domingo, 8 de abril de 2018

RAFAEL MORALES BARBA. POÉTICAS DEL MALESTAR

Poéticas del malestar
Rafael Morales Barba (Ed.)
Prólogo de Antonio Gamoneda
Ediciones El Gallo de Oro, 2017


POÉTICAS DEL MALESTAR

   El volumen Poéticas del malestar, editado por Rafael Morales Barba (Madrid, 1958), tiene una apariencia didáctica imponente. Sus seiscientas veinte páginas constatan un moroso quehacer. Dan fe de la dedicación exhaustiva del profesor universitario frente al discurrir del cauce poético contemporáneo. Es un campo de investigación al que ya se acercó en las páginas críticas de Última poesía española (1995-2005), La musa funámbula y Poetas y poéticas para el siglo XXI en España.
   La obra incorpora un pórtico firmado por Antonio Gamoneda, donde insiste –es una cuestión recurrente en el poeta leonés, como lo fue en José Ángel Valente- en su no pertenencia a la Generación del 50 y en su alejamiento de las componendas promocionales del Grupo de Barcelona, tan explicadas ya por las memorias de Carlos Barral y José Manuel Caballero Bonald, o por las entrevistas y escritos autobiográficos de Jaime Gil de Biedma. Queda claro, por enésima vez, que respirar el contexto histórico del franquismo y el ambiente social y cultural de aquel tiempo histórico no mimetiza rasgos ni hace del gregarismo un refugio poético compartido. Es verdad; la manifiesta insularidad creadora de las voces del medio siglo ha generado un magisterio expandido en el tiempo que se dilata hasta la pradera digital y las últimas promociones líricas.
  Aunque Gamoneda defiende que la canonización comporta una quietud de la conciencia poética individual y un cierto desvanecimiento de la propia personalidad. Sus recelos no son contrastados por el pie de página de la  realidad literaria, según aseveran los aportes de Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Ángel González o José Manuel Caballero Bonald, protagonistas de un legado singular y fortalecido por trazos unipersonales.
  Ya centrado en Poéticas del malestar, muestra algunas disonancias ante el enfoque de Rafael Morales Barba, a quien califica de imprevisible al abordar con simetría ecuánime a los incluidos en su estudio y al etiquetar con límites desvaídos algunos agrupamientos estéticos. Estas sombras no anulan la coda final positiva al calificar este empeño clarificador del poeta y profesor universitario como un trabajo crítico oportuno y necesario.
  El libro en sí aporta una selección de poetas nacidos en torno a 1975, cuyas obras iniciales vez la luz en la amanecida del 2000, pero ambos criterios se emplean con una amplia libertad, ya que se incluyen autores nacidos en los sesenta como Manuel Vilas, Miguel Ángel Curiel, Jordi Doce, Jorge Gimeno, Agustín Fernández Mallo, y poetas que casi cierran la década siguiente como Luis Bagué Quílez, Julio César Galán, Juan Andrés García Román, Guillermo López Gallego y Ana Gorría, o que pertenecen a la década del ochenta, como Fruela Fernández y Pablo López Carballo; todos coinciden en ser autores que publican en torno al 2000.
   Casi todos los agrupados en Poéticas del malestar son nombres presentes ya en otras antologías. Ejercen como autores representativos de una época confrontada con el realismo; hacen de la fragmentación –entendida ésta como estar al margen frente al discurso normalizado del todo- y la reticencia escéptica ante la retórica de lo cotidiano actitudes estéticas de un estar heterogéneo, que postula una diversidad de procedimientos en su resistencia y desazón.
   Tras el análisis de contexto, el libro selecciona una amplia relación nominal integrada por los más solventes solistas; de cada uno de ellos se incorpora una sucinta biografía, un esquema estético del quehacer lírico y una selección de poemas. En este apartado hay algunos aspectos disonantes; por ejemplo los despistes ortográficos que afectan al apellido de Abraham Gragera, al nombre de Josep M. Rodríguez o a los nombres literarios de José Antonio Bernier o Luis Bagué Quílez; si el poeta firma de una manera su obra, hay que testificarlo críticamente; del mismo modo, es conveniente que el estudio estético de los elegidos tenga una similar extensión ya que se trata de una obra colectiva y que los criterios de selección se cumplan: por ejemplo, integrar en las poéticas del malestar a un poeta celebratorio parecería, cuanto menos un gesto irónico.
  Entre los vértices centrales del trabajo figuran Jorge Gimeno, Julieta Valero y Manuel Vilas. Así lo manifiesta el crítico al dilatar el espacio reflexivo y al resaltar su legado en varios momentos. Lo mismo sucede al enfocar la obra de Abraham Gragera, con una dedicación intensa, ya expuesta en las páginas de la revista Turia
  Rafael Morales Barba acierta a definir, sin mapas asamblearios ni componendas grupales, un conjunto de miradas de la periferia realista imperante, en el que se conjugan algunos nexos comunes: insatisfacción frente a un proyecto existencial global atestado de asimetrías, moderado irracionalismo y cultivo del fragmento. Son los nombres que inician un nuevo siglo, que siguen confiando en la capacidad precaria del poema para habitar misterios.



7 comentarios:

  1. Hablé con Rafael Morales Barba para felicitarle por su laborioso trabajo y me comentó las duras circunstancias en las que corrigió las galeradas del libro. Así que solo queda constatar aquí su entrega reflexiva y su capacidad de trabajo, que son admirables.
    Por otro lado, acabo de corregir por sugerencia de Josep M. Rodríguez el nombre del poeta catalán, que yo también puse mal en la reseña, acentuando María, un gesto habitual a los que no tenemos el privilegio de conocer los usos ortográficos del catalán. Mis disculpas de nuevo por el error...

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  2. Siempre necesarias tus reseñas, querido José Luis. Pertinentes señalamientos y con contexto, tan necesario para lectores de otras latitudes. Un abrazo

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  3. Muchas gracias por tus palabras, querida amiga, sabes muy bien que la poesía actual presenta tantos itinerarios que cualquier estudio cumple siempre una función didáctica. Este es muy completo y presenta tendencias singulares. Un fuerte abrazo hasta Venezuela, cuyo vitalismo creador siempre me interesa.

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  4. Respuestas
    1. Creo que es un libro necesario para abordar trayectorias no realistas, que aportan una identidad de búsqueda cognitiva. ya sabes, querido amigo, que después corresponde a cada crítico buscar las coordenadas de su particular enfoque... Aquí no hay objetividad ni dogmas sino puntos de vista. Un fuerte abrazo.

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  5. Muchas gracias, querido José Luis, me haré con ese libro. Muy interesante tu reseña, un abrazo.

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    1. Un gran abrazo, querida Isabel, ya es norma encontrar siempre en tus palabras el estar cercano de la amistad, así que en esa línea de siempre de conocer mejor el bosque literario para que crezca fuerte el árbol de la propia poesía, esta propuesta de Rafael Morales Barba es muy interesante. Un gran abrazo.

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