miércoles, 12 de junio de 2013

JUAN PABLO ZAPATER. REGRESO.

La velocidad del sueño
Juan Pablo Zapater
Renacimiento, Sevilla, 2012
 
 
HUÉSPEDES DE LA MEMORIA 
 
   Tras un largo espacio en blanco, Juan Pablo Zapater (Valencia, 1958) retorna a la poesía, sin quiebros ni virajes, con el poemario La velocidad del sueño. Resulta obvio pensar que el impulso creador no tiene ritmos fijos y obedece con frecuencia a razones contingentes. No se requieren justificaciones, aunque “La extraviada”, primer poema del libro medita sobre esta cuestión. Concebido como un diálogo intimista, el protagonista lírico enuncia, con tono confesional, la sencilla tarea de quien se deja arrastrar por la escritura; afronta encierro y soledad para desbrozar la senda de las palabras; también en ese texto está presente el temprano hábito lector que fecundaron nombres como Aleixandre, Salinas, o Pablo Neruda
    Los versos permiten trazar una línea de luz, conceden la necesaria claridad para aventar sombras y dar salida a la memoria. Las imágenes desvaídas recobran su perfil, hablan con el acento de otro tiempo. Vuelven a los días de infancia en los que el entorno era un espacio, sin máculas ni decepciones, donde no cabían incertidumbres ni derrotas sino las ilusiones que constituyen el patrimonio natural de la esperanza.
   En los poemas integrados en “Libro de huéspedes”,  se despliega un tono reflexivo que habla del devenir como ventana abierta, un horizonte cuajado todavía de doradas promesas; esa espera alimenta el júbilo de quien ve posible la plenitud y tiene confianza. Así llega el amor y se van gestando los aportes sentimentales que fortalecen la identidad.
   La existencia es un estar transitorio que sólo deja alguna leve huella, una crónica menor en la que se van consumiendo días, agotando el hilo argumental de historias cotidianas en las que también tuvieron acogida las naderías que se olvidan, como tercos paraguas que no se necesitan. El ahora deja en medio del camino, más sabios en las modestas enseñanzas de la edad y conscientes de que más adelante esperan la oscuridad y el vacío. Son temas esenciales de la poesía meditativa de Cernuda que tienen continuidad en el Medio Siglo y en la obra de poetas como Francisco Brines y Eloy Sánchez Rosillo.
   Un motivo literario de amplio tratamiento, la rosa, es eje de la segunda parte, compuesta por poemas más breves. Sigue siendo el endecasílabo el esquema versal que marca el ritmo del poema. La rosa tiene una semántica plural: es finitud y belleza, esplendor y espinas.
   La velocidad del sueño de Juan Pablo Zapater es libro de madurez y por tanto entrecruza temas y motivos de raíz vivencial; la conciencia del tiempo está presente a cada paso recordando que caminamos detrás de arquitecturas oníricas, de sueños que se alejan veloces hacia ninguna parte.
  El poeta valenciano retoma itinerario, nos deja poemas que resaltan por su cuidado formal, el lazo vinculante con el aire de época del poblado mapa actual –llámese poesía meditativa, realismo intimista o poesía de la experiencia - y el uso brillante de imágenes que singularizan el regreso. Juan Pablo Zapater vuelve para quedarse. A su voz le viene bien la sosegada temporalidad de Fray Luis: “Decíamos ayer…”  

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