II. Visita a Miami
Desde el Aeropuerto Internacional hasta la ciudad de Miami la distancia es muy corta. Al menos esa es la sensación que tengo desde que aperecen las primeras siluetas de los grandes edificios.
Miami ocupa una gran extensión de terreno frente a la bahía. Así que optamos por trazar un itinerario rápido en coche que nos haga tener una visión en general de la ciudad. Se distribuye en distritos de muy diferente apariencia. Las afueras semejan una prolongación de La Habana. En el parque de Coral Gables se ven algunas parejas de novios en sesiones fotográficas y algunas adolescentes vestidas de fiesta. Javier nos explica que es la forma de celebrar su entrada en sociedad, un asunto que parece propio de un cuento de hadas.
Pronto nos adentramos en la playa de South Beach. Antes se vislumbran en la otra orilla las grandes mansiones de las estrellas de cine o de música. Enormes casas con enormes jardines con enormes yates en la puerta. En el litoral los establecimientos de marcas comerciales conviven con los bares de copas y con una abigarrada mezcla de cuerpos de envidiable fisionomía. Necesito más sesiones de gimnasio... creo.
Los enclaves urbanos más gratos son Lincoln Rd. y Española Way. En una de sus terrazas descansamos. Esperan una cerveza fresca y una sesión de fotos.
Solo viajando nos damos cuenta de la disparidad de costumbres que existen, las cosas más normales allí nos parecen exageraciones aquí... Enormes casas con enormes jardines... ¿enormes personas también? jij...
ResponderEliminar