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DESAPARICIONES Y OCASOS
Desde hace varias semanas, no
estoy. Ignoro si la ausencia es un ocaso momentáneo, o una voluntariosa fuga hacia los pedregales de ninguna parte. Así que ando aplicado, con las varias ausencias que conformo, en la tarea de encontrarme. No sé vivir a solas,
sin esa voluntad que me despierta en medio de la noche recordando el inventario de asuntos pendientes.
Durante algunos años pensé que
daba cuerpo a un sujeto central e indivisible, destinado a vivir en el monolito
de mi identidad. Nunca imaginé esa atracción interna por la vida nómada. Me doy prisa en la búsqueda,
antes de que empiece a olvidarme.
(De Cuentos diminutos)
No imagino mayor tortura que ser consciente del propio olvido de uno mismo. Por lo demás, el cuento diminuto, me encanta (como siempre) José Luis.
ResponderEliminarFeliz domingo!
Un fuerte abrazo querida Sandra y reitero la confianza y el afecto que percibo en tu caminar lector; la verdad es que es hermoso sentir cómo van creciendo al formato libro estos cuentecillos; a ver si un día hago balance y veo si merece la pena buscar editorial. Fuerte abrazo.
EliminarEspero y ansío ese libro tuyo lleno de cuentos diminutos, que lo harán lo grande que se merece. Mientras tanto, por aquí te leo.
EliminarGracias Sandra, sé cuánta hospitalidad hay en tus manos; debo priorizar trabajos y por tanto abrir un surco de sosiego que me permita hilvanar los cuentos del libro; pero todavía no, falta sacar a flote otras islas creadoras. y en ello estoy. Fuerte abrazo.
EliminarEstupendo, José Luis. Un abrazo grande!
ResponderEliminarOtro para ti, Gabriela Rosas, y avisaré si me encuentro; que no es bueno caminar a solas. feliz jornada.
EliminarEspero que sí, feliz jornada y un abrazo.
ResponderEliminarOtro para ti y suerte en tus talleres; todo taller es semilla de poemas. Feliz jornada, aquí con lluvia y sueño.
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