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martes, 9 de septiembre de 2025

EL PARKING

Interior noche
Fotografía
del archivo
Freepik

 

 

 El parking

 

 La ciudad tiene un solo parking. Es una construcción con forma de zigurat cuyo exterior apenas muestra indicios erosivos. Cuatro avenidas del callejero acogen sus entradas. Son portones de largas rampas circulares dispuestos a engullir incansables atascos. Nada presagia que el interior alumbre una cronología sin relojes. Tras ocupar la plaza, los conductores caminan en itinerarios de ida y vuelta que fosilizan la paciencia. Entre el desconcierto y las grafías publicitarias, los aleatorios recorridos se repiten. Así pasan días y noches con lentitud de invierno subterráneo. En silencio, los usuarios caminan despacio, o duermen en los asientos de sus autos en raras posiciones fetales. El parking es un útero huérfano en el que no hay salidas.

 

 (Del libro Fuera de guion (casi cien microrrelatos)

Editorial Lastura, Madrid, 2024

 


 

 

sábado, 6 de septiembre de 2025

CENTENARIO DE ÁNGEL GONZÁLEZ

Charla en la UNIVERSIDAD POPULAR DE RIVAS
"Ángel González: Palabra sobre palabra"
29 de noviembre de 1997

 

CENTENARIO DE ÁNGEL GONZALEZ

 

   Hoy, 6 de septiembre de 2025, se conmemora el centenario de Ángel González, (Oviedo, 6 de septiembre de 1925-Madrid, 12 de enero de 2008). La fecha multiplica recuerdos y la necesidad de volver a revivir la plenitud de su estela creadora, con el privilegio de su amistad. Uno de los momentos más gratos de mi admiración por la personalidad literaria e intelectual de Ángel González se produjo durante el encuentro Ángel González en la generación del 50. Se celebró en Oviedo los días 7 y 8 de noviembre de 1997 y fue organizado de modo ejemplar por la Asociación Cultural Tribuna Ciudadana. Fue un homenaje vibrante y múltiple en torno al poeta y académico. Era tiempo de celebraciones: acababa de ser nombrado “Doctor Honoris causa” por la universidad de Nuevo México en Albuquerque, donde impartió clases de Literatura española durante décadas, su labor poética era reconocida con el Premio Reina Sofía de poesía Latinoamericana y había ingresado en la Real Academia de la Lengua. Así que la ciudad en pleno festejaba aquel primer plano de Ángel González como protagonista central de la vida cultural española. Su generación, la del Medio Siglo, se consagraba como aportación tutelar, que daba la palabra y la mirada a las promociones siguientes, en un claro diálogo de afinidades y resonancias. Antes y después tuve ocasión de compartir con el poeta otros eventos culturales en Rivas, Béjar o Madrid, siempre con esa admiración desplegada de quien sabe que los privilegios deben aceptarse con humildad y máximo respeto, como esos dones intangibles que nadie olvida. Ahora, ausente, retorna el protagonismo del poeta con multitud de actos dedicados al escritor y con abundantes aproximaciones críticas sobre el acontecer biográfico y literario en las distintas etapas creadoras. Yo dejo mi admiración y mi recuerdo emocionado en las páginas de la Revista Cultural 142, donde escribo sobre la singularidad creadora del poeta y el andar lento de la poesía de Ángel González en el largo camino de la permanencia. Como escribió Emilio Alarcos Llorach, es una obra que “atestigua y da fe de la existencia humana incluida –gozosa o dolorosamente – en un tiempo y en un lugar concreto del devenir histórico”. Con Ángel González y la certeza de que compartir estos recuerdos trasciende el centenario. Las emociones y sensaciones se hacen razón de vida. Y lo celebro, lo celebramos todos, con la gratitud de siempre, con el mismo afecto.


JOSÉ LUIS MORANTE




      

martes, 26 de agosto de 2025

EN FAMILIA

Liquidación por cierre
Fotografía
de
  Adela Sánchez Santana

 
EN FAMILIA

  

   En casa no nos gusta incomodar a nadie, señor comisario. Las cosas como son. No hay indicios, pero todos buscábamos algo. Mi madre buscó siempre el sosiego en la farmacia; mi padre en la mudez de un cigarrillo, convencido de que el cansancio y el frío están en las palabras, aunque son otra cosa; mi hermana, cuando niña, buscó el reclinatorio de la ermita y después la esquina más rentable del polígono sur. Yo, con más desconfianza en hallar algo, encontré un libro y en él sigo. Juntos vivimos el abuso feliz de sentirse en familia. Repare usted, señor comisario, que en la eterna penumbra de estas habitaciones los sueños nunca dieron ningún paso.

Del libro de microrrelatos Fuera de guion, Lastura, 2024)





martes, 19 de agosto de 2025

MÁS ALLÁ / BELLOND (Traducción de DON CELLINI)



Don Cellini is a teacher, poet, translator and photographer. He is the author of Approximations / Aproximaciones and Inkblots both collections of bilingual poems published by March Street Press. His book of prose poems, Translate into English, as well as the bilingual collection Candidates for Sainthood and Other Sinners / Aprendices del santo with Fer de la Cruz, as well as his translation El silencio de las horas / The Silence of the Hours, are all published by Mayapple Press. A chapbook, Stone Poems, was recently translated by Carmen Ávila and published in Mexico as Piedra poemas.

In addition, he has published books of translations by Mexican poets: Elías Nandino, Roxana Elvridge-Thomas; Sergio Tellez-Pon; Rossy Lima; Jair Cortés; as well as the Venezuelan poet Amanda Reverón. 

A recipient of fellowships from the King Juan Carlos Foundation and the National Endowment for the Humanities, he is professor emeritus at Adrian College. He is the translations editor for The Ofi Press, CDMX.. 

You can see more of his work at www.doncellini.com .

 

AFORISMOS DE JOSÉ LUIS MORANTE

 MÁS ALLÁ

BEYOND

 

Caminar más allá, hacia dentro

Walking further inward

 El final de ruta añade a la topografía habitual una fotografía desenfocada del paraíso.

The end of the route adds an out-of-focus photograph of paradise to the usual topography.

*
 
La indecisión transforma cada paso en cruce de caminos.
 

Indecision turns every step into a crossroads.

*
 
El observador comprende cuando escucha la trama argumental del paisaje.
 

The observer understands when he listens to the plot of the landscape.
 


Romeros digitales en el Camino de Santiago; peregrinos musculosos con equipación deportiva, publicidad en el casco y todo tipo de artilugios tecnológicos.

 Digital pilgrims on the Camino de Santiago: muscular pilgrims with sports equipment, advertising on their helmets and all kinds of technological gadgets.

 *

Ítaca y el impulso del viaje. No la meta sino el recorrido.

 Ithaca and the momentum of the journey. Not the goal but the journey.

 *


 Se enamoró en plena escalada de la cara norte. Cota 2570. Músculos y nervios repetían que iba por buen camino.
 

He fell in love while climbing the north face. Elevation 2570.  Muscles and nerves repeated that he was on the right track.
 
*
 
Sin regreso el viaje es estéril.

 Without a return trip, the journey is empty.

 *
 
Empleaba la lentitud del sedentarismo en diseñar rutas marítimas con olas fijas.

 He used the slowness of sedentary life to design sea routes with waves that never moved.

 *

 
De algunos viajes vuelven otros.

 From some trips someone else returns.

 
*
 
El exilio. Un bosque de árboles trasplantados y especies exóticas.

 Exile: a forest of transplanted trees and exotic species.

 *
 
“Me gusta avanzar con paso firme”. Dijo frente al silencio de los acantilados.

 "I like to move steadily forward," he said facing the silence of the cliffs.

*
 
Perseguir la estela del yo. Ir más lejos. Hacia dentro.

 To pursue the wake of the self, go further – inward.

*
 
Ser testigo en el viaje de una realidad proteica, con haz y envés, ajena a la senda amañada del turista.

 Witnessing a sheltered reality on the journey, both front and back, far from the tourist's rigged path.

 *

Antes de partir se apunta a un taller literario sobre el arte de novelar. Los recorridos aproximan pormenores reales y ficción.

 Before leaving, he takes part in a literary workshop on the art of novel writing. The tours bring together real and fictional details.

*
 
El trayecto largo altera la identidad. La imagen en los espejos del hotel nunca es fiel al original.

The long journey alters identity. The image in hotel mirrors is never true to the original.

 


domingo, 17 de agosto de 2025

A PUNTO DE VER (TEORÍAS DEL HAIKU)

A punto de ver
José Luis Morante
Prólogo de Susana Benet
Polibea Editorial
Madrid, 2019


TEORÍAS DEL HAIKU
 
 
El haiku teje en silencio, sin dogmas; cuando la poética se aleja de la emoción se refugia en el laboratorio.
 
 
Quien siente una arbitraria mutilación del paisaje cuando cierra los ojos, no mira hacia dentro.
 
 
Leo a San Juan de la Cruz. Percibo en el volar del haiku las cinco condiciones del pájaro solitario: va a lo más alto, no sufre compañía, pone el pico al aire, no tiene determinado color y canta suavemente. 
 
 
La sobriedad del esquema verbal contrasta con su riqueza perceptiva y su capacidad creadora de geografías imaginarias.
 
 
El tacto de las palabras recuerda la presión indecisa que muestra la mano de un niño. Cuando sale a la calle camina entre agarrar y soltar.
 
 
Cada silencio es un potente generador de sentido.
 
(A punto de ver, Polibea Editorial, Madrid, 2019)




martes, 22 de julio de 2025

HETERÓNOMOS

Los dos

 

 
HETERÓNOMOS
 
Dentro de mí conviven, abocados
a una inmensa rutina sedentaria,
el yo que pienso y otro, el que parezco.
Un pacto, que firmaran con los ojos,
les conmina
a respirarse en cierta tolerancia,
y ambos han sido absueltos
de mencionar, siquiera,
cuál fue la última causa
que les diera la vida.
 
Cada uno tiene ya su enclave exacto:
el yo que pienso
habita, día y noche,
la intimidad de estas cuatro paredes.
Es semejante a un niño que olvidara crecer,
y por lo mismo
nada en el mar de una sabia ignorancia.
(“Acaso sea el invierno…
es razón suficiente para explicar el cosmos “)
Y balbucea. Ríe.
Se pierde en los espejos. Gesticula.
Colecciona recuerdos como si fueran conchas
que ha enterrado el olvido.
 
A veces llora, y viste el jersey gris
de la melancolía;
entonces toma un folio,
donde inicia el galope un sentimiento
y se hace reo de pertinaz tristeza,
hasta que traspapela la mirada
y descubre, cansado,
que afuera cae la lluvia
y mojan su perfil
unas livianas gotas de mi nube.
 
El que parezco
está en la calle de continuo.
Todos le conocéis
pues con todos comparte ese pan y esta sal
que, bajo el brazo, trae la vida;
las cotidianas dosis
de angustia existencial, trabajo y ruido.
Con él tropiezo,
una tarde cualquiera,
al doblar una esquina,
y tras justificarme torpemente
(Hallé la puerta abierta
y me aburría…”),
me despido gozoso y luego marcho
-el paso lento, sepultadas las manos
en los amplios bolsillos del vaquero-
a ver, sin más, el mundo por mis ojos.

(Del libro Rotonda con estatuas, 1990)









 
 

domingo, 13 de julio de 2025

PLANOS CORTOS: AFORISMOS Y CINE

Planos cortos. Aforismos y cine
José Luis Morante
Prólogo de Juan Varo Zafra
Editorial Trea
Asturias, 2021

 

AFORISMOS Y CINES

Cine: oficio de la luz.
 
*
 
En la retina el epitelio oscuro del refugio; sombras chinescas que encuentran hendidura  en la pantalla.
 
*
 
Pureza extrema. Solo acaricia cuerpos visuales.
 
*
 
La proyección trastoca  planos existenciales. Todo es sueño; la realidad camina por otra ladera.
 
*
 
Valoración unánime valoración sobre lo que no somos. Las apariencias ratifican.
 
*
 
En la retina ideal se admite la vuelta atrás; una misma película con final diferente.
 
*
 
Esos días cuando el cansancio nos somete a un casting para que identidades desconocidas vivan por nosotros.
 
*
 
La cinefilia es un delta abierto: sombras alzadas, légamo y cauce.
 
*
 
Veía películas para aprender a callar.
 
*
 
En el crítico el ánimo expectante; siempre la mudez socrática.
 
*
 
Hábitos. Antes de sentarme en la butaca miro el foco de luz y recuerdo a Platón. Otra vez mudan las asimetrías rocosas de la caverna, esa realidad intuida.
 


(Del libro Planos cortos, editorial Trea, 2021)



 

miércoles, 25 de junio de 2025

LA CRÍTICA COMO PLACER LECTOR

Barrio de las Letras de Madrid
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana

LA CRÍTICA COMO PLACER LECTOR 

   El conjunto ensayístico de Thomas Stearns Eliot Sobre poesía y poetas[1] en las postrimerías del siglo XX constituyó un modelo de biblia laica para la lírica auroral. Lo recupero ahora porque sus postulados dirimen con acierto disertaciones reflexivas vigentes en el tránsito del tiempo, aunque conciernen más a la poesía que a otros géneros. Algunas tesis de Eliot que comparto son las que siguen: “cada generación trae a la contemplación del arte sus propias categorías valorativas”[2], los criterios se modifican y evolucionan, resulta inevitable que el río que nos lleva mude la perspectiva sobre la relevancia de una obra; otro aserto que  se mantiene aunque parece obvio es que la capacidad crítica requiere gusto y criterio porque es una tarea delicada; y por último, en la obra literaria no existe un sentido monolítico, cada lectura es el preliminar de una ramificación. 
   Podría engrosar la breve nómina de autoridades en torno a la crítica consultando páginas de Harold Bloom, Italo Calvino, George Steiner o Mario Vargas Llosa, ahora en boca de todos, tras la concesión del Premio Nobel. Todos han desarrollado consideraciones distinguidas que fomentan un inacabable debate. Mi cronología apresurada de la crítica hispana incluye a  Clarín, pardo Bazán, Azorin, Enrique Díez Canedo, Rafael Cansinos Asséns, Dámaso Alonso, Carlos Bousoño, Lázaro Carreter, Josep María Castellet y Francisco Rico. 
   Cuando se plantea un enunciado genérico se da por hecho que las conclusiones deben formularse al amparo de parámetros objetivos; sin embargo, el resultado menciona únicamente un enfoque particular, un conocimiento parcial. Así pues mis ideas sobre la función de la crítica tratarán de exponer la crítica particular que yo prefiero en el momento de abordar un texto y tal hecho no desmerece otros acercamientos, otras exploraciones de los varios sustratos textuales.
   El objeto de la crítica es la literatura en su conjunto; quien la ejerce debe creer, sin objeciones, aquel aserto de Stéphane Mallarmé: “El mundo existe para llegar a un libro”; pero la literatura es un ente vivo, un organismo que nunca puede contemplarse desde un plano estático; el dinamismo supone injerencias ajenas e intercambio de ideas. La lectura es la única manera de conocer por lo que el crítico debe tener una explícita vocación de lector; sólo quien está formado tiene conocimiento y ese es el punto de partida desde el que se debe informar o desde el que promover actitudes receptivas.
   Se ejerce la crítica en tres espacios colindantes: en los grandes medios de comunicación, en ámbitos académicos y en revistas minoritarias. El primero es el más estable y suele actuar como un regulador del mercado y como un exponente de la cultura oficial ; el segundo es más riguroso y tiene una tendencia natural hacia la endogamia, el tercero es más pasional y el que acumula los criterios más vulnerables, pero también el que hace más posible actitudes de rebeldía y heterodoxia.
   La avalancha de publicaciones semanales y la prolífica edición convierten a los suplementos literarios en escaparates de la inmediatez cuyas páginas optan por la orientación; son guías comentadas donde es difícil sostener presupuestos estéticos y en los que hay que velar para que el dictamen de preferencias  no se adecúe al entramado de intereses entre las cabeceras de información general y los grupos editoriales.
 Damos por hecho que la crítica literaria en las aulas universitarias debe tener un carácter científico y disciplinado que debe incluir argumentos para la especulación teórica y aplicaciones prácticas concretas para delimitar campos de estudio sobre una obra o sobre un autor. Este enfoque universitario  que goza de un alto prestigio de categoría científica se ha contagiado con frecuencia de dos virus que alteran sus constantes vitales; por un lado muchos trabajos críticos tienen como punto de partida una estética de la recepción; es decir la necesidad de insertarse en una corriente de moda o en un movimiento intelectual dominante que aplique reglas universales o manuales de escuela del estructuralismo, psicoanálisis, marxismo o formalismo, lo que asegura un envejecimiento prematuro; el segundo virus es el ejercicio de la crítica como un selecto juego de prestidigitación verbal, una suerte de arte combinatoria sólo desvelado por quien tiene las claves ( a tal hecho me refería cuando hablaba de endogamia). 
   La crítica en revistas es la que mayor conocimiento tiene de lo estrictamente contemporáneo; su enfoque es el del testigo presencial; se busca más que un acatamiento de la jerarquía de clásicos un conocimiento dialogal entre iguales. Lo reciente relega lo establecido y el perfil de escasa entidad va acumulando rasgos hasta singularizarse en medio del poblado graderío. En las páginas críticas de las revistas literarias es donde menos se cumple aquella afirmación de Borges que nunca pierde vigencia: “alabar y censurar son operaciones sentimentales que nada tienen que ver con la crítica”.
    No es el momento de dirimir una cuestión paralela en este debate: la relación entre crítica e ideología. Sólo recordar que no faltan los críticos que usan el texto como pretexto para sostener una arquitectura de ideas y limitan  los méritos al encuentro de afinidades ideológicas. Son críticos que actúan con la hostilidad rudimentaria del portero de un club que tiene reservado el derecho de admisión.
  Frente a la crítica  aséptica, de espectador impasible e incontaminado, que centra su atención en la literalidad de los contenidos, la crítica militante personifica la defensa argumental de una trinchera estética. La subjetividad queda mitigada por una recomendable actitud abierta y comprensiva.
   El conocimiento en profundidad de un movimiento estético faculta para percibir la necesidad de un cambio o una ruptura. Sucedió, por ejemplo, con Josep María Castellet, decidido defensor del realismo histórico y la poesía social que años más tarde impulsa la antología Nueve novísimos poetas españoles que convertirá al esteticismo en la tendencia dominante en los años setenta.
 En su tarea de hacer lectores la crítica traza juicios sobre la realidad literaria o confunde al lector cuando se pliega a intereses editoriales concretos; el crítico entonces se convierte en un hacendoso comercial que puerta a puerta enaltece las invisibles cualidades de un producto.
 Ya he comentado en varios sitios las razones privadas que comentan mi dedicación a la crítica. La lectura frecuente de autores como Octavio Paz, Jorge Luis Borges, Jaime Gil de Biedma o Luis Cernuda propician la idea de que la escritura de varios géneros convive sin problemas de vecindario y es un hecho natural en la tradición literaria. Poesía y crítica en mi caso se ensamblan sin disidencias; la crítica no es un subproducto, prolonga el pensamiento teórico dedicado a mi propia poesía.
  El quehacer crítico debe ejercerse sin ningún dogmatismo, sabiendo que la obra literaria tiene un sentido plural y que los aportes de nuestra visión analítica tienen una vigencia limitada y parcial. El crítico es un lector intuitivo que poco a poco completa una personalidad intelectual.     
    El ejercicio de la crítica me ha deparado momentos de gran felicidad y ese es uno de sus efectos más reseñables; casi tanto como algunos sujetos comunes de carne y hueso, ha marcado mi vida el persistente contacto con identidades imaginarias con un alto poder de persuasión que han clarificado y dado consistencia a las relaciones de mi yo con los otros.
   En tiempos  de incurable materialismo es hermoso pensar que la lectura nos concede la posibilidad de sustituir el mundo real por un mundo ficticio.
[1]  Thomas Stearns Eliot, Sobre poesía y poetas, traducción de Marcelo Cohen, Icaria, Barcelona, 1992.
[2] Opus cit, pág 112.

viernes, 2 de mayo de 2025

HETERÓNOMOS

Cañón del Colorado
(USA, 2024)


HETERÓNOMOS


Dentro de mí conviven, abocados
a una inmensa rutina sedentaria,
el yo que pienso y otro, el que parezco.
Un pacto, que firmaran con los ojos,
les conmina
a respirarse en cierta tolerancia,
y ambos han sido absueltos
de mencionar, siquiera,
cuál fue la última causa
que les diera la vida.

Cada uno tiene ya su enclave exacto:
el yo que pienso
habita, día y noche,
la intimidad de estas cuatro paredes.
Es semejante a un niño que olvidara crecer,
y por lo mismo
nada en el mar de una sabia ignorancia.
(“Acaso sea el invierno…
es razón suficiente para explicar el cosmos “)
Y balbucea. Ríe.
Se pierde en los espejos. Gesticula.
Colecciona recuerdos como si fueran conchas
que ha enterrado el olvido.
A veces llora, y viste el jersey gris
de la melancolía;
entonces toma un folio,
donde inicia el galope un sentimiento
y se hace reo de pertinaz tristeza,
hasta que traspapela la mirada
y descubre, cansado,
que afuera cae la lluvia
y mojan su perfil
unas livianas gotas de mi nube.

El que parezco
está en la calle de continuo.
Con él comparto
las cotidianas dosis
de angustia existencial, trabajo y ruido.
Con él tropiezo, 
una tarde cualquiera,
al doblar una esquina,
y tras justificarme torpemente
(Hallé la puerta abierta
y me aburría…”),
me despido gozoso y luego marcho
-el paso lento, sepultadas las manos
en los amplios bolsillos del vaquero-
a ver, sin más, el mundo por mis ojos.


               (Del libro Rotonda con estatuas, 1990)


martes, 22 de abril de 2025

EL POEMA FELIZ

 

búsqueda
Fotografía
de
Javier Cabañero Valencia





EL POEMA FELIZ
 
Cardinal necesario,
me aplico en escribir un poema feliz,
que mire con los ojos
claros del mediodía y difunda su júbilo.
Que salga indemne,
y no contenga lastres,
o  invente los remedios
contra el galgo famélico
de cualquier decepción.
 
Que asordine la angustia
y no pierda sus pasos
en la tierra de nadie
del chantaje afectivo.
 
Que tenga la avidez
severa de  los dioses
y doblegue a su paso
toda asepsia expresiva.
 
Que soporte la ley gravitatoria
y se mantenga etéreo,
como un don disponible
que mira en el espejo
y se hace claro y bosque
y todo empieza.  
 
   
 
     (Variaciones del libro Nadar en seco, 2022)



 
 

domingo, 20 de abril de 2025

CASA VACÍA

Las horas lentas
Fotografía
del 
Archivo Fotocommunity

 

CASA VACÍA

 

   En esta casa ya no vive nadie, pero están todos los moradores que ocuparon sus habitaciones. Escucho una fisiología desperdigada en pasos, susurros, toses o gemidos. De cuando en cuando callan, como si se hubiesen mudado por unas horas a otro lugar. 
   Siempre regresan. Esta noche olvidaron cerrar la puerta de la entrada y apagar las luces. Alguien me despertó. No supe qué decir; me siento un extraño ocupando una casa vacía. Ellos me reconfortan y justifican mi presencia: “Alguien debe soñarlos”.

(Del libro de microrrelatos  Fuera de guion, Lastura, 2024)




sábado, 19 de abril de 2025

PIEDRA CALIZA

Disgregación
(Piedra caliza)
Fotografía del
Archivo Limestone

 

 

PIEDRA CALIZA

     (Epitafios)

 

    Debo el título a un poema de W. H. Auden;  PIEDRA CALIZA es una roca cuya aparente dureza se disgrega con facilidad.

 

 

 

He soñado con la realidad. Con qué alivio me he despertado.

                                                                                              STANISLAW  J.  LEC

 

 
La muerte no  es nada,
cuando existimos ella no existe
y cuando aparece, nosotros desaparecemos.

                                                                                       EPICURO
 
 
 I
 
En su artesana construcción del silencio,
la muerte no reconoce
ninguna otra verdad.
 
II
 
Otra noche.
Sobre mí  prosigue su labor
la luna quieta.
Carezco de otra luz.
 
III
 
Queda mi nombre
y la serenidad de este paisaje
que no sabe quien fui.
 
IV
 
Agudizo mi vocación fantasma.
Miro sin comprender
y reclamo razones para estar en la nada.
No hay respuestas;
la pureza del aire
habita el desamparo.
 
V
 
Un manto de raíces y una brizna de sol,
pero las formas se han desvanecido
en el escaso jugo de una tierra estéril.
Estoy con otras sombras y nos une
la mansa convivencia,
el aire de familia
de los que nada piden al futuro.

VI
 
Vuelven los ecos y dibujan mapas,
un recorrido de memoria y sueño
que convierte al que fui
en terco pasajero de otra ruta
que ya no identifico.
El pasado se puebla
de restos arqueológicos.
 
VII
 
Ahora vivo debajo de las cosas,
con vocación de sima.
A tientas me desplazo
sin que se marquen huellas
ni dejen una imagen
los lugares de paso.
Nada sucede aquí;
nada sucede.
 
VIII
 
Callé.
Después de todo,
cobijo la pereza.
En el silencio, nadie;
un estar sin contornos que tantea
 y mide con desgana
el transcurrir del tiempo.
 
 
IX
 
Camino dentro
de un dédalo de calles
y paisajes extraños
tras un rastro invisible.
Prosigue la deriva;
es terca voluntad
que empuja hacia otra parte.
En un tiempo sin tiempo,
ensordecido,
busco un lugar
para empezar de nuevo.
 
 
 X
 
Epitafios;
un triste empeño en seguir hablando
cuando  se consumió
mi turno de palabra.
 
 
                                   JOSÉ LUIS MORANTE
 
                                  

viernes, 18 de abril de 2025

EN CLAVE AUTOBIOGRÁFICA

Arquitectura tradicional
Fotografía
del 
Archivo Depositphotos

 
EN CLAVE AUTOBIOGRÁFICA
 
 
Yo nací (perdonadme)
con la televisión en blanco y negro.
La realidad mermada,
cobró lustre ficticio entre las vísceras
del dichoso artilugio.
Retraído el asombro,
poco tiempo después holló la luna
el ballet pintoresco del primer astronauta.
La guerra de Vietnam sembró de rojo
el miedo del monzón;
la tristeza alargó su cinta métrica
con inborrables signos,
y el niño que yo fui cruzó la calle
para desvanecerse.
 
Como soplo de aire
que aventara las ramas
con una floración de duermevelas,
devanaron los años
 una quietud insomne,
repleta de tareas.
Nada sobra al olvido.
 
Envejeció conmigo
la dudosa verdad de vuelo corto
y ahora lo vivido es una polvareda
que se oculta detrás.
La nada vuelve.
 
Sigo al borde de mí;
Soy un mapa menguante
enclavado en la espera.
Ya no quedan preguntas perentorias.
El futuro es de otros.

    (Del libro Nadar en seco, 2022)



miércoles, 9 de abril de 2025

VIAJEROS SEDENTARIOS


 La bruma fría
traspapela la tarde.
Pies indecisos.

Quema de cerca
el aliento de sombras.
Alguien detrás.

Dueños del eco,
los sonidos castigan
el viejo oído.

(De Viajeros sedentarios, La Garúa, 2025)





sábado, 5 de abril de 2025

CARMEN HERNÁNDEZ MONTALBÁN. ONDAS EN EL ESTANQUE (Aforismos)

Ondas en el estanque 
(Aforismos)
Carmen Hernández Montalbán
Prólogo de José Luis Morante
Aliar Ediciones
Guadix, Granada, 2025

 DUNAS DE AGUA

   
 
El expresivo título Ondas en el estanque, de Carmen Hernández Montalbán, tan contundente y visual, recuerda de inmediato el haiku más celebrado del clásico japonés Matsuo Basho: “Un viejo estanque. / Se zambulle una rana, / ruido del agua”.  El epígrafe parece el umbral de una introspección meditativa, un deseo de profundizar en la observación y trasladar sus dibujos verbales a la escritura. Naturalmente, entre la estrofa japonesa y el decir preciso del aforismo abundan los rasgos diferenciales; pero ambas estrategias expresivas comparten el afán de desprendimiento. Mantienen la pupila alerta, a punto de ver, ante un paisaje que exige capacidad sensorial y toma de conciencia; un minucioso cotejo de las estribaciones intimistas del yo interior. 
  Esta salida a descubierta de los aforismos requiere una aproximación inmediata sobre el tiempo de plenitud que vive esta modalidad expresiva. Durante siglos ha tenido una presencia secundaria entre los géneros literarios, sobre todo entre la novela y la poesía. Se desconocía casi al completo la tradición literaria en el tiempo y la obra de sus protagonistas más celebrados. Pero las redes digitales, entre otros factores, tan proclives a la inmediatez, los asuntos cambiantes y la urgencia de titulares efímeros han rescatado al minimalismo verbal de la condición precaria del ángel caído. Carmen Hernández Montalbán se incorpora gustosa al mediodía aforístico y reúne sus textos en las páginas de Ondas en el estanque, un libro con voluntad de ser y existir que refleja, con agudeza y concisión,  un mundo cercano, fragmentario y disperso.
   Desde el comienzo de la entrega se percibe una evidente inclinación hacia lo poético, hacia lo que se ha dado en llamar “aforismo lírico”,  frente a otras modalidades como los aforismos éticos o filosóficos que alumbran una clara tendencia moralizante. La sensibilidad de la autora entrelaza en cada esqueje verbal lenguaje coloquial y sentido poético. Así se vislumbra en estos ejemplos: “Tómate un baño de brisa, así espantarás tus miedos recordando el vuelo de los pájaros”, “En el mar habitan todas las melodías del universo”. Los escuetos desarrollos verbales no hablan de instantáneas provocadas por situaciones concretas sino que alumbran ideas que reflejan el continuo vaivén del pensamiento. La mirada es vigilia. Reclama los rasgos sutiles de cada detalle, siempre alejados de cualquier afectación, vestidos de humildad y cristalina transparencia. De este modo, cada aforismo contiene sendas invisibles de exploración y conocimiento; la voz de alguien que sabe que “la respuesta ha de vestirse con el traje de la interrogación”, aunque la realidad se disfrace de objetividad y cercanía.
  En Ondas en el estanque se establece un diálogo a dos voces entre palabras e imágenes. Los collages de Carmen Hernández Montalbán son etéreas construcciones imaginarias que firman alianzas con lo simbólico; no son instantáneas decorativas sino semillas que abren surco a las palabras para que estas se conviertan en dunas de agua.
   La propuesta de Carmen Hernández Montalbán, en su aparente sencillez, resulta compacta y bien construida. En ella convive el tono meditativo de la filosofía existencial y la voz conversacional de los sentidos, aderezada con un abundante despliegue de imágenes en torno a los sentimientos. La escritora encontró la belleza de esta forma breve en las obras del poeta, pintor y filósofo libanés Kahlil Gibran, cuyos aforismos atesoran hondura emotiva y conocimiento filosófico. Aquel magisterio impulsó una obra que entiende esta forma breve como un horizonte de significación, como un puente que enlaza sabiduría y el pensamiento. Con hábito paciente, su biblioteca ha ido sumando enunciados célebres de escritores, pensadores o artistas que han dado continuidad al despliegue verbal del aforismo en las voces de Antonio Machado, Rafael Sánchez Ferlosio y contemporáneos como Andrés Trapiello, José Luis Morante, Miguel Cobo Rosa y Miguel Ángel Arcas.
   En Carmen Hernández Montalbán la síntesis del pensamiento se conjuga con la práctica del collage digital, desarrollada en el intervalo temporal de los dos últimos años, en un ejercicio de taller, capaz de enriquecer la relación  entre ideas e imágenes. Sin duda, con un gusto autodidacta, acaso fomentado por las nuevas tecnologías, que se consolidan como puertas para explorar novedosas técnicas de creación de imágenes y vídeos.
   Los enunciados sentenciosos de Ondas en el estanque hacen de la búsqueda un punto de fuga. Plantean una vigilia sensible para que afloren las voces del silencio. Mantienen en su brevedad el entusiasmo de quien sabe que las palabras siempre necesitan la libertad del vuelo de algún pétalo.
 

                                                                                            JOSÉ LUIS MORANTE 

viernes, 7 de febrero de 2025

CORTAR EL TIEMPO CON LA MANO

Ávila, 1972
Estudiando COU

 

CORTAR EL TIEMPO CON LA MANO

 
 
 
El pesimista es tan clarividente que anticipa el fracaso.
 
*
 
La autobiografía convierte a otro en protagonista.
 
*
 
Ideas de saldo; necesitan un lenguaje primario, como esos productos de consumo que se adquieren en los minoristas chinos.
 
*
 
No siempre fue pasado e invisible.
 
*
 
Alza construcciones con andamios de humo.
 
*
 
Hay comportamientos que tienen la grisura de las aguas fecales, y el mismo olor.
 
*
 
La derrota es parcial si alimenta un estado de escucha; la posibilidad de gestar una existencia nueva, que tome el vacío como punto de partida.
 
*
 
Los espacios intermedios confunden márgenes y periferia y se expanden en las dos direcciones.
 
*
 
Pasan años abriendo itinerarios. Los que llegan, olvidan el trayecto de vuelta.
 
*
 
Los discursos vacíos crean vínculos estériles entre las palabras.
 
                                         
 
Cada náufrago reclama para sí la madera raída
 
*
 
No están cerca o lejos. No están.
*
 
Tomo el té a diario con mis limitaciones, para recordar quién soy.
 
*
 
Cualquier soledad está repleta de encuentros.
 
*
 
Colecciona fósiles. Quiere entender el tiempo sin la atribulada nebulosa de lo inmediato.
 
*
 
Derrumbar es ocupación de dinamiteros; reconstruir, oficio de arquitectos; y preservar, labor de artesanos.
 
*
 
Aprendizaje. Esa larga senda entre la biología y el ser cultural.
 
*
 
Percibo contornos con la precisión ambigua del miope.
 
*
 
Valoro mucho la inclinación kafkiana de su periplo personal. Suelo repetir sus itinerarios.
 
*
 
 
Las biografías ficticias enderezan existencias insensatas.
 
*
 
Certeza insoportable: sé que tengo un precio.
 
*
 
Libertad,  para sembrar amapolas en un paisaje ártico.
 
*
 
El optimista define el caos como una narración abierta.
 
*
 
Cuando se pide imaginación a la rutina, balbucea.
 
*
 
El barrio residencial de la función crítica está lleno de deudores, amigos y vecinos, que intercambian favores a diario.
 
*
 
( De  los libros Mejores días, De la Luna Libros, Mérida, 2009)
 y Motivos personales, La isla de Siltolá, Sevilla, 2015)





miércoles, 5 de febrero de 2025

MÁSCARAS

Figuraciones
Archivo de internet

 

Máscara
 
Reposa en el sillón, inoperante,
mi trasnochada máscara de oficio.
Por su silencio asciende
la falsedad creíble,
el material que integra
lágrimas y sonrisas,
el que elude por miedo,
el que pone la brida en el galope,
el que nos colma el vaso
de sanas intenciones
y cordiales deseos,
el que deja razones suficientes
para justificar la amanecida.
 
Su logrado artificio
oculta las estrías.
Se hizo con materiales resistentes.
Con ella se completa mi disfraz.
 
                       
                        (José Luis Morante, de Mapa de ruta) 



domingo, 2 de febrero de 2025

ALCANTARILLAS

Hedor
fotografía
del archivo Istockphoto

 

ALCANTARILLAS

 Hábitat de la noche.

 En la sombra dos puntos luminosos;
una rata furtiva
que no aparta su miedo
del  resplandor lineal de las linternas.
Cerca suena un golpeo monocorde
en el que cada gota
parece dejar sitio a la siguiente.
Igual que pulsaciones
de una sístole histérica.
Su percusión restalla y contagia humedad
al manchón de los muros.
 
Aquí está boca abajo la belleza;
su destello cansado
es una pausa,
provisional y torpe.
 
Llagas ocres ascienden
hasta el negro vacío
de otro túnel.
Más cables, tuberías,
excrementos...
Un denso  chapoteo
sobre el limo que engulle las pisadas.
En el hedor, continuas advertencias
de  un terco desaliño.
 
Pero nada socava
el afán de seguir;
camino a tientas.
Todavía hay un miedo
más oscuro y más hondo,
y sé dónde comienza.

    (Variaciones del libro Nadar en seco, 2022)




sábado, 1 de febrero de 2025

RUIDO DE FONDO

Desobediencia
Fotografía
del
Archivo pex els photo

 

RUIDO DE FONDO
 
   Por alguna compleja ecuación cerebral, los pensamientos le hacían cosquillas. Ver tanto desconcierto, hecho de contorsiones, muecas extrañas y risas mientras hablaba, era un espectáculo de asombro. El ruido de fondo de aquel proceder calamitoso convulsionaba también al nomadismo urbano. Era capaz de paralizar alguna arteria de la ciudad por la congregación de curiosos. Fue multado reiteradas veces por aquellas incomprensibles alteraciones de orden público.
   Incapaz de resolver la patología optó por convertir su pensamiento en un andén desierto. Su existencia enfermó entonces de nadería expresiva y fueron muchos los que lamentaron el soplo fraternal de aquel acantilado ante el vacío.
   Una tarde ocasional, satinada de lluvia, descubrieron mis ojos su mirar cansado. Él nada advirtió, como esas monedas que guardan un oscuro brillo entre la arena. Había anidado en su retina un alfiler frío, un punto ciego que llevaba su nombre.

(Del libro de microrrelatos Fuera de guion, Lastura, 2024)



martes, 21 de enero de 2025

CHARCOS (Microrrelato del libro "Fuera de guion")

Antes de la tormenta
Fotografía
de
Javier Cabañero Valencia



 CHARCOS 
 
   Mientras camina con despaciosa torpeza, bajo el paraguas recordó. De niña buscaba charcos para saltar sobre su transparencia. Una sonrisa se dibuja en la cara. Sigue caminando. Vislumbra un círculo de agua en medio de la calle. No duda,  pliega el paraguas y lo deja dormir unos minutos sobre la acera.
   Ensaya un primer salto; después otro, y otro y otro, antes de que le falte el aliento… Entre las punzadas de humedad se siente renacida con sus ochenta y cinco.
   Exhausta y temblorosa, recoge el paraguas y ya no lo abre. En la tarea del regreso, piensa cómo justificará ante el personal del geriátrico el aspecto desastroso de la ropa y los zapatos mojados. Da igual si no aparece la excusa. De niña creía siempre en el final feliz.

(Del libro de microrrelatos Fuera de guion, Lastura, 2024)