Escrituras |
TEORÍA DEL SUEÑO
Todo sueño cumplido es prematuro.
Su tácita presencia pone en duda
que hasta ayer mismo fuera
objeto de un afán cuyo rescoldo
no se apagara nunca.
La posesión no acalla
esa voz inquietante
que aspirara a lograrlo
ni concede la tregua y el sosiego.
Intangible y fugaz,
como el vuelo de un ángel,
el perfil de los sueños no conoce
la hondura hospitalaria del espejo,
ni el peso de la luz.
(De Un país lejano, 1998)
Mientras preparaba esta entrada, leía algunos mensajes digitales; en ellos, como en la vida diaria a pie de calle, la inteligencia, el afecto, la estupidez, el paso ramplón del compromiso...Actitudes que refrendan la necesidad de seguir soñando. Al cabo, un sueño no es más que el propósito de convertir la piel del cardo en una caricia.
ResponderEliminarLos sueños son bellos muchas veces, precisamente, porque no se cumplen y alcanzan el cenit de su belleza en la utopía. No obstante, creo que, efectivamente, para vivir necesitamos seguir soñando, creyendo que se cumplirán y nosotros lo veremos.
ResponderEliminarEl aforismo con el que empiezas el poema me encanta José Luis.
Un abrazo fuerte!