidad por los libros de aventuras de Stevenson ayudará a entender el grato placer de leer tu comentario.
Un fuerte abrazo.
Reitero mi agradecimiento a todos los que asististeis a la presentación de este pequeño capricho literario de Fernando Marías y Javier Olivares. Especialmente quiero dar mil gracias a la persona gracias a la cual fue posible este momento tan especial: Jose Luis Morante. Y un millón de gracias más por sus generosísimas e inmerecidas palabras hacia mi persona.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Gracias a ti, Manuel, por una programación efectiva y llena de apoyos; por facilitar el encuentro con autores de primer nivel y por hacer del libro una cita imprescindible en la localidad.
EliminarUn abrazo.