NOCIÓN DEL TIEMPO
Mi reloj se queja de que ha perdido estos días la noción del tiempo. Lo confirma en voz baja, a desgana, como si un bostezo prolongado no dejara articular las frases. Entiendo su estado. Me sucede lo mismo cuando camino, empequeñecido y silencioso, por el litoral, junto a la línea azul que me deposita en ese mar de nubes del ensimismamiento. Un mar calmo, sin olas, que ha firmado una tregua con la felicidad.
Amigo José Luis, creo que he tomado el mismo camino, estoy despejando tormentas mientras intento crear calma. Todo da vueltas en un remolino sin fin, pero ya estoy curtido en estos avatares y cualquier punto es amarre para mí, así que aquí sigo leyendo tus pensamientos tan cálidos y refrescantes como siempre. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPues me parece una decisión llena de sensatez; el mal tiempo necesita la sombrilla protectora de la razón y seguro que sabrás encontrar el itinerario adecuado. Gracias por tu amistad, compañero.
Eliminares, aunque inconfeso, un secreto de libertad
ResponderEliminarsaludos
Lo es, querido Omar, vivimos a diario el dictado del tiempo, ese afán de ser en cada instante la fuerza del más mínimo gesto. Sin reloj el tiempo se ensancha, se hace libre. Un fuerte abrazo y una vez más mi gratitud.
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