Camino de la mar |
HIJOS, ÁRBOLES Y LIBROS
El Bohodón, 25 de agosto de 1956
Hoy es mi cumpleaños.
Parada obligatoria frente al cauce del tiempo,
un recorrido largo, extenuante,
que me conformará
como el desconocido que se muestra
entrañable y cercano.
A mi lado palabras amistosas
y el cálido rumor
que suele terminar enumerando
las justificaciones del trayecto:
hijos, árboles, libros...
Han crecido mis hijas
y sus manos borraron muchas veces
mi propensión a la melancolía.
También escribí libros
y planté en el jardín
arbustos y frutales...
Cumplo cincuenta y ocho.
Con el soplo entusiasta que culmina la fiesta,
he apagado las velas
mientras prosigue el río
-uno mi voz al verso de Manrique-
camino de la mar que es el morir.
Postdata:
Mi libro Población activa, editado en 1994, recoge el poema "Treinta y cinco y los tópicos". En él comentaba las sensaciones del tiempo al cumplir esa edad. Han trascurrido veintitrés años y he vuelto a recuperar el poema con una versión adecuada para este cumpleaños. En esencia, las composiciones no han cambiado mucho porque tampoco se ha modificado en exceso mi percepción del tiempo. Somos agua que busca el mar.
Felicidades, el poema, una delicia. Un fuerte abrazo, te dejo para que lo celebres con tus seres más queridos.
ResponderEliminarSiempre estás tan cerca que formas parte activa de esta familia hecha de días y de versos. Toca apagar las velas, Paco, y asomarse con perplejidad al curso de los años. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarDisfruto del poema, con el que es fácil identificarse y me uno a las felicitaciones que recibirás hoy. No sé si habrás visto que en tu buzón te he dejado un pequeño regalo.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Querido amigo, sigo en Gredos hasta el miércoles y no he podido abrir el buzón, así que continúa el asombro intacto por el regalo del que acusaré recibo de inmediato. Estos años me han dejado un amplio patrimonio de afectos, valiosos regalos como tu amistad. Por ello, mi gratitud y mi torpeza para decirte lo que significa ese ánimo continuo que siempre percibo en tus palabras. Abrazos.
EliminarFelicidades una vez más José Luis, tras la lectura de este emocionado poema. Como somos en tiempo que nos queda espero que tu camino aún sea largo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Gracias, Jesús, los poemas escritos sobre un asunto concreto suelen tener fecha de caducidad; por eso es bueno que nuestros versos busquen la voz atemporal, la que puede ser escuchada en cualquier tiempo. Yo escribí mi poema "Treinta y cinco y los tópicos" hace más de veinte años. Así que hay que buscar otra caligrafía emotiva. Me alegro que esta nueva versión no te haya decepcionado. Un fuerte abrazo.
EliminarQuerido José Luis, muchas felicidades, ahora tenemos la misma edad hasta enero, otro punto más en el que coincidimos. Desde la playa te recuerdo y deseo que pases un día pleno junto a Adela y tus hijas. Abrazos con todo mi cariño.
ResponderEliminarQuerida María, gracias por acordarte de este día tan especial para mí. Disfruta del ambiente. Yo estoy apurando los últimos días en Gredos, antes de retomar la tarea diaria y volver a la rutina. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarDilatada longitud al cauce de tu río.
ResponderEliminarQuerido Amando, todos los cauces vitales atraviesas crecidas y estiajes. Lo importante es seguir, hacer que la corriente encuentre la desembocadura adecuada. Un fuerte abrazo y muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarFelicidades, José Luis. Y que el río sea muy largo...
ResponderEliminarGracias, querida poeta, siempre es entrañable sentir que el itinerario se hace en compañía. Besos y lo dicho: muchas gracias.
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