martes, 15 de julio de 2025

DESPISTE

Vida laboral

DESPISTE
 
   
  Había muerto en su lecho un oscuro día del invierno pasado. No se enteró hasta hoy. Alguien, sin aspereza, comentó que sus ojos, tras el atardecer, no cabía la luna o las estrellas.
  En ese transcurso entre dos aguas labró con mano decidida el triste páramo de lo laborable. Mantuvo el silencioso estar de siempre. Igual gesto sin vida de soledad distante.
 
 

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