( José Luis Morante en la buhardilla.
Fotografía de Delia Vaquero)
Funcionario poeta
Nadie sabe lo de su doble vida,
ni el mismo Superman, con quien comparte,
en salidas de urgencia,
síntomas de un catarro, el relente nocturno
y atrevidos escorzos de mujeres soñando.
Ningún salario habrá que gratifique,
languideciendo el mes, tanto desvelo
por meter en cintura una sinécdoque,
domar un adjetivo,
subrayar el acento de una esdrújula.
Resignado al filo amenazante de un reloj,
acero de oficina, de ocho en punto,
él se siente elegido, predispuesto
al martirio feliz de otro poema.
Me pregunto por qué no lo has titulado Poeta funcionario. Imagino que el orden de los factores sí altera el producto, salarial, claro.
ResponderEliminarFelicidades José Luis por ambos esfuerzos y sacrificios.
Saludos.
Querida Lourdes, no había previsto tal contingencia. Sólo buscaba exponer al sol esa doble vida de quien, instalado en la normalidad de lo diario, tiene en la creación literaria su razón de ser.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y una vez más, un beso por dedicar a mi literatura tu atención.
No, no, no.
ResponderEliminarNo eres sólo un funcionario.
Eres un profesor, un maestro, un tutor, un gurú, un faro y una brújula. El semáforo y la bandera de muchas conductas.
Que yo sé que hay mucho sufrimiento, pero también mucha vocación.
Beso.
B.
Querida avispita, tienes un aguijón de afecto que no puedes esconder. Tu retrato es tan abrumador que sólo se ajusta a la realidad en una cosa: somos amigos.
ResponderEliminarPor lo demás, será un placer seguir trabajando juntos en el futuro y seguir también haciendo juntos un proyecto de vida para nuestros alumnos. Un beso fuerte, Belén
¿verso libre o verso tradicional?
ResponderEliminar¿de dia profe y de noche pluma?
mira Jose Luis...
que eso no me suena a tortura
más bien a licencia y a otra compostura :)
sabes bien que de antiguo
el poeta de oficio nunca tuvo beneficio
que el héroe de letras y rimas
no siente sed ni tiene desaliento
que no es funcionario
sino verso, rima y concierto