PLUMAS EN VUELO
Alguien
cae
en
su
primera caída
ALEJANDRA PIZARNIK
Inadvertido nadie, el ángel acaba de llegar y ya regresa.
Durmió en la umbría de lo real un largo sueño y amaneció
cubierto de musgo.
Andan cerca. Las voces del ramaje predicen la música del vuelo.
En la lisura del espejo las plumas son esquirlas.
Después de la inmersión aprendió a volar bajo el agua
Con dedos de aurora moldeó un sueño: se hizo hombre.
A la intemperie, el ángel solo practica el vuelo raso.
He visto un nuevo poblador de azules. No es igual que yo.
Sus alas son más sólidas. Se llama Ícaro.
Desnudez; el excesivo equipaje ralentiza el vuelo.
Sentido de lo mágico: el pez volador quiere ser ángel.
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