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Flores y frutos |
TEOREMA DE LA
CONFIANZA
Confío en la existencia diaria,
ese azar demediado entre intenciones y resultados.
Confío en la retina de aquellos
que perciben un sol a medianoche.
Confío en las esfinges que no
guardan secretos.
Confío en el sentido estético de
los laberintos, en esa arquitectura que ubica en el sitio justo las entradas de
urgencia.
Confío en la presencia incansable
de lo que pasa desapercibido.
Confío en la inconsistencia de
los ciclos que exploran lo real, ese deambular por los calendarios que lleva
desde el almendro en flor a la rugosa cáscara del fruto.
Confío en los que me confunden
conmigo.
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