Tamaño natural
A Javier Sánchez Menéndez
La madrugadora inmersión en la transparencia del mar trasmite frío. El cuerpo se estremece. Braceo con fuerza, quebrando en espuma las dorsales azules más próximas. Pronto me desasosiega una sensación, percibo que mis brazos y piernas encogen de modo perceptible. El regreso a la orilla es una odisea fatigosa. Torno exhausto. Cuando salgo del agua tengo el tamaño liliputiense de una estrella de mar.
Desvalido, me tiendo sobre la arena, ahora con tacto de guijarro. En la quietud, aprendo a estar callado. Mientras, pasan las horas. Sólo a mediodía recobro mi tamaño natural.
Muy bueno. Interesantes sensaciones a través de esta versión moderna de Alicia en el País de las Maravillas.
ResponderEliminarUna forma de corroborar, con encanto literario, la subjetiva percepción que nos ofrecen nuestros sentidos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. ¡¡Y pensar que a través de la relatividad de estos sentidos se han establecido importantes leyes y dogmas de vida!!
¡Qué importantes son las vacaciones para percatarse de estas sugerentes sensaciones!
¡¡Feliz descanso veraniego!! Besos
No había pensado en Lewis Carroll bajo la sombrilla, pero es verdad que el parentesco argumental es innegable. Así que, ya a tamaño natural, tomo el teclado a saco para darte las gracias, una vez más, por tu interés y por tu práctica de la "crítica hidráulica". Qué ganas tengo de ver tu lectura visual de NINGUNA PARTE.
EliminarAbrazos ya casi en tierra adentro.
Jajaja, Lleva cuidado con el sol que ahora pega muy fuerte . . . me encanta tu humor, lo dejas caer como si no fuese contigo. Buen micro, es muy refrescante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo. Ah, felicidades por tu nuevo poemario.
Paco, estos días alejado del blog te echaré mucho de menos; ya te contaré el itinerario y espero de verdad que se cumpla aquel verso del Kavafis y que Itaca sea el camino.
Eliminarfeliz verano.