jueves, 17 de julio de 2025

PEREZA

Entre la noche y el día

                                             

 
 
 PEREZA

   Cuando amaneció siguió en el lecho. Ese día negó cualquier síntoma de aurora y volcó su pereza en la placidez de un largo sueño. El reloj, puntual, siguió sumando horas hasta que despuntó con frio el atardecer. Despertó  sin ganas. Percibió, con los ojos semicerrados todavía, que el afuera estaba en vela, con las mejillas pálidas de quien se asoma a un acantilado, absorto en la carencia. No pudo evitar en la boca seca un reflujo de tristeza.
  Por una grieta, como una sombra anciana, retornaba la noche.

Cuentos diminutos


 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.