Caligrafía Fotografía de Stock-Depositphotos |
LA GRIETA
No haré sino escuchar ahora
WALT WHITMAN
Con terco sosiego, inadvertida,
la grieta se adquirió una mañana a la pared frontal del dormitorio. Cuando la
descubrí era una mota negra, un poso de sombra. Poco a poco, su
tamaño creció, hasta convertirse en una telaraña temblorosa. A través de sus hilos puede verse un paisaje cambiante que en los días ventosos deja en el dormitorio
arenas y hojarascas, ramas leves, esquejes de rosales, amistades antiguas o el pulso adormecido de las horas.
Sobre la pared, la grieta sigue
aumentando el trazo irregular de sus renglones. Concede a mis sentidos la fugaz sensación de abarcar
todo. Hoy no haré nada sino escuchar su voz.
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