Respiración dormida Imagen de Pinterest |
EL IMPOSTOR
Un sueño es la mitad de una
realidad
JOSEPH JOUBERT
Sin ángulos muertos, en el largo tránsito del sueño se vio a
sí mismo prodigando actitudes insólitas. Cerró los
ojos ante aquellas imágenes patibularias. Su comportamiento estaba lejos del molde de
rigidez victoriana que se atribuía. Era un impostor. Debajo de la historia
existencial permanecía el registro intacto de otra biografía. Necesitaba una
purificación extrema. Sintió en el pecho la punta de aguja de la desolación.
Empezó por no respirar. Ahora sabe
que solo cuando duerme retornan las cosas a su funcionamiento natural.
(Del libro en preparación Cuentos diminutos)
A veces despierto tras un sueño y puedo guardarlo en la memoria.
ResponderEliminarSiempre, siempre, hay una parte de realidad y otra que viene desde fuera.
Nunca sé en cual de las dos soy realmente yo.
Gracias por estos “Cuentos diminutos” que espero con ansia.
Un gran abrazo agradecido, José Luis
la parte subconsciente que guardamos en nuestro silencio está llena de pliegues de interés, María. Yo busco en su sombra estos argumentos ficcionales que pisan lindes entre la poesía y la prosa. Un fuerte abrazo.
EliminarEl subconsiente haciendo de las suyas.
ResponderEliminarFeliz semana.
Hola poeta, el subconsciente es un manantial de sombras que viene muy bien para encontrar vetas argumentales, así que ando en esa frontera entre la realidad y el sueño. Un gran abrazo.
ResponderEliminarYa me gustaría poder recordar algún sueño aunque este fuese políticamente incorrecto.
ResponderEliminarGracias por este adelanto de tu nuevo libro.
Gracias a ti, Chelo, por tu regreso a estos puentes y aprovecho para felicitarte por tu magnífica jornada poética en el instituto... Siempre que me encuentro con los alumnos el tiempo se hace retorno... Un fuerte abrazo.
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