miércoles, 19 de marzo de 2014
MI PADRE Y LA DUDOSA LUZ DEL DÍA
Recuerdo de mi padre
Pisando la dudosa luz del día
Mi padre ponderaba la eficacia
como un tesoro extraño y valiosísimo,
escondido en el vientre de la tierra.
Solía levantarse muy temprano,
con el tic-tac grabado en la memoria,
y dilataba oscuro una jornada
que concluía laso y taciturno.
Era su empeño inmune al frío o la canícula.
Por él estuve interno tantos años
con la sola misión de hacerme un hombre.
(Entendamos: un hombre de provecho,
un atinado buscador de logros)
Mas el esfuerzo no valió la pena.
Él no tiene conciencia del fracaso.
Descubrió en la derrota
una patria feliz, compensatoria.
( Causas y efectos, Sevilla, 1997)
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amigo José Luis, cómo he echado de menos este mundo virtual, al final he tenido que hacer lo que debería haber hecho desde un principio: comprarme un ordenador. Espero que no haya más interrupciones. Un fuerte abrazo en este "Domingo" que en mi tierra ya va sabiendo a verano.
ResponderEliminarMe alegro de esa decisión Paco, sé que la red te gusta y te permite difundir tu experiencia literaria. Así que, a pesar de los gastos, me alegra saber que regresas con ánimo nuevo. Te dejo hoy un poema emblemático que he reiterado en muchas lecturas. Un homenaje a mi padre, hoy que tanto lo necesita. Gracias por tu complicidad y por el continuo afecto.
ResponderEliminarQué hermoso texto, José Luis; perfecto para el día de hoy.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Y qué alegría encontrar de nuevo tu cordialidad y tu afecto. Mi padre pensó que su vida cobraba sentido si sus hijos estudiaban y habitaban sus horas entre libros. Era un optimista y yo le debo casi todo lo que tengo entre las manos. Por eso me inspira tanta ternura.
EliminarUn fuerte abrazo.
Emocionante tu bello poema, José Luis, y feliz onomástica. Abrazos.
ResponderEliminarGracias María, es una doble celebración: soy padre y es mi onomástica. Así que toca una tarde con brindis desde la distancia.
EliminarTu cercanía es un privilegio y espero que el tiempo nos deje pronto un sitio para la charla sosegada y el café.
Abrazos
Ya te lo he dicho en otras ocasiones: un precioso poema. Feliz onomástica.
ResponderEliminarLo mismo digo, querido José Manuel, son días de mucho ajetreo personal, pero no olvido los compromisos. Pasó Javier por Madrid y me dijo que la edición de Julio M. está en imprenta, así que cuando el libro vea la luz nos reunimos de inmediato y pensamos cómo organizar una buena presentación. Felicidades para ti también por tu doble condición, por la onomástica y por tu hijo. Un fuerte abrazo y gracias por recordar un poema que habla en voz baja de un fracaso anunciado.
EliminarDaniel y yo preparamos para el Instituto una selección de 25 poetas españoles. Difícil selección que abarca todos nuestros siglos de versos. Una antología compleja, como imaginas. Eres el 24 y este poema a tu padre es el que te va a representar. Y acaba la selección un amigo: Luis García Montero. Julio Mariscal tendrá su hueco y nuestro Duque de Rivas, como gloria histórica local. Ya sólo nos falta el buen editor que nos publique como ves.
EliminarPrecioso, José Luis. Con dulzura recuerdas el empeño de tu padre en poner los medios para hacerte "un hombre de provecho", en el sentido que los padres dan a esas palabras.
ResponderEliminarY, ahora que te conozco un poquito, no creo que perdiera la batalla y orgulloso estará de que seas así y entiendas la palabra "provecho" de otra forma menos provechosa.
Un abrazo.
Eres un encanto, Fanny, y siempre pones en tus comentarios ese colchón de confianza que convierten el miércoles en una jornada festiva.
EliminarLos padres de Castilla sacaron del páramo un estudiante. Fue su mejor cosecha, pensaban orgullosos. Y no sé si el tiempo les quitó la razón, pero ellos dibujaron en el espejo su mejor sonrisa. Así que les debo gratitud. Un fuerte abrazo.