Jornada Laboral (Daytona, Florida) Fotografía de Adela Sánchez Santana |
EL AHOGADO
Hablaron
del suceso
en
los telediarios
con el tono
didáctico
de una voz
tutelar que nos reitera
consejos
conocidos:
el mar respira
fuerte.
Arterias
submarinas
empujan hacia
el fondo al inconsciente
que bracea
feliz,
atento sólo al
sabor de la sal.
Los bañistas
mencionan
raros gestos,
describen hendiduras
y elogian el
valor del socorrista,
figura
necesaria
para que la
tranquilidad ocupe sitio;
nada se pudo
hacer
salvo dejar el
cuerpo
como centro de
un círculo de pasmo.
En el rostro
madura
un color
tumefacto.
Desvalidas
sombrillas
como extrañas
zancudas.
Hoy nadie
aprovechó
los últimos
rescoldos del ocaso.
También la
muerte cumple
jornada
laboral
en vacaciones.
(De Pulsaciones, 2017)
Así me gusta amigo, que la tranquilidad ocupe su sitio. Abrazos
ResponderEliminarSospecho que el azar y esa escritura oculta del destino pisan la misma arena que nosotros, querido poeta. así que hay que hacerlos sitio para que se sientan cómodos. Un fuerte abrazo.
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