Lejanías (Rivas-Vaciamadrid, 1989) Fotografía de Adela Sánchez Santana |
INDECISIONES
Es tan singular, que cuando corre a solas siempre llega
segundo.
Para las palabras, el silencio es también un refugio seguro.
Busca aguaceros que asciendan.
El paso sereno hace señas al abismo para que se aparte.
Tolerancia, respeto, solidaridad, coherencia… Esos conceptos
que llegan sin resuello a la primera sílaba.
Duerme fuera, para cobijar la fragilidad de la noche entre
sus brazos.
Toda vocación exige un confinamiento estable.
El silencio siempre es un refugio seguro.
ResponderEliminarme alegro de leerte aunque no te comente asiduamente, ya sabes lo del silencio...
Estar cerca es una actitud que no necesita palabras; o mejor, que deja silencios muy llenos de significado. Un abrazo agradecido por tu generosidad lectora.
Eliminar"Es tan singular, que cuando corre a solas siempre llega segundo".
ResponderEliminarTan impactante que me deja pensativa preguntándome si es malo sentirse así a veces.
Gracias y abrazos.
En absoluto es malo, muy al contrario querida Pepi, no dejarse arrastrar por la corriente de lo gregario es un gesto de afirmación, de voluntad y rebeldía al mismo tiempo. Un fuerte abrazo.
EliminarJosé Luis, no puedo más que decirte ante ese silencio de las palabras algo tan escueto, como que eres imprescindible.
ResponderEliminarQuerido David, es hermoso aceptar tus palabras y sentir que tienes razón; tan imprescindible como una gota de agua, una hoja en el árbol o una página que se desgaja del libro. Pero esa condición perecedera es también muy hermosa; nos hace valorar cada instante, cada abrazo de gente como tú. Feliz fin de semana, querido amigo.
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