Costras Fotografía del archivo Redbubble |
FRUSTRACIONES
Desgraciadamente, yo no tuve
quien me contara cuentos.
JUAN RULFO
Mis frustraciones acumulan antiguos consejos paternos. Siempre hablaba después de la verdad. Desde
una imprevista situación inicial que me daba un soporte de confianza, mi padre
conseguía de inmediato un claro conocimiento del desenlace. Así que sus
consejos pesaban acerados en mi voluntad. “Para qué ser bombero si ya está la
lluvia”, decía, mirando al cielo.
Aprendí a vivir sin expectativas. No fui marino por si un día se secaba
el mar. Le hice caso; el mar también. Una costra reseca comienza a dibujar
sobre la superficie limosa un litoral vacío.
(De Cuentos diminutos)
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