martes, 21 de octubre de 2025

CASA VACÍA

En la montaña
Japón interior, mayo de 2025
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana



 

CASA VACÍA

 

En esta casa ya no vive nadie pero están todos los moradores que ocuparon sus habitaciones. Escucho su fisiología desperdigada en pasos, susurros, toses o gemidos. De cuando en cuando callan, como si se hubiesen mudado por unas horas a otro lugar. Pero siempre regresan. Esta noche olvidaron cerrar la puerta de la entrada y apagar las luces. Alguien me despertó. No supe qué decir; me siento un extraño ocupando una casa vacía. Ellos me reconfortan y justifican mi presencia: “Alguien debe soñarlos”.


(Fuera de guion. Casi cien microrrelatos)




lunes, 20 de octubre de 2025

TIEMPO INESTABLE

lágrimas
Archivo
Depositphoto

 

TIEMPO INESTABLE


Un poeta crepuscular. Olvida a diario las llaves, los artilugios de escritura y aquella temprana conciencia de ser un genio.


Minucia interna; no encuentro en mi interior nadie en quien confiar.
 
  
Si miras con atención el lugar que ocupas, donde estás no hay nadie.
 
  
En el apagado discurrir del tiempo, adanes primigenios que aguardan todavía una manzana.
 
 El  verbalismo artificioso encala la escritura, pinta fachadas de víspera de feria.
 
 En la madeja de la gratitud se apelmazan los hilos sueltos.
 
 Los viernes aseguran un tedio prometedor, hecho de puntos suspensivos.
 
 En la poesía bucólica, espontánea colaboración de una coral ecológica: piedras, juncos, pájaros y nubes…
 
 Carne tranquila. Senectud.
 
 En las conversaciones con desconocidos los intermediarios más eficaces son la elusión, la sensatez y el silencio. 
 
 La poesía es un yo caligráfico, angustiado por su propia identidad.
 
 Aversión a la lógica. Un pensamiento único y en continuas tareas de agitación.
 
 Sabe aceptar disculpas; mantiene con la sordidez una amistad vitalicia.
 
 La autonomía imaginativa del sueño requiere folios blancos por su inclinación a lo imposible.
 
 El subconsciente poético confía en el potencial de los precursores.
 
 Punto de fuga. Nostalgia de un lugar que no existe.

(Aforismos mojados)



 

sábado, 18 de octubre de 2025

CON ÁNIMO INESTABLE (Cuestionario)

TRAYECTO CONTINUO
(Osaka, Japón, 2025
Fotografía
de
Adela Sánchez santana


CON ÁNIMO INESTABLE
 (cuestionario a JOSÉ LUIS MORANTE)
 
Por LE PETIT COMITÉ
 
   Con un itinerario plural, que suma poesía, crítica y aforismos, José Luis Morante (Ávila, 1956) entrelaza en las entradas de su blog el ánimo inestable de la creación, reseñas, poemas, microrrelatos…El resultado es una propuesta rica en matices que varía casi a diario.
 
Tanta actividad… ¿No se cansa?
 
JLM.- Sí, mucho; la literatura es un espacio tan amplio que recorrer sus sendas a diario aboca en el cansancio; me acuesto pronto y esas primeras horas del sueño son esenciales para recuperar fuerzas y ánimos; después me despierto con las primera claridad, madrugo, empiezo la tarea y de nuevo, al despedirse el día, siento los genes de un hombre cansado que repite hábitos sin variar puntos y comas.
 
En el blog “Puentes de papel” casi todos los contenidos se ven desde la poesía…
 
Intento ser variado en las entradas, pero la poesía me parece el género esencial; es el que condiciona mi propio recorrido creador  y el que regula las lecturas diarias; dedico muy poco tiempo a la novela y más al ensayo crítico, aunque los libros que dejan más felicidad entre mis manos son los de poesía.
 
¿La poesía mantiene esa identidad de ser palabra en el tiempo?
 
La definición de Antonio Machado no ha perdido vigencia; pero hay otros enfoques que no tienen fecha de caducidad y complementan la profundidad del poema: el compromiso, el canto elegíaco, la introspección, el yo solidario, el juego verbal, la imagen, la cata aforística…
 
En un ambiente tan pasajero como el tiempo de playa, ¿puede seguir con sus hábitos literarios?
 
   La playa es la verificación melancólica de que soy un “animal de costumbres”. Mis hábitos no son estacionales, sino energía en préstamo que renuevo a diario. Soy una especie de monotonía existencial. Una verificación melancólica de lo previsible y la costumbre.
 
En sus lecturas, ¿algunos títulos en especial?
 
  No soy de los lectores que buscan el panorama insólito. El tiempo ha cimentado en mí una tradición literaria en el que reinciden voces de todas las épocas. Me gustan los regresos de la relectura, volver a leer las mismas “palabras de familia tibiamente gastadas” capaces de dar a lo conocido un matiz nuevo, una formulación original.
 
El mar como escenario, ¿qué sugiere?
 
   Las imágenes del mar dibujan el panorama insólito, el encanto ideal de lo lejano, Los colores impregnan la retina, proponen un largo viaje hacia la belleza. En el litoral abundan los instantes de una realidad significativa donde el paisaje deviene experiencia estética. Su continuo vaivén nos define: somos un peso leve en un espacio de continuo fluir.
 
                                                                  (Desde la orilla, Oropesa del Mar, verano de 2025) 







viernes, 17 de octubre de 2025

PASO DE CEBRA

Búsqueda
Archivo general de internet

 

AFORISMOS DE OTOÑO

 
. Sospecho que ahora busco en medio del desierto pasos de cebra.
 
. El pacto autobiográfico. Esa forma de contar una vida de verdad, donde casi nada es cierto.
 
.  Existir no es más que ir dejando las huellas en su sitio.
 
.  Habla mucho, con palabras ligeras cuyo significado está en fuga.
 
. Pensamiento y emoción mal sumados, dejan la sospecha de una doble contabilidad
en el poema.
 
. Si callo, me repito.

. Es otoño y también el pensamiento se esmera en lo caduco.

(Aforismos amarillos)

jueves, 16 de octubre de 2025

UNA CELEBRACIÓN EN COMPAÑÍA

Brindis en compañía


INVITO AL BRINDIS…
 
 
 
A Miguel de Cervantes,
por su mala memoria topográfica.
En sus pasos perdidos nunca tuvieron sitio los detalles.
 
A Max Brod,
que salvó de la quema los manuscritos de Kafka,
aquel funcionario obsesionado con la mutación de los insectos.
 
 
A Robert Musil,
que convirtió en protagonista
el bloqueo vital de un hombre sin atributos.
 
A Malcolm Lowry,
quien compartió con la larga estela de náufragos de la taberna
confidencia y silencio;
y su contradictorio deambular entre el paraíso y el infierno.
 
A Louis Ferdinand Céline
porque toda su literatura parece cortada de perfil,
resentida y bronca,
y fuera preciso golpear su hombro con una palmada
de apresuramiento
para que aliente una hoguera interminable
con todas sus ideas.

A  Oscar Wilde
porque adivinó que en el arte no existe la verdad universal.
Una verdad es solo un reflejo de la verdad contraria, que también es verdad.

A Jorge Luis Borges,
por concebir la literatura
como una gran despensa donde se aprovisiona lo inesperado,
la conciencia inconformista,
aquella que jamás explorará una rosa bajo el microscopio.

                                                 (Brindis a solas)








 

miércoles, 15 de octubre de 2025

ÉL NO ESTÁ AQUÍ

La buena compañía
Fotografía
de
Javier Cabañero Valencia

 

ÉL NO ESTÁ AQUÍ

 

   Él no está aquí. Está su soledad, perdida en el bosque de los años, como un espejo al fondo, donde nadie se mira por falta de luz tibia. Están las erosiones y el cansancio que anticipan la escondida quietud de la raíz. Está el dudoso oficio de sostener la fronda de ilusiones tardías y está el sabor salobre del pasado, ese lugar lejano que hoy parece una escenografía inventada. Pero él no está aquí.


(De Cuentos diminutos)



martes, 14 de octubre de 2025

PEPI BOBIS REINOSO: ÚLTIMA POESÍA

Pepi Bobis Reinoso
(Ciudad Real, 1952)
Poeta y actriz

PEPI BOBIS REINOSO: ÜLTIMA POESÍA

 
Ventanas
Pepi Bobis Reinoso
Ediciones en Huida
Colección Extravaganza / Poesía
Sevilla, 2024
 
Brooklyn
Pepi Bobis Reinoso
Edición privada no venal
Sevilla, 2025
 
 
   Manchega de nacimiento, pero sevillana desde hace muchos años, Pepi Bobis Reinoso (Ciudad Real, 1952) alumbra una vocación poética cuyo paso inicial es el libro El jardín de los instantes (2017). Poco a poco, coge ritmo un discurrir pautado, donde ven la luz las entregas: Nido de mirlos (2019), Bajo el árbol prohibido (2021), Ventanas (2024) y Brooklyn (2025). Todos los títulos alumbran un protagonista lírico poético cercano y comunicativo, dispuesto a mostrar las contingencias de lo confesional, desde un lenguaje limpio y sin laberintos herméticos. Las palabras observan la realidad, no esconden sus incertidumbres, sospechan que lo cotidiano es un entorno abierto en el que se cobijan los fantasmas ateridos del tiempo, junto a simples ficciones verosímiles.
  En los poemas de Ventanas las palabras se asomaban al tránsito existencial buscando claridad vital, esa oquedad estremecida que conforma la esencia de los días. El tiempo se nutre de sueños apagados y decepciones, de un gusto amargo que se posa en el paladar y del empeño inacabable de encontrar una razón para vivir, más allá de erosiones y pérdidas: “Acaso pueda entender / por qué rebosa un balde / con solo mirar desde el borde / brutal de la esperanza”.
   Los poemas sedimentan una clara sensación de orfandad, la certeza de que lo humano tiene un epitelio de fragilidad vulnerable. Cada pisada abre un camino transitorio y oscuro que nunca anticipa el anden hospitalario en el que abrir casa donde poder descansar. El territorio existencial “es una ventana / abierta a la incertidumbre / una pupila dilatada, / una frente herida / un pasillo de oscuridades”. Toca respirar hondo y borrar los contornos del ser enajenado; aprender serenidad y buscar en la transparencia del cristal hilos de esperanza. Aunque la aguja de la brújula nunca señale el norte, hay que ser Ícaro y preservar intacto el sueño de volar.
   Brookyn recuerda en su cubierta la emblemática silueta del puente, uno de los elementos icónicos más celebrados de la ciudad de Nueva York, que ha servido de excusa argumental y escenario a numerosos poetas españoles. A ellos se suma Pepi Bobis Reinoso en su empeño lírico de “hacerse a la mar sin conocer las corrientes y el barro de fondo”, ignorando el riesgo y dando fuerza al afán por descubrir. Con la esperanza de abrir los ojos y mirar más lejos. El poema en prosa se convierte en molde expresivo de una palabra meditativa que acoge en su interior emotivas sensaciones del entorno. La escritora alumbra una variopinta fauna plena de simbolismo: mariposas, murciélagos, águilas conforman los trazos de un paisaje onírico en el que el hablante verbal contrasta el patrimonio sensorial del entorno. Los sueños salvan del tedio de esos días imprecisos en los que se evidencia la cercana presencia del vacío, “una deflagración de interiores que opaca cualquier tormenta”. El yo se contempla a sí mismo envuelto en una oscuridad indefinida que confunde contornos y transforma los sueños en grises esqueletos.
   La trama, en ocasiones, sugiere el decir despojado de un diario íntimo que intenta guardar el ligero temblor de los días. Recuerda en su estructura el mirar ensimismado del poeta que busca en las palabras su propia identidad. Sin ruido, con el paso sosegado de quien espera el alba. Alguien que sabe que la fuerza semántica de Brooklyn es a la vez libro y puente, cerradura y ventana. Ciudad interior. Una conciencia subjetiva y concreta, que se asoma al tiempo para marcar sus pasos. Geografía que confunde la realidad posible y las nubes de paso de los sueños.


José Luis Morante