Yacimiento vetón de las Cogotas Fotografía de Rubén Sánchez Santana |
CON VOZ DE DIARIO ÍNTIMO
Escritura y docencia; un vecindario avenido que multiplica las versiones de mí.
Una lástima. Cada vez hay más escritores que sustituyen la Literatura por la
Sociología
Fugitiva, la poesía no cae del cielo sino de las estanterías.
Cada libro oculta un fracaso premeditado, una forma de bordear el silencio sin renunciar a las palabras.
Me llega la reclamación de un haiku descontento con
sus límites formales.
Aceras que
congregan un contagio de prisas.
Alguien habla
en voz alta. Otro asiente a intervalos. Una multitud conectada con un oído
atento en la distancia. Solo yo permanezco fuera de cobertura.
Elijo un ventanal que testifica el tránsito incesante. Saboreo la vida que no es. Frente a mí un asiento vacío y esa caligrafía de la ausencia que escribe en pasado.
(Tinta invisible)
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