La letra y el espíritu (!950-1960) Antonio Vilanova Prólogo de Adolfo Sotelo Vázquez Devenir, El Otro, Madrid, 2014 |
OFICIO CRÍTICO
Son muchos los que conceden a la escritura
de reseñas un valor tangencial, la inocua consideración de un apunte de urgencia
destinado a consumir un plazo efímero.
Sin embargo, la tesis argumentada de un buen reseñista sobrevive al tiempo y
deja en cada acercamiento a las estanterías de novedades una meditación
perdurable. Así sucede con el sumatorio acogido en La letra y el espíritu, una muestra de trabajos de Antonio
Vilanova, publicada en las páginas del semanario Destino durante la década del cincuenta.
El largo introito de Adolfo Sotelo Vázquez
documenta y contextualiza el quehacer analítico de Antonio Vilanova, quien ya en su inicio
consiguió juicios muy favorables sobre su lucidez crítica. Dámaso Alonso y
Vicente Aleixandre percibieron en el joven profesor universitario una encomiable
capacidad para el ensayo. Los poetas del 27 acertaron en su valoración; pronto el
perfil de Antonio Vilanova consolida sus rasgos.
El discípulo de Ortega y Gasset concitó el asentimiento general de los intelectuales del momento por
su preparación y por la batería argumental de sus ideas.
En el volumen La letra y el espíritu se comentan ediciones de novela y poesía de
autores universales que han superado en casi todos los casos la prueba del
tiempo. Están las obras de Rilke, T. S. Eliot, W. Faulkner, George Orwell,
Albert Camus… Autores singulares, de fuerte carisma, que tras sus primeras
salidas consiguieron reputación universal y cuyo influjo fue iluminando poco a
poco el maltrecho clima cultural de la posguerra. Muchos de los escogidos
fueron merecedores del Premio Nobel de Literatura.
En casi todos los artículos percibimos un
sólido conocimiento del entorno escritural del autor analizado y una panorámica
de conjunto que ayuda a trazar las coordenadas estéticas de cada universo
escritural. Antonio Vilanova es un crítico formado y sus lecturas son un selecto bagaje, cuando no era fácil la percepción global de la literatura europea y
norteamericana que permitía entender cada obra en su dimensión
adecuada.
Hablé al comienzo de la devoción por Ortega
del autor de La letra y el espíritu.
Del filósofo proceden los principios vertebradores del trabajo crítico del
profesor Vilanova, esa pasión por entender
antes de juzgar con meditaciones esenciales como la que sigue: “El
crítico ha de ser, ante todo, un hombre de su tiempo, ha de tener como misión
primordial interpretar y explicar las obras de su época, y hacernos comprender
el arte del momento en que vive, que es también el nuestro, que a menudo
valoramos a través de sus ojos, tal como ha sido juzgado por él”. Juicio central de una tribuna crítica muy recomendable.
Como siempre, anoto esta obra en la lista de "pendientes". Tu buen ojo y fino criterio literario me hace estar seguro de que encontraré un libro muy interesante.
ResponderEliminarEres muy amable en tus juicios, pero es verdad que es un libro interesante porque reconstruye un itinerario crítico que en su día fue revelador de una estala de libros necesarios. Aventar recuerdos siempre es un gozo. Abrazos.
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