Manierismos (cementerio de coches de Chatillon, Paris) Archivo Pinterest |
CHATARRA
Buscamos en la lejanía causas
que suelen estar muy cerca,
en nosotros mismos.
LICHTENBERG
El pesimista es tan clarividente
que anticipa el fracaso
Cada trayecto se refugia en la
lectura minuciosa de un viejo periódico. Disimula su capacidad de observación.
Conoce la fisonomía de todos los fantasmas que viajan en los vagones vacíos.
Su idoneidad como corrector quedó
demostrada cuando encontró varias faltas de ortografía en un poema de Juan
Ramón Jiménez.
El egoísta hace del yo apócope de
nosotros.
Las ideas ajenas sobre la
conciencia de un sujeto dependen de las
palabras; la opinión del yo sobre sí mismo depende de los hechos y del
triste oficio de la ocultación.
Utiliza argumentos que recuerdan
carnavales de pólvora.
Cómplice del futuro.
Tiene una memoria prodigiosa,
capaz de hacer real una mentira.
Los que mienten consiguen
interpretaciones magistrales.
En el trasfondo del azar dormita
un orden secreto, una simetría que pauta planteamiento, nudo y desenlace.
La autobiografía convierte a otro
en protagonista.
Hay escritores que en cada libro
se definen como palabreros aficionados.
El delito de los que perpetran
décimas cortas es el de malversación de formas.
Los minimalistas dogmáticos
pueden confundir el haiku con un cantar de gesta.
No quiere que nadie se dé cuenta
de sus peticiones de auxilio.
Los cementerios de coches abusan
del retorcimiento manierista.
Me dispongo a escuchar. El ruido
de las palabras hilvana preguntas que confirman la falta de respuestas. Después
habla el silencio y hay una extraña sensación inmóvil.
Los andenes ferroviarios son
espacios ambiguos e imprevisibles en los que se respira la quietud de la
ausencia; nadie sabe quién se va o quién se queda.
(Del libro Mejores días, Mérida, 2009)
Libro que tengo tuyo dedicado y señalados a lápiz los aforismos que más me gustan. Un lujazo.
ResponderEliminarUn abrazo José Luis!
Hola Sandra, feliz atardecida, aquí somos páginas abiertas todavía, aunque ya el cansancio invita a dejar en silencio este deambular por las palabras. Estás. Un fuerte abrazo.
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