viernes, 9 de agosto de 2019

OFICIOS DESAFECTOS

Lo demás es silencio
Fotografía
de
Internet



OFICIOS DESAFECTOS

A Luis Miguel Malo Macaya,
 por su amistad  y por hacer de su muro
una geografía poética tolerante y plural
  
Solo su opinión mantiene las constantes vitales; las opiniones ajenas son lápidas.


Censores correctores, enterradores de textos  y taxidermistas verbales nunca desisten; siguen al pie de la letra los férreos manuales del no.

La poesía fue escrita para la lectura, no para llenar los tiempos inocuos de oficios desafectos.

Ese regodeo estruendoso de quien descubre una errata escondida en el último recodo, como si fuese un fenómeno insólito que muda el universo.

Para bandearse por el discurrir existencial, qué necesaria la disposición sin tregua del censor. Como el inodoro de una casa.

Agobiante sensación de soledad … Y la necesidad de estar cerca de alguien a quien insultar.

Utilidad contrastada. La estridencia es el andamio doméstico más eficaz para aupar a los parásitos que se nutren de otros.

La pupila intolerante mira desde lejos.

El corrector necesita el magisterio de otro censor experimentado y popular, alguien que realce su sombra como si fuese un epitelio de tolerancia ecuánime.


(Contra la intemperie digital)




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.