Sillas, 2012, Hilario Barrero |
A la vuelta del sueño
hay dos maneras de iniciar el día:
en tácita derrota,
desarmado y cautivo,
rasgado el uniforme de intuiciones sombrías;
o empuñando esperanzas,
con la temeridad que me confiere
pelear obcecado
en una tentativa de hundir naves
a una rutina atroz.
El botín desmerece.
Nada es la recompensa, mas no importa.
Enfilo el pasadizo de la calle
en busca de molinos
con que cruzar mis armas,
sustituyendo el peto y la escarcela
por bufanda de lana y gabardina.
( De Un país lejano , DVD, Barcelona, 1998)
Anoche mismo, leía este poema ¿casualidad?
ResponderEliminarUn beso.
Yo he estado muchos días con tu libro, así que, más que casualidad, la certeza de un camino común en la amistad y en la literatura.
EliminarAbrazos, Dolores.
Pues que así sea, que cada nuevo día sea nos ofrezca la posibilidad de encontrar nuevos retos e ilusiones... Un saludo
ResponderEliminarGracias Armando, la ilusión nace del sentido real de la esperanza y en ello estamos. Es un placer encontrarte cerca. Abrazo.
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