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Xelo Candel y José Luis Morante, Madrid, 15 de junio de 2013 |
XELO CANDEL. VERANO.
El homenaje a Luis Rosales en
Velintonia, la casa abierta de Vicente Aleixandre, me concede el
encuentro con Xelo Candel, en Madrid. Quedamos por la mañana en El Café
Comercial. Llego muy pronto; paseo por las calles de Malasaña, Glorieta de Bilbao y Plaza del
Dos de Mayo, que ya tiene en los tenderetes su artesanía colorista y el olor a verano de las
terrazas con sombrillas abiertas. Xelo también llega puntual, así que el café, la tostadas y los zumos sirven de contrapunto a una sosegada conversación que resume
muchos años de afanes literarios.
Doctora en Filología Hispánica,
con amplio experiencia docente, Xelo Candel es uno de los nombres propios
que me deparó la edición de Ropa de calle
sobre Luis García Montero. Mi amigo Ricardo Virtanen completó
el perfil con abundantes datos personales, así que la entrevista discurre como
una charla íntima de viejos amigos que tienen muchos ámbitos comunes.
Xelo Candel acaba de editar dos
libros inéditos sobre Luis Rosales –que ya comenté en ete blog- y me cuenta la
gozosa experiencia de su larga investigación en el archivo del poeta de Granada
que aportó su luz más clara en La
casa encendida. Yo recuerdo la amanecida en Rivas, los años de la revista Prima Littera, mis proyectos más inmediatos y las bonanzas y marejadas
de estos años, asomado al balcón de la poesía.
Cuando nos despedimos, sé que
esta primera cita es el preludio de otras muchas que sembrarán nuevos vínculos
personales. En el trayecto hacia casa releo algunos poemas de Xelo; apenas me concentro, porque todavía resuenan las cálidas palabras de despedida. Cierro el
poemario La arena y, en voz baja, doy gracias a la literatura por los mares azules que acercó hasta mi mesa.