ANTAGONISMOS
La pereza percibe en las nimiedades del día prendas al sol.
Me gustan los dedos callosos de la voluntad, ese tacto que guarda lisuras, grietas y pinzas.
En la mudez de las fachadas, boca abajo en el tendedero, los contornos oscuros de los sueños, los secretos de alcoba.
Hace menú del pensamiento débil y negligente, que sorbe como sopa cualquier distorsión.
Después de tantos meses de destrucción y muerte, su sordidez tribal respalda todavía el pacifismo del invasor.
Ella sospecha que nuestra masa encefálica está en el pene.
Más que humanismo, voluntad e inteligencia, tenía abreviaturas.
No me cuesta separarme de mí, no me gustan mis antagonismos.
Aforismos autobiográficos
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