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Equipo titular Antología mínima (1990-2014) Presentación de Óscar Martín Centeno Fotografía de Javier Cabañero Alcobendas, Madrid, 2015 |
PALABRAS DE ÓSCAR MARTÍN CENTENO
El lenguaje directo
pone el acento en la reflexión y en la profundidad, en el diálogo intrapersonal
y el diálogo con el otro. Casi todos sus poemas tienen la virtud de ser
accesibles y la virtud de multiplicar sus lecturas. Llegando a su sencillez, el
lector tiene la sensación de que hay más mundos abriéndose de los que muestra
el poeta. Como si en un juego casi perfecto el escritor fuera capaz de
mostrarnos con limpieza una realidad que se revela como símbolo. Así, verán que
en los versos hay una continua llamada a la comunicación. Y verán también que
esa comunicación, tiende a una mistificación cotidiana, a una sutil forma de
posarse en los detalles, uno a uno, hasta que el poema se colma de sentido.
Verán también que en
muchos de sus textos aparece la relación entre las personas que habitan el
mundo. A veces una persona, a veces, como decía, un otro con el que se
conversa. En otras ocasiones, como en el poema "Hombres Comunes", son multitudes
dispersas que caminan en el mismo tiempo.
En ese fluir
cotidiano del lenguaje los símbolos son más importantes que las metáforas, sin
embargo, cuando éstas aparecen, llaman la atención por la naturalidad que las
trae y las lleva. Lenguaje donde todo parece posible, porque en su baile, en
su pirueta, uno tiene la sensación de que la rítmica poética ha detenido el
silencioso discurrir del tiempo. Historias e imágenes que se escinden de la
realidad para permitir que la poesía nos las entregue. Luminosas, limpias, como
llamas desnudas que nos queman el pecho.