domingo, 16 de diciembre de 2012

PABELLÓN DE INTERNOS.


Pabellón de internos

                  (Para Juan Carlos Onetti, en algún sitio)

Una silla vacía mira hacia el alto muro perimetral. Es de plástico gris y está desvencijada, como si el peso del tiempo hubiese arqueado sus patas. En ella se sienta cada tarde el mismo interno; los ojos apenas sobrepasan el murete de piedra sobre el que se afirma la alta reja. Su desvarío mira la calle con gesto perplejo; no entiende el continuo deambular de rostros renovados; tampoco sabe qué hace tanta gente fuera, en el incierto laboreo de la calle, sin el orden estable del Pabellón de Internos.
 

6 comentarios:

  1. Si alguna vez una silla vacía tubo sentido es
    en estas tus letras, son de una rotundidad y
    profundidad que me has alegrado el domingo
    sobremanera. Bellas palabras que reflejan un sentir
    que con el tiempo va tomando forma en tu última
    frase "sin el orden estable del Pabellón de Internos"
    Un abrazo.

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    1. Querido Paco, he escrito a lo largo de mi vida muy pocos relatos y microrrelatos. Esta vez el texto llegó de un tirón. Seguro que Onetti me sopló al oido alguna sugerencia. El resto es sólo mirar la realidad de cada día: está llena de internos que deambulan por fuera.
      Feliz domingo, Paco.

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    1. El microrrelato es un género muy complejo para mí. Esta vez salió el texto casi de un tirón; no es una cosa que me suceda con frecuencia. Sé que a ti te gusta el género y por tanto me alegra mucho que no te decepcione lo escrito.
      Un fuerte abrazo.

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  3. ¿Ese pabellón se encuentra en nuestra querida Santa María? ;)
    Precioso texto.
    Me encanta la siguiente frase: "Es de plástico gris y está desvencijada, COMO si el peso del tiempo hubiese arqueado sus patas. En ella se sienta cada tarde el mismo interno". Me da que pensar si es que es el tiempo el que erosiona y desgasta la vida por inercia o, acaso, es nuestro propio "peso vital" el que moldea la silla.
    Un abrazo enorme.

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    1. No pensé en Onetti al escribir el relato sino en una experiencia personal que me marcó. Pero la desolación es universal y habita en cualquier texto.
      El gran protagonista es el tiempo y su labor de zapa sobre la conciencia y sobre los objetos.
      Muchísimas gracias por tu ánimo.

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