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domingo, 6 de septiembre de 2020

FRUSTRACIONES

Costras
Fotografía
del archivo  Redbubble


FRUSTRACIONES

Desgraciadamente, yo no tuve
quien me contara cuentos.

JUAN RULFO

    Mis frustraciones acumulan antiguos consejos paternos. Siempre hablaba después de la verdad. Desde una imprevista situación inicial que me daba un soporte de confianza, mi padre conseguía de inmediato un claro conocimiento del desenlace. Así que sus consejos pesaban acerados en mi voluntad. “Para qué ser bombero si ya está la lluvia”, decía, mirando al cielo.
    Aprendí a vivir sin expectativas. No fui marino por si un día se secaba el mar. Le hice caso; el mar también. Una costra reseca comienza a dibujar sobre la superficie limosa un litoral vacío. 

(De Cuentos diminutos)



lunes, 14 de agosto de 2017

REALISMO FANTÁSTICO

El llano en llamas
Fotografía de
WordPress.com

 
REFLEJOS
 
                                           A Juan Rulfo
 
El mar cobija
realismo fantástico,
llanos en llamas
 
 

jueves, 10 de agosto de 2017

RAINER MARIA RILKE. ELEGÍAS DE DUINO

Elegías de Duino
Rainer Maria Rilke
Versión al castellano de
Juan Rulfo
Sexto Piso Poesía
Madrid, 2015
 
DESTINO DE POETA
 
   Rainer Maria Rilke (Praga, 1875- Montreux, 1926) asumió su destino poético como una imposición pactada con el yo y  libre de cualquier obligación contingente. Vivió el quehacer escritural con tenacidad monocorde en un periplo biográfico que concluyó a los 51 años, víctima de la leucemia. Su obra adquirió pronto valoración en toda Europa; en España los poetas de la generación del 27 fueron lectores tempranos y reconocieron su magisterio.
En el trayecto de Rilke las Elegías de Duino ocupan un espacio central. Ahora aparecen en castellano en la versión realizada por un nombre cimero, Juan Rulfo, el autor de Pedro Páramo y El llano en llamas. Una nota final comenta las especiales relaciones del novelista y los poemas y los diferentes materiales que propiciaron esta versión, acaso, la más atinada por cuanto promueve junto al espíritu del texto un asentimiento del aliento creador.
   La opción poética de las Elegías de Duino ahonda en el esteticismo cognitivo; su avance hace de la belleza presencia tutelar de la que el hombre en vela se hace testigo e intérprete. El ángel es símbolo de esa vida interior que emprende un largo recorrido introspectivo. Desde ese estadio interior percibe el acontecer de lo sagrado.
   El poeta inicia su primera elegía en 1902 en el castillo de Duino, bajo la aristocrática protección de Marie Von Thurn und Taxis-Hohenlohe, a quien dedica la obra, y proseguirá su escritura durante una década, con amplios intervalos entre las diferentes partes. Cada elegía impulsa “el puro movimiento del espíritu”, un moroso vaivén entre pensamientos y sensaciones que se va dispersando en un amplio movimiento expansivo. El ángel es un elemento imaginario clave que admite un incansable proceso interpretativo, aunque cada una de las elegías aborda temas diferenciados.
   Es conocido el posible aporte de la tradición mística, de los textos de san Agustín y de los esquemas mentales que proporcionan algunas representaciones escultóricas y pictóricas para explicar el origen del ángel como un espíritu fuerte, una energía transformadora y libre de condicionamientos humanos, como personificación de un grado superior del ser.
   La poesía se convierte así en una visión, una iluminación idealizada que busca sentido al sujeto, más allá de la realidad sensible. La lírica supera la condición escindida del hombre, escucha lo transcendente y configura un espacio donde el hombre encuentre protección y refugio.
 

martes, 4 de agosto de 2015

RAINER MARIA RILKE. ELEGÍAS DE DUINO

Elegías de Duino
Rainer Maria Rilke
Versión de Juan Rulfo
Poesía   Sexto Piso, Madrid, 2015
 

DESTINO DE POETA 

   Rainer Maria Rilke (Praga, 1875- Montreux, 1926) asumió su destino poético como una imposición pactada con el yo, libre de cualquier obligación contingente. Vivió el quehacer escritural con tenacidad monocorde en un periplo biográfico que concluyó a los 51 años, víctima de la leucemia. Su obra adquirió pronto valoración en toda Europa; en España los poetas del 27 fueron lectores tempranos y reconocieron su magisterio.
  En el trayecto de Rilke, las Elegías de Duino ocupan un espacio central. Ahora aparecen en castellano en la versión realizada por un nombre cimero, Juan Rulfo, el autor de Pedro Páramo y El llano en llamas. Una nota final comenta las especiales relaciones del novelista y los poemas y los diferentes materiales que propiciaron esta versión, acaso, la más atinada por cuanto promueve junto al espíritu del texto un asentimiento del aliento creador.
   La opción poética de las Elegías de Duino ahonda en el esteticismo cognitivo; su avance hace de la belleza presencia tutelar de la que el hombre en vela se hace testigo e intérprete. El ángel es símbolo de esa vida interior que emprende un largo recorrido introspectivo. En ese estadio interiorizado percibe el acontecer de lo sagrado.
   El poeta inicia su primera elegía en 1902 en el castillo de Duino, bajo la aristocrática protección de Marie Von Thurn und Taxis-Hohenlohe, a quien dedica la obra, y proseguirá su escritura durante década, con amplios intervalos. Cada elegía impulsa “el puro movimiento del espíritu”, un moroso vaivén entre pensamientos y sensaciones que se va dispersando en un ondular expansivo. El ángel es un elemento imaginario clave que admite un incansable proceso interpretativo, aunque cada una de las elegías aborda temas diferenciados.
  Es conocido el posible aporte de la tradición mística, de los textos de san Agustín y de los esquemas mentales que proporcionan algunas representaciones escultóricas y pictóricas para explicar el origen del ángel como un espíritu fuerte, una energía transformadora y libre de condicionamientos humanos, como personificación de un grado superior del ser.
   La poesía se convierte así en una visión, una iluminación idealizada que busca sentido al sujeto, más allá de la realidad sensible. La lírica supera la condición escindida del ser vulnerable, escucha lo transcendente y configura un espacio donde el hombre encuentre protección y refugio.

lunes, 6 de enero de 2014

CON CATALUÑA (APUNTES DE CLASE)


CON CATALUÑA  (APUNTES DE CLASE)
 
" Fulgor Sedano, hombre de 54 años, soltero, de oficio administrador, apto para entablar y seguir pleitos, por poder y por mi propio derecho, reclamo y alego lo siguiente..."

Pedro Páramo, pág. 50
 
    Aclaro: no soy nacionalista español –ese supuesto estigma con el que los nacionalistas de periferia pretenden anular los argumentos de la razón- pero me desasosiega que el máximo mandatario de una comunidad, garante legal de la constitución como marco convivencial, sea el más obstinado impulsor de su incumplimiento. Por eso anoto aquí estas impresiones, junto a mis apuntes de clase de Geografía e Historia, la asignatura que imparto desde hace veinte años. Nací en España, pero me hubiese encantado haber nacido en Canadá, Australia, Estados Unidos, Suecia, Italia, Gran Bretaña o Argentina… casi en cualquier sitio de ese mundo en progreso que ofrece a sus pobladores unas condiciones existenciales dignas.
   Me causa pánico que España se balcanice y que los muchos siglos de convivencia dependan de los intereses electorales del nacionalismo segregacionista. No quiero que España se quiebre, porque si la consulta independentista se celebra, sea cual sea el resultado, todos los demás territorios peninsulares e insulares también tienen derecho a esa consulta. Ser catalán no es ser más que ser castellano, andaluz, canario, murciano o extremeño. Ahora soporto a diario titulares de prensa y declaraciones que se barajan para prodigar estupideces. Hace unos años, en la Feria del libro de Madrid, tuve que soportar en una mesa victimista y quejicosa a un Jordi “algo”; rubricaba que no  leíamos la poesía de Cataluña y que se condenaba al ostracismo a sus poetas, por ser catalanes. Escuché perplejo; yo preparaba una edición crítica de Joan Margarit, leía con fervor de neófito a Jaime Gil de Biedma y anotaba datos para un largo artículo sobre Carlos Barral… además dos de mis libros se habían publicado en una edición catalana y adquiría las novedades de la editorial apenas salían al mercado; y uno de los más jóvenes poetas catalanes, Josep Maria Rodríguez, me parecía una de las perlas literarias del siglo XXI. Aquel sujeto, desaforado y pueblerino, negaba mis lecturas, mis vínculos, mis querencias y pretendía apartarme de mis poetas, alegando que eran inexistentes, como su propia obra.  Son poetas de casa, huéspedes fijos de mis estanterías; nunca fueron ni serán extranjeros para mí porque no son un territorio, una excusa bélica, un desagüe para ensuciar la convivencia con réditos electoralistas que disimulen corrupción, populismo y pésima gestión económica. 
   Que 2014 venga sosegado en el quehacer diario de todos, sin que marquen la convivencia himnos, banderas y esa historia reinventada a la medida de un ego deforme. Que sigamos juntos y en paz. Con Cataluña, claro; somos lo mismo.