BODEGÓN
Marcia encuentra en el sueño una telaraña de besos y llena de humedad su piel dormida. En mitad del silencio, extenso y claustrofóbico, Lena cuenta la avalancha de pasos que exilia inadvertida su memoria. Impregnada de polvo, una moneda reclama en el rincón la mano abierta y resucita el vuelo a cara o cruz. Una araña descifra el agujero que reabre la sombra en la pared. Pliegues de un bodegón que exigen cada día esa porción exacta de asombro y extrañeza.
(Cuentos diminutos)

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