Caligrafías |
EL OLOR DE LA TIERRA
Los sentidos buscan el olor de la tierra, la carga sensorial de un paisaje que añora aquella alabanza de aldea, ese estado de letargo que propicia una contemplación demorada.. Dejo por un instante la voz urgente de la literatura para adentrarme en el trascurso monótono del día; para incidir en la condición de ser en medio de los ciclos naturales.
La calles vacía propicia una sensación de estatismo, un devenir que alienta la quietud y el despojamiento y que halla en la imagen del cristal empañados el reflejo de la propia esencia de vivir. Se van agotando los afanes y las pretensiones, los elementos del paisaje muestran una común actitud de calma que acrecienta la soledad del que contempla o ese desamparo que lleva a buscar el abrazo del otro para librarse del escalofrío.
El lunes tiene el tono justo de la confidencia; no
levanta una voz que apenas cambia con el tiempo. Otea los tejados y se encoge
de hombros, convencido de que las horas dibujan un destino marcado, una
cadencia que invita a reflexionar sobre los signos de lo mudable y a guarecerse a cielo abierto, detrás del pensamiento.
(Apuntes del diario)
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