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IDA VITALE (Montevideo, Uruguay, 1923) Caja de las Letras, Instituto Cervantes, Madrid |
VOZ PERENNE
Poesía reunida
(1949-2015)
Ida Vitale
Edición de Aurelio Major
Tusquets Editores, Austral
Barcelona, 2022
El 2 de noviembre, Ida Vitale cumplía 102 años. Y fue muy grato celebrar la efeméride con los recuerdos de su estancia en Madrid, en marzo de 2023. La poeta de Montevideo regresaba a España, pese a la delicada fragilidad, para
intervenir en varios eventos en torno al claro auroral de su poesía, un balance
colmado que condensa setenta años de itinerarios abiertos en la espesura
del lenguaje.
Ediciones Austral celebró el longevo caminar compilando
en Poesía reunida (1949-2015) todos
los libros de la autora con edición de Aurelio Major. El volumen desanda el
tiempo para hacer una radiografía en el discurrir. Aloja como punto de salida Antepenúltimos, selección de las
composiciones más recientes, y como
estación final La luz de la memoria, amanecida
de una voz que buscaba sitio propio en 1949 y que no tardaría en convertirse en
nombre referencial de la Generación del 45 uruguaya. Como es sabido, los
integrantes de esta promoción se caracterizan por ofrecer en la constante
incertidumbre del hecho poético un trato cercano con la emoción, frente al
enunciado racionalista o el oscurecimiento del campo semántico. La solidez
escritural de la promoción conforma una nueva identidad colectiva uruguaya
cimentada en el quehacer de protagonistas como Mario Benedetti, Idea Vilariño,
Amanda Berenguer y Humberto Megget.
Integran el volumen trece salidas en total que
hablan de una voluntad creadora con reconocimientos como el Premio Nacional en
Uruguay, el Alfonso Reyes, Octavio Paz y el de Literatura en Lenguas Romances
en México, país donde vivió muchos años a causa del exilio desde 1974, y en
España los premios Federico García Lorca, Premio Reina Sofía y Premio
Cervantes. Completa el listado el Premio Max Jacob, otorgado en Francia.
La nota de edición recuerda que, aunque queden fuera algunas
composiciones escritas en la década de los cuarenta, esta obra recoge la poesía
que su autora considera asentada en su redacción definitiva y final, ajena a
cualquier reelaboración y cambio que, a veces, enciende el afán de perfección Este es el legado de quien entiende la poesía
como quehacer esencial que “busca sacar de su abismo ciertas palabras que
puedan constituir el tejido de cicatrización tras el que todos andamos sin
saberlo”.
La muestra postula una obra abierta cuyas claves son el silencio
expresivo y la variedad temática que abarca desde el intimismo transcendido y
la constante incertidumbre del discurrir existencial hasta la percepción
celebratoria de una naturaleza impuesta por la lentitud de lo perdurable, cuyos
elementos atestiguan un patrimonio intacto de verdad y belleza. Así nace el
vehemente deseo de la poeta, no exento de cierto misticismo, que afronta
indeclinable su tarea: “Abrir palabra por palabra el páramo, / abrirnos y mirar
hacia la significante abertura, / sufrir para labrar el sitio de la brasa, /
luego extinguirla y mitigar la queja del quemado”.
La voz natural de Ida Vitale huye de la impostura. Se arropa en la
contención y el despojamiento. Quita peso a las palabras para que encuentren
una presencia leve, casi etérea pero llena de luz, en la que se establece una
continua poda de recursos: “El sobresalto fuera del poema y dentro del poema,
apenas aire contenido “. En sus entregas se percibe un diálogo directo con el
acervo clásico y con la escritura de Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Pablo
Neruda y César Vallejo como magisterios más próximos. La poeta no duda en
emplear formas cerradas como la décima o el soneto, cuyo uso refrenda un
artesanal dominio formal, pleno de exactitud y sentido musical; hay también una
inclinación prolongada hacia el mundo clásico. Roma se convierte en motivo
habitual con abundantes referencias a sus huellas culturales y arqueológicas.
Poesía reunida (1949-2015) muestra el
proceso creativo de Ida Vitale y las distintas etapas de su escritura. Un representativo
quehacer que actualiza claves poéticas de la tradición y conmueve el ánimo con
ámbitos esenciales como la naturaleza del yo en su despliegue sentimental y en
sus reflexiones sobre los conceptos centrales de la existencia: la soledad, el
tiempo, el amor y la muerte. La voz de Ida Vitale es palabra generadora, hoja perenne; eco
sostenido en el aire, plenitud y misterio.