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EL CRÍTICO
Para María Fernández Cuello,
por su confianza y afecto. Por su amistad
Con voluntad incansable, Tasio Luna leía cada año libros y manuscritos, acumulados en el manso desorden de su biblioteca. Sobre los mismos no opinaba nunca. Gracias a aquel silencio llegó a ser el crítico más reputado de su tiempo. Los que a sí mismo se consideraban buenos escritores, escuchaban en aquel mutismo un asentimiento tácito; los dubitativos refrendaban sus propias dudas; y los malos escritores entendían aquella actitud como un impulso afectivo condescendiente, acaso, como un gesto de civilizada cortesía.
(De Cuentos diminutos)
Exquisito José Luis. Y cuánta verdad! El silencio puede amoldarse a cualquier pretensión pero yo creo también que si supiéramos interpretarlo correctamente nos ahorraríamos muchas mentiras.
ResponderEliminarAbrazo!!
Sí, es también un cuento donde se cuestiona la propia experiencia vital, esa manera de mirar lo real desde las páginas de un libro, como si la escritura fuese el único activo existencial. Muchas gracias de corazón, poeta.
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