"Pequeños vigías", Sal de Plata, 2012 |
A Patricia Jiménez, por estar.
Decepción. Ese globo vacío donde tanto cabe.
En el camino a trasmano, los pasos más arduos, el ritmo más lento, más incierta la llegada, los encuentros más agradecidos.
Derramado sobre el butacón, puntualiza erudito, con la suficiencia que conceden la calvicie y la barba de dos días: "Mis pareados no son haikus".
Menguan los años en el pausado giro de las convicciones.
Abro los ojos. Miro. Veo otra vez aquello que no existe.
Sigo disfrutando estos días con tus nubes, querido José Luis. Gracias por compartir estos aforismos preñados de tantas vivencias y, a pesar de todo, rigurosamente optimistas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a ti por hacer de la lectura de tus libros un placer feliz. A ver si hay suerte y alguna vez coincidimos hablando en las clases de los poetas que nos gustan.
EliminarSigo a tope con Eloy.
Un fuerte abrazo.
Como siempre,tan ingenioso!
ResponderEliminarComo bien dices, resulta misterioso y muy inquietante ver, una y otra vez, aquello que no existe, pero ya se sabe que no podemos fiarnos de nuestros sentidos: ¡nos engañan!, prueba de ello está en que no son capaces de ver todo el potencial que guarda dentro de sí ese extraordinario globo, a modo de Big Bang.
Un beso
Querida Candela, somos sombras, lo dijo Calderón cuando escribía que la vida es sueño. Así que es fácil que nos confundan con los mirlos del atardecer o con globos de colores que sujeta la frágil ternura de un niño.
EliminarBesos grandes, de refresco sin gas.
Acepto de buen grado la sugerencia que León Molina me hace sobre los aforismos de hoy. En las breverías una palabra innecesaria es una distancia ecuatorial.
ResponderEliminarMuchas gracias, poeta.
Un abrazo desde Rivas.
¡Cuánta sensibilidad y sabiduría en estos aforismos!
ResponderEliminarMuy buenos.
Feliz día José Luis
Querido Jesús, tu continuo ánimo es un acicate para buscar esos resquicios de la vida al paso que nos deja el pensamiento.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu amistad; muchas gracias por tu poesía.
Abrazos
¡Uff! casi me lo pierdo... Y no me lo hubiera perdonado.
ResponderEliminarMe encantan -bien lo sabes- el di los haikus, ese para enmarcar.
Un fuerte abrazo.
Ya sabes, querido Paco, que me gusta denunciar la impostura; ese aire de suficiencia del que confunde vino y gaseosa.
EliminarUn abrazo y muchas gracias una vez más por tus generosas palabras.